(...)
En aquel momento hasta yo tuve miedo de tocarme a mi mismo....POV. Jake
Aquella mañana, en algun apartamento de NY...
Me acuesto a su lado en la cama de nuevo. Respiro hondo varias veces para normalizar mi respiración y me incorporo en el duro colchón. Me agacho y cojo mis boxers. Me los pongo y voy por toda la habitación realizando la ardúa tarea de recoger mi ropa. Los pantalones, la camiseta, los calcetines, el gorro y mis zapatos. Me ternino de poner todas las prendas y me aproximo a la puerta y estaba a punto de abrirla cuando una voz chillona me detuvo.
- Cariño, a donde vas?
- A mi casa, cariño.- Dije remarcando la palabra cariñosa con sarcasmo.- Adiós y... Hasta nunca!!- me despedí con un saludo militar y cerré la puerta rapidamente detrás de mi, pero aún así pude escuchar una última vez su voz.
- Serás cabrón!!
- Si, posiblemente.- susurré más para mi mismo que para responder a la afirmación de aquella chica de la que ni siquiera sabía el nombre. Cogí mi teléfono móvil del suelo de la sala y mis llaves del sofá y salí del apartamento para no volver a pisarlo nunca más.
Me fui caminando por las calles poco transitadas de la ciudad, bajo un cielo gris oscuro que anunciaba lluvias prominentes. Caminaba pensativo, mirando a una lata de cerveza a la que iba dando patadas, mandándola cada vez más lejos. Cada vez estaba más cerca de mi casa, pero no quería volver. Para qué? Para encontrarme con mi padre borracho, como siempre? O para encontrarme a Jimmy, mi canario, con unas cuantas plumas menos? Nop, no señor. Di un cambio de dirección y me encaminé a un pequeño parque que queda en dirección contraria a mi casa. De camino me compré un helado de chocolate y frambuesa, mi favorito.
Me senté en uno de los columpios y me mecí suavemente, mientras el viento que se había levantado me azotaba en la cara. El pelo no me volaba porque lo tenía corto. Me acabé el helado y tiré el papel a una papelera que había allí cerca. Pensé en llamar a Keira para ir al cine pero luego lo medité y me pareció una mala idea. No sé por qué, ciertamente, solo tuve la sensación de que estaba ocupada. Barajeé la opción de llamar a Jasper, Luck, Jack o David, pero enseguida las descarté. Jasper estaría haciendo algo "importante" que siempre hacía cuando lo llamaba, Jack estaría con Lily en algún motel, Luck con algún ligue y David... Haciendo el David. Sam. Cómo no se le había ocurrido antes llamar a la pelirroja?
Marcó su número y a los dos tonos contestó.
- Aló?
- Soy Jake.
- Ah! Hola humanoide, que quieres?- preguntó con cierto toque burlón.
- Ja-ja-ja, y yo que quería invitarte al cine...- le dije haciéndome el ofendido.- Oh dios mío, Jake me va a invitar a algo?!?!?- preguntó a gritos, incrédula.
- Iba.
- Ya no?- me preguntó... Desilusionada?- Bueeeeeno, si insiiiiisteeees...
- SIIIIII!!!!- gritó todavía más fuerte desde el otro lado de la línea. Estaba tan entusiasmada como una niña por Navidad, pensé.- Ok, no hace falta gritar...
- Ups?
- Voy por ti dentro de unos minutos, quedamos en el portal de tu casa?
- Valep.
- Okk, chau!
- Chaito!
Con Sam será un día divertido- pensé.Lo que no sabía era cuánto...
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Bonsoir mes ameurs!!(no se si esta bien escrito ) Que tal estan?? Este es el esperado ultimo capitulo del maraton!!! Esta narrado por Jake. Si alguien no se acuerda es el amigo .de Keira que la empujaba cuando gastaron la broma en el instituto. Espero que os este gustando, este creo que es el peor del maraton porque me pidieron que Jake narrase y no es un personaje que vaya a influir en la historia, por lo que escribirlo fue el doble de dificil. De todas formas, hoy voy a escribir el capitulo del dia, porque digamos que este era un especial por pertenecer al maraton que deberia haber escrito el martes... Muchisimos besos a tooooodos y hasta dentro de unas horas o menos!!
Y como dijo Peter Pan una vez... ( no me juzguen!! xD)
Nunca digas adiós porque decir adiós significa irse lejos e irse lejos significa olvidar...
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Vampiro y hombre lobo, ¿imposible?
Hombres LoboMe dan miedo, no, miedo no, terror, las serpientes... Soy claustrofóbica... Me dan pánico las jaulas y redes... Los niños me dan miedo...- Proseguí, con la mirada clavada en el infinito. - Espera, espera, espera, me estás diciendo que... ¿Que te dan...