Fear 。･:*:･✿ Pαɾαɳσια [MinSung]

1: space color; prólogo

- Por medio de esta junta se hace entrega oficialmente por parte del abogado aquí presente, quien lee el documento: Kang Hyung-Gu, en representación de los deseos de la señora Kang SoRa, ahora difunta, de la herencia redactada el día 18 de abril del año actualmente transcurrido, 2020, dejando la total posesión de los bienes al señor Lee MinHo. Entre ello la casa que habitó sus últimos días, siempre y cuando no sea vendida y el despacho de abogados del cual era dueña bajo su nulo conocimiento. En orden de sus deseos, a continuación procedo a leer la legislación de su última carta, donde refiere a todo lo anterior. "Soy Kang SoRa y bajo mis totales conocimientos, en uso de mi razón y facultades, con los sentidos despiertos y bajo total voluntad declaro que, dentro de lo posible, mis pertenencias y acciones totales pasen a, formalmente, quedar bajo el nombre de mi hijo: Lee MinHo. Dejo para él, a quien más he amado en los últimos meses, todo el dinero que ahora se encuentra en mis cuentas, las propiedades, los bienes materiales y la completa gerencia, manejo y jefatura de la empresa a la que he dedicado mi vida y existencia. Sin más que añadir, además de que mi abogado se hará cargo completamente del papeleo y las explicaciones específicas, doy por concluido el testamento, dando veracidad y conocimiento de que de haber muerto inexplicablemente nunca deberá ser mi hijo cuestionado o inculpado al respecto. Como último deseo, déjenlo tranquilo, a él y a su familia, instruyendo en lo posible sus comportamientos en orden al manejo de mis empleados y acciones."

El joven abogado termina la lectura del testamento, bajando los papeles y bebiendo apresurado un poco de agua. MinHo lo mira desde el otro lado de la mesa en el comedor de la casa que aparentemente ahora le pertenece, y se pregunta porqué. ¿Por qué justamente hoy el amable hombre uniformado debía presentarse en la residencia, habiendo la señora Kang fallecido apenas un par de semanas atrás?

No. Su respiración no es tranquila, porque quiere seguir llorando. Quiere estar solo, con su hijo y su gatito. Todos los empleados se han marchado; MinHo aseguró que les pagaría las semanas no trabajadas cuando vuelvan, pero ahora no quiere ver a nadie. Solo a la señora Kang. Y quiere que le explique exactamente porqué ha hecho lo que ha hecho; ¿por qué todo le pertenece a él?

Pronto se cumpliría un año de conocerla. Apenas un año. No, ellos no eran familia biológica, pero ahora todo le pertenecía a MinHo y la cabeza iba a explotarle. Se encuentra demasiado confundido, solo quiere estar a solas un rato más, pero lleva ese mismo par de semanas encerrado con su pequeño hijo.

Y quiere justicia; quiere saber quién demonios asesinó de esa manera a su madre. Porque los investigadores entraron y salieron como quisieron la primera semana y no le daban respuestas. La escena del crimen ya estaba limpia, pero ¿qué tranquilidad podían tener ellos viviendo ahí? MinHo tiene miedo.

El abogado se despide poco después, dándole nuevamente el pésame, como si eso alguna vez hubiera servido de algo. Dice que se pondrá en contacto en unos días, que espere su llamada, sin embargo a MinHo no le interesa lo que dice y solo le cierra la puerta en la cara.

Sabe que no es su culpa, que solo hace su trabajo, pero es tan cruel que solo parezca un trámite, una transacción. Un papeleo y no lo que verdaderamente es: una dolorosa pérdida.

MinHo siente ira en ese momento y deja que salga en forma de lágrimas. Tiene a alguien a quien contactar porque claramente el asesinato de su madre no es un tema archivado.

Su madre, la señora Kang... Ella guardaba demasiados secretos y ahora comienzan a salir a la luz.

MinHo camina deprisa hasta la habitación que en las últimas noches comparte con su hijo. Él está ahí, despierto. El pequeño azabache se encuentra sentado en la cama, mirando fijamente algo que su padre no comprende. MinHo no ve nada en absoluto en aquella dirección.

Se acerca lentamente y al colocar la mano sobre el hombro del menor este se asusta, saltando de la cama y cayendo en el piso.

- Mi amor, lo siento - se disculpa bajito MinHo.

JeongIn se levanta del suelo rápido, sin dar tiempo a la ayuda que su padre estaba por ofrecerle. Una vez más no dice nada.

- JeongIn... Cariño, mañana volverás a la escuela, ¿está bien?

JeongIn lo mira triste; claro que no está bien, pero no va a negarse. No hay nada que quiera decir.

MinHo extiende sus brazos y el niño se hace espacio para encajar en el gran hueco que su padre le ofrece. Se siente tranquilo un momento. Se siente bien cuando su padre lo abraza.

Pero hay algo detrás de MinHo. Algo que obliga a JeongIn a abrir de nuevo sus ojos y temblar. Y eso en verdad no se siente bien.

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¿Teorías ahora...?