Fear : epílogo

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17.5 centímetros; es todo lo que se necesita. La medida exacta y necesaria para que sus manos carguen y aguanten por tanto tiempo.

17.5 centímetros.

La única medida que encajaría con las pequeñas manos de JiSung, que miden lo mismo.

Dormir el día entero es un plan anticuado; algo que MinHo superó hace años.

Ver películas en el salón, solos los dos mientras un JeongIn de 9 años asiste al Instituto: ese es un jueves perfecto.

JiSung lleva siendo todo un hombre graduado desde hace un par de semanas y ahora que no hay más trabajos ni tareas toca aprovechar.

¿Cómo es que a un hombre adulto le da miedo ver Buscando a Nemo? MinHo no lo sabe, pero tampoco le importa. Mientras su novio se refugia entre sus brazos durante la escena en la que el famoso pez sube al volcán de burbujas de la pecera, sabe que es el hombre perfecto.

Tantas veces tuvo la oportunidad de confirmarlo durante todos estos años viviendo con él, pero aún se sorprende.

Recuerda su boda hace solo dos años; no fue nada legal, solo algo temático. Es de sus mejores recuerdos... Las luces, claro, no podían faltar; un atardecer de primavera y su falso matrimonio solo parte del evento de cumpleaños de HyunJin, como una kermés en el jardín de la casa que tiene prohibido vender.

Un evento de solo 25 minutos, palabras y lágrimas, trajes extraños y disfraces. Porque Han JiSung es tan bello como un hada del bosque y sus amigos tan leales como los animales que lo habitan.

Y ahí, con su música favorita, los pies descalzos y coronas de flores, camisas blancas y suéteres morados, concluyen su noche como recién casados.

Fue un buen cumpleaños para HyunJin también. Uno de los mejores, debe decir. Por esos días su salud había mejorado descomunalmente, con un notorio cambio en su actitud: mucho más alegre y risueño.

Como sea, en aquellos instante, cuando el resto entraba nuevamente en la casa para dejarlos un pequeño rato a solas y luego partir los dos pasteles que Felix preparó, MinHo y JiSung se tumbaban en el pasto. Verde y fresco, con olor a primavera.

JiSung mira su mano. Es algo que le gusta, girar aquel anillo que desde esa tarde adorna su dedo meñique. Sí, meñique, porque lo que ellos hicieron no es un compromiso, sino una promesa.

MinHo se recostó sobre su costado para observar a su nuevo esposo, notando un curioso lunar que adornaba como por primera vez la mejilla izquierda del chico. No lo evitó, tuvo que acariciar la zona.

JiSung ríe entonces. Ríe, pero en verdad MinHo puede verlo llorar al mismo tiempo.

Se levantó y lo abrazó. Lo dejó quedarse así toda la tarde, no le importaba. Sabía que JiSung tenía miedo de que algo malo llegase a ocurrir en esos momento. Miedo de que de la nada una enorme nave alienígena se estrellara con la tierra y no pudiera disfrutar de ese momento. Miedo real y legítimo, incapaz de calmarse y totalmente asfixiante. JiSung siempre tiene miedo.

Pero ahora está entre sus brazos. Ha pasado el tiempo y ningún extraterrestre llegó para matar su tiempo a sola.

Tal vez no un ser de otro planeta, pero JeongIn sí llegó.

Fear 。・:*:・✿ Pαɾαɳσια [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora