14: cuando cae la nieve

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No hay nada

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No hay nada.

Es 28 de diciembre; una vez más, MinHo lleva a JiSung y JeongIn al edificio blanco, alto y siempre limpio donde "van a arreglarlos".

Los toma a ambos de la mano; primero, dejan al más pequeño en el consultorio del doctor Park y después MinHo acompaña a su novio por el pasillo.

- ¿Y si mejor no...? - Pregunta muy nervioso el rubio.

Van un poco tarde de por sí. Las manos le tiemblan a JiSung, así como sus piernas, pero de estas MinHo no puede percatarse. Su voz es un poco suave, baja y completamente llena de temor.

Se detiene en seco, esperando que lo haga igual su novio. Intenta con una mano safar el agarre del castaño en su muñeca, pero no es fuerte. Incluso si MinHo no intenta forzarlo, no puede apartarlo.

- Ya estamos aquí. - Suelta como una súplica el mayor, deteniéndose también para acomodar su revuelta cabellera. - Tú quieres sentirte mejor, ¿no es cierto?

- Sí, pero...

- Cariño, solo son unos minutos. Entras ahí, respondes con sinceridad y vuelves a salir. Y cuando salgas, bebé, seré el novio más orgulloso del mundo y voy a abrazarte y a llenarte de besitos y mimitos.

- ... ¿Me lo prometes...?

- Claro que sí.

- ¿Vas a seguir aquí cuando yo regrese?

JiSung lo mira seriamente. Quiere una respuesta y MinHo no sabe cuál es correcta. No sabe, pero quiere, darle paz a JiSung. Toma sus dos manos y lo siente temblar, aunque menos, fuertemente. Pero el menor espera más y lo sabe, así que le hace un hueco entre sus brazos; tan íntimo que solo JiSung cabría en él.
Sus manos viajan por su espalda en un acto de protección que se escapa de sus extremos sentimientos y el aliento que roza la oreja del más bajo, susurrando que estará bien sin la necesidad de pronunciar las palabras que formula con sus labios.

- Sabes encontrarme, no estás solo. - Le dice al separarse y pronto JiSung continúa su camino.

Y algunas veces MinHo podría jurar que comparte con su novio la inusual paranoia de no volver a verse; esa incertidumbre que llena los lugares cuando se quedan vacíos porque existe la posibilidad y podría un día solo ocurrir; escapar de su entender, su razón y su querer y desaparecer.

Es cierto que se trata de un largo camino. Poco más de un minuto tarda el rubio en recorrerlo y casi dos de estos tarda MinHo en confirmar que ha entrado en el consultorio de su médico.

Suspira.

Está cansado, pero ya se acerca el fin del día, y de todos modos no ha hecho la gran cosa.

La Sala de espera está completamente llena de niños que corren y padres que atrapan. Niños no tan pequeños - entre 10 y 15 años -, pero niños para MinHo. Hay juguetes regados por todos lados y asientos ocupados por los mismos. Una máquina de café que trabaja todo el tiempo, lo cual agradece pues es un olor agradable y conocido.

Fear 。・:*:・✿ Pαɾαɳσια [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora