13 - Cuentas claras

1K 83 71
                                    

Los sentimientos del amor podían ser bastante extraños y además manifestarse con las personas menos esperadas.

Era simplemente impresionante como de un momento a otro te podías enamorar perdidamente de alguien, lo decía porque mi hermano Zephyr me había dicho que le gustaba nada más y nada menos que Rainbow Dash.

Alegó que fue amor a primera vista, aunque obviamente ya la había visto en otras ocasiones en la escuela, me parecía bastante curioso que cada vez que conocía a una amiga, inmediatamente Zephyr se tenía que enamorar de ella.

Pero no era mi problema para nada, él siempre tomaba malas decisiones pero siendo su hermana mayor, intenté advertirle que Rainbow no le iba a su liga pero como siempre, no me hizo caso... Estaba convencido de que con determinación podía hacerla heterosexual y la verdad si me gustaria ver como hace el intento solo para fracasar con el tiempo.

Además, si él comenzaba a acosar a Rainbow, estaba más que segura que eventualmente, se iba alejar de mí.

Siempre me ha gustado ser invisible para los demás, pasar desapercibida y no captar la atención, poder tener la tranquilidad de vivir mi vida como yo quería, sin tener un montón de miradas encima que juzgan cada paso que daba o decisión que tomaba.

Y por alguna razón, siempre que estaba con Rainbow, me volvía el centro de atención de todos, tal vez porque se preguntaban qué hacía la popular Dash con una perdedora como yo o algunos simplemente apenas se daban cuenta de que yo estudiaba también con ellos.

Fuera cual fuera la razón, no me gustaba tener todas esas miradas encima pero era demasiado tímida para decírselo a los demás y también demasiado tímida para decírselo a Rainbow, habían días donde llegaba a odiarme por ese tipo de cosas.

Pero bueno, no podía hacer mucho más que aguantar, había aguantado muchas cosas en mi vida, incluso de mis padres, estaba más que segura que podía seguir aguantando, ya que otra cosa que no me gustaba era perder la paciencia por lo que evitaba los conflictos en todo momento.

Siempre decía que era lo mejor que podía hacer pero algo en el fondo de mí, sabía que todo eso estaba mal pero no tenía el suficiente valor para cambiarlo.

Ese día en particular estando en la secundaria, caminaba por los pasillos sin mucho que hacer y todavía faltando minutos para que comenzaran las clases, no quería ir a mi salón pero al parecer casi todos los estudiantes ya estaban en él porque no había casi ninguno por los pasillos y de hecho el pasillo por donde estaba caminando estaba particularmente vacío.

Decidí mantener mi mirada gacha y el clásico cliché sería que chocara con alguien pero como se trataba de mi, obviamente no iba a pasar, lo mío sería diferente...

Mientras caminaba sentí de repente una presión en mi hombro, era una mano y luego sentí como me jalaba y empujaba hasta unos casilleros - Mira nada más que tenemos aquí - dijo la voz del chico que ahora me tenía acorralada, esa voz la conocía, miré con algo de temor los ojos de Soarin. 

No entendía lo que le sucedía a ese chico, antes Soarin era una persona bastante pacífica e incluso diría alegre pero un dia simplemente comenzó a ser hostil y creerse superior a los demás, se convirtió en el clásico bully que verías en cualquier serie pero estar en esa situación, realmente me daba mucho miedo.

- S-Soarin... ¿Q-Qué quieres? - pregunté algo nerviosa desviando mi mirada pero entonces él me obligó a verlo a los ojos.

- Llevo días esperando el momento correcto para poder tomar ventaja sobre ti y hoy que no tienes a Rainbow cerca de ti, vengo a reclamarte por lo que sucedió en la cafetería -

La Magia Del Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora