Capitulo 1

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- ¡Señorita Dupain-Cheng! Fue totalmente librada del caso Agreste, ¿piensa volver a Francia?

- ¿Marinette usted ha hablado con los propietarios de Gabriel's recientemente?

- Ahora con todo claro ¿hay alguna posibilidad de abrir negocios con la empresa de su ex esposo?

- Señorita en ese caso ¿estaría dispuesta a trabajar con Adrien Agreste como CEO y su actual esposa?

Cuando estaba apunto de responder y sacar las garras, vaya ironía, escucho la intervención de una voz que conocía a la perfección.

- Bien señores eso es todo por hoy, estamos muy felices por los resultados, pero la señorita debe descansar a sido un día agotador, con permiso. - Marinette escucho algunas preguntas más pero muy poco claras pues Luka Couffaine, su abogado, la había sacado rápidamente de ahí y guiado a su coche en la parte trasera del edificio custodiado de guardias que no permitieron pasar a la prensa.

-Mari espérame un momento iré a calmar un poco a los amarillistas y vuelvo para llevarte a casa ¿Ok?

Ella sólo asintió y pronto se quedó sola en el auto sumida en sus pensamientos.

Habían mencionado a su ex esposo: Adrien Agreste.

Ese nombre resono en su cabeza, de tantas cosas que podían molestarla, el nombre de la persona que durante mucho tiempo creyó el amor de su vida, era lo que más la irritaba, pero era inevitable en este caso, después de cinco años de haber iniciado una demanda judicial en su contra Gabriel Agreste y su hijo habían perdido, esa mañana el juez encargado desde Francia había declarado su inocencia con pruebas irrefutables, que para su propia satisfacción eran pruebas presentadas por los mismos Agreste.

Cinco años después pudo demostrar que no era una mentirosa, le habría gustado ver sus caras ante la sentencia y lo obvio que había sido que la que salía en esas cintas de vídeo no era ella, y más aún cuando identificaron a la persona responsable de todo.

Ella siempre había tenido la razón, nunca había mentido ni tratado de engañar a nadie, ella no era la mentirosa. Y desearía habérselos dicho a esos dos hombres en sus caras, después de como la trataron , y todo lo que dijeron de ella, podría reírse en su cara y ver al viejo Agreste estallar de rabia por haberse equivocado, y ver el rostro de Adrien lleno de vergüenza después de años y queriendo pedir perdón, era lo menos que se merecía después de darle una de las decepciones más grandes de su vida. Lástima que ellos se encontraban en otro continente.

Después de una declaración de guerra por parte de los Agreste y que todo se le vino abajo Marinette salió de Francia rumbo a Nueva York, dejando donde se encontraría y los números y cuentas para contactarla en el juzgado, para que nadie creyera que estaba huyendo puesto que no tenía ninguna orden de restricción o de aprehensión en su contra. Sus padres la oyeron y le dieron su apoyo, aún los tenía a ellos después de perder a una persona que amaba con locura sus padres estaban ahí con ella sin cuestionarla y realmente se los agradecía. Fue una decisión apresurada, su amigo, Luka, tenía una gran oportunidad en los Estados Unidos y le sugirió que viajará con él, la pelinegra dudo un poco pero el deseo de dejar toda esa mierda atrás la empujó a seguir al ex guitarrista. Un día antes de tomar su avión firmó los últimos papeles que quedaban para dar por hecho el divorcio y darle un adiós definitivo a Adrien, aunque le dolía logró sonar tan fría que por un momento pudo ver sorpresa en los verdes del Agreste pero desapareció tan rápido como el hombre dio la vuelta y salió del lugar sin siquiera responder.

Fue la última vez que lo vio, la más dolorosa, y a la vez la última que lloró por él, se prometió dejarlo atrás y reiniciar, pero también no descansar hasta demostrarle a él y a su padre cuan equivocados estaban.

«Lie to me» (MLB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora