Capítulo 4

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QUERIDA RuthPurpose  Te traigo un epílogo, mi corazón en letras  y mucho más. Gracias por leerme.💙

Llamaron a la puerta cuando estaba apunto de darse su último  retoque, se trataba de unos pendientes zafiros rojos que acompañaba con un vestido negro corto de  tipo espalda al aire  pero  holgado en el cuello cayendo en ligeras cascadas  sobre su canalillo.

Que no os engañe su atrevimiento, desde su pelo rubio suelto   hasta las agujas con lentejuelas en sus zapatos había sido algo preparado por Cindy  que  desde que se había casado felizmente le deseaba  algo semejante a su amiga , tan semejante que no paraba de actuar de casamentera en busca de un amor que cuidase a la adorable Charlie,  y aunque  está última se negaba admitirlo si que de vez en cuando tenía la sensación  de haber perdido algo y deseaba tremendamente recuperar un vínculo amoroso casi empujandola a envidiar el de su amiga.

Por supuesto  contó  a Cindy tales inseguridades y ahora iban a un club donde justo está noche  la esperaba un sanitario amigo suyo con el que  surgirá el "amor" según Cindy.

Bajó aprisa los escalones y se fue sin tomar su abrigo.

Una táctica para que el caballero la ofreciese el suyo y surgiera lo que surgiera al tener que devolverselo frente a su casa. otra vez según Cindy.

- a que puedo atenerme está noche - comentó  caminando junto a Cindy  en el caminito de su porche.

- ¿te refieres a qué puede ser lo peor que pase?- vacilo la aludida -  no seas pesimista Charlie -  se burló esta enfundada en un conjunto morado, abrigo negro y el pelo recogido - los hombres te adoran sólo tenemos que buscar un poquito.

- Te recuerdo que esta no es la primera cita- respondió caminando hacia el lado de copiloto- que arreglas para mi,  no quiero que pase lo de borris otra vez - culminó con gracia una vez dentro del coche.

- y yo porque no quiero perder tu amistad, te prometo que lo de borris jamás volver a pasar - se rieron   compartiendo la gracia entre ellas.

Antes de las cuatro a altas horas de la madrugada, los ladridos de Hercan volvieron a hacerse presentes pero fue el sonido de la insistente alarma que la había despertado esta vez.

Levantó la cabeza y volvió  a dejarla caer tras comprobar que todo la daba vueltas. Esta noche había tenido una velada agitada ahora todo lo que deseaba era dormir.

Desde el fin del instituto  pensó  que ya no tendría que mendigar  mas ratitos  a sus padres  y ahora que vivía sola al parecer su buen descanso no dependía independientemente de ella.

¿ Qué pasaba con  Hercan?

Hizo una pobre flexión y se levantó de la cama. No se molestó en ponerse ninguna bata sobre su simanga y bragas  por la mera razón de que contaba con volverse a dormir muy pronto. Llegó a la cúspide de las escaleras y se sobó los ojos somnolientos.

El acto la impidiendola ver la sombra espectral que se desvaneció tras la  ventana  contaminando la cálida luz de la luna  tan rápida como el viento.

-¿ Hercan? - llamó a el animal que combatía con algún ser misterioso ahora mas que nunca -¿ Hercan? - comenzó a descender casi despreocupadamente. En primer lugar apagó la  alarma y se acercó cuidadosamente hacía la puerta principal. Tras ella la sombra volvió  a rodear la casa como un animal al asecho de su presa y está vez ella se sobresalto teniendo la sensación  de haber la percibo .

Antes que nada tenía todos los pelos en su nuca de punta, las peliculas de terror no eran sus favoritas y su instinto comenzaba a jugarla una asustadiza pasada.

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