Día 29

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Sentí un despertar abrupto y luego esa sensación de estar aturdida después de una siesta. Miré a mi alrededor con confusión sin lograr identificar dónde me ubicaba exactamente. 

- Por fin despertaste - Dijo con gracia el chico parado frente a mí. - Deberías audicionar para la bella durmiente, lo tienes dominado - 

Me incorporé, mirando a mi alrededor y luego a los cuadernos situados en mi mesa. Estaba en el salón de clases de álgebra; la materia más aburrida e inútil para mi carrera. 

- ¿Qué diablos...? - Pregunté con cautela. - Tú... - Me levanté señalando - Tú no puedes estar aquí - retrocedí - ¡Yo no quiero que estés aquí! ¿¡Qué diablos haces aquí¡? - 

- Wow... Jade. Tranquila. - Caminó despacio con las manos al frente - ¿Tuviste un mal sueño? - 

- ¿De qué estás hablando? ¿Cuál sueño? - Pregunté más confundida que Cat en la vida misma - ¿Dónde está Tori? ¿Por qué estás fuera de tu estúpido camper? - 

Beck me miraba casi divertido. 

- Jade... Tori te odia, siempre lo ha hecho ¿De qué hablas? - Negó con gracia - Te quedaste dormida en álgebra, como siempre - 

- ¿Dormida en...? ¿Y la cuarentena? - 

- No hay nada de eso, es un día normal, como cualquier otro; nos toca el almuerzo y después otras tres clases más... Vamos, se nos hace tarde - Intentó tomar mi brazo, pero me aparté. 

- Zoe... - 

- ¿Qué? - 

- Tú me engañas con Zoe - Lo acusé apretando los puños. 

- Jade... ¡Fue sólo un sueño! - Me sujetó por los costados y me miró con tanta franqueza que comencé a dudar hasta de mi propia existencia - No te engaño, ni te engañaré con nadie, jamás... Te amo -   

Suspiré con resignación y lo rodeé por el torso en un apenado abrazo.

- Perdón... Esque estoy, muy confundida - 

- Descuida... Siempre que te quedas dormida en álgebra tienes sueños muy locos - Acarició mi cabello en medio del abrazo. 

- Como ese donde creí que mi pie izquierdo era de metal - Recordé. 

- Ese fue un gran sueño - Sonrió él - Vamos, hoy tienen burritos en la cafetería - Me alentó. 

Durante el trayecto al café asfalto todo se veía tan normal que me asustaba. No había ningún rastro de  un par de chicas viviendo durante cuarenta días en el lugar. Casi me hacía sentir nostálgica y decepcionada. 

Cuando Festus nos entregó nuestra comida, avanzamos hacia la mesa donde  los chicos y noté extraña la ausencia de Vega. 

- ¿Qué hay? - Preguntó Beck a manera de saludo. 

- Robbie adoptó una iguana como mascota - Dijo Cat con una risita - Se llama Juana - 

- No se llama así - Contradijo Rob. 

- Pues debería - Apoyó Beck mientras destapaba su almuerzo. 

No me cansaba de mirarlos a todos, tan reales y detallados; Los observaba reír y hablar con la boca llena como cualquier día, pero no podía dejar de sentir que algo faltaba. 

- ¿No piensas comer, Jade? - Preguntó André. 

- Si... Es... Me preguntaba ¿Dónde está Vega? - Traté de sonar casual. 

- ¿Quién? - Cuestionó Robbie.

- Está hablando de Tori Vega - Respondió Beck por mí, aún con gracia. - Se quedó dormida en algebra y despertó preguntando por ella - 

CUARENTENA - JORIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora