Alguna vez escuché decir a alguien "amar es el acto más violento que puedes cometer" y no lo entendí.
No lo entendí hasta que conocí a esa persona que me sacó de mi rutina, lo amé tanto que cuando mis propios monstruos arraigados en mi cabeza me atraparon, me hicieron dar un par de pasos atrás. Le mentí de mil maneras para que se alejara de mi porqué era como una bomba de tiempo.
Nadie entendió mis razones, me llamaron egoísta y sus amigos me odiaron sin saber el infierno que estaba pasando.
Me odió tanto que cuando me lo dijo, sentí alivio de escucharlo aunque quemaba como fuego vivo contra la piel.
Lando p.o.v
Sentado en el parque dónde nos conocimos, bajo la lluvia y sin ganas de vivir si ella no estaba conmigo, ahí estaba, recordando el sonido de su risa.
Por mi cabeza solo pasaban los recuerdos de lo que un día fueron nuestros... Cuando éramos dueños de nuestro destino.
Odiaba el mundo entero, odiaba haber confiado y terminar destrozado, todos decían que no era mi culpa, que ella era egoísta y aunque yo lo pensé también, sabía que no era así, la conocía tanto que me dolía más saber que no la había podido ayudar a sanar.
Con lágrimas mezcladas con la lluvia le reclamé al cielo una vez más.
No sabía que karma estaba pagando pero quemaba como el infierno en vida.
Tampoco quería pensar en el futuro, por ahora solo quería llorar, arrancarla de mi vida y mi pensamiento para siempre.
No la odiaba pero... Tampoco la quería jamás de vuelta.
