ANSIEDAD: con nombre y apellido.

El miedo de las decisiones

Últimamente me he encontrado en un espejo donde reflejé todas mis cosas buenas y malas, mis habilidades, mis debilidades, mis defectos, mis sonrisa, mis lágrimas y todo lo que lleve mi nombre. 

Quien yo soy estaba fuertemente parada enfrente mío. Me mira, me desafía, se burla de mi pequeñez.

Si, aun soy débil, aun no se crecer en muchas áreas, aun no se decir que no y priorizarme, aun soy demasiado chinchuda para avanzar. A veces me carcome el miedo, y no me deja escapar.

Toda mi vida, durante todos estos pocos años he aprendido mucho, pero aun asi no he practicado nada.

He vivido de la mano del miedo más de una vez, millones de situaciones que pude haber aprovechado para realizar algo y lo tiré a la basura por miedo al rechazo, miedo al fracaso, miedo a ser juzgada, miedo, miedo, maldito miedo.

Creí, ilusa, que con el tiempo eso pasaría, que solo lo vivía por ser adolescente y que cuando fuera adulta el miedo iba a desaparecer en todas sus formas; lamentablemente convivo con el día a día y gran parte de mi trastorno está ligado a mis miedos.
No puedo tomar una decisión sin primero haber pasado por sentir miedo al que dirán (mis familiares, mi madre, mi abuela, mi entorno, mis amigos cercanos, mi gata...), no puedo tomar una decisión, ni siquiera imaginar mi decisión, sin que se adelante mi ansiedad diciendo que no debería hacer tal o cual cosa (por más de que lo adore, por más de que sea lo que más deseo en el mundo), y les explico las razones por más de que sean obvias. 

Lo llamamos decidefobia, el temor cerval a tomar decisiones, es un
término acuñado en 1973 por el filósofo Walter Kauffman para explicar el "miedo
a la .". 

 Más que nada, define el temor que se tiene a equivocarse cuando se elige algo y a siempre tener la duda de saber si se escogió la opción correcta.

El miedo a tomar una decisión es la expresión de diferentes mecanismos psicológicos, por ejemplo:

1- La intolerancia a las posibles consecuencias negativas de nuestras decisiones.
2- La dificultad para renunciar a las opciones que no elegimos.
3- Estilos perfeccionistas y excesivamente autocríticos, con diálogos internos que tienden a enunciarse utilizando "debería" en vez de expresar nuestras decisiones como "me conviene".

En estas tendencias suelen estar muy presentes los auto reproches que van minando nuestra auto confianza y dificultando tomar nuevas decisiones.

Pensamientos y emociones comunes:
1- Pensar que equivocarse en un fracaso irreparable, cuyas consecuencias podrían ser catastróficas e imposibles de modificar, convirtiéndose en un lastre permanente.
2- Creer que no se está a la altura y en consecuencia no poder soportar la responsabilidad.
3- La percepción de capacidad se despliega mermada, y la valoración de la persona es de devaluación y excesiva autocrítica.
4- El miedo a verse expuesto ante los demás, que genera una visión de los otros como amenazas, y produce una elevada ansiedad anticipatoria frente a su juicio, que se predice negativo y devaluador.
5- Percepción de pérdida de control, que obliga a la persona a revisar recurrentemente cada paso que le ha llevado a decantarse por una alternativa.
6- El elevado malestar, incluso la angustia y la ansiedad que produce, genera una necesidad compulsiva de confirmación anticipada de cada paso que se da.

"No existen decisiones correctas o incorrectas, sino más o menos adecuadas a los objetivos, el contexto y las circunstancias en las que se toman."

Factores psicológicos que influyen: 

Estrategias de afrontamiento: Autoconfianza. Ser conscientes del abanico de destrezas que tenemos para afrontar las consecuencias de nuestras decisiones. Aunque sucediera algo inesperado por esta decisión, puedo afrontarlo, tengo recursos y capacidad para hacerlo. Incluso podría volver a empezar de nuevo. Autoestima: La propia valoración es muy importante para proyectarnos como personas competentes a la hora de tomar decisiones. Tengo experiencia y conocimiento en este tema. Si alguien puede elegir lo más adecuado a mi situación, ese soy yo.
Experiencia emocional: Identificar, aceptar y controlar las emociones, son habilidades que nos permiten valorar de un modo realista las diferentes alternativas y las consecuencias de una elección. Tiendo a asustarme cuando tomo decisiones, pero no significa que no sea una decisión adecuada, o que algo vaya a salir mal. Se pasará pronto, es normal estar activado.
Estilos de pensamiento: Los estilos de pensamientos son esenciales tanto para procesar las experiencias previas a las decisiones, como para afrontar sus consecuencias. No tengo que esperar que esta elección sea 100% buena o mala, creo que es suficientemente adecuada como para seguir adelante. Esperaré a ver el resultado y actuaré entonces.

Muchas veces, además, nos vemos influenciados por el qué dirán, y esto posiblemente esté ligado a un conductismo básico que hemos aprendido en nuestra infancia.
Posiblemente hemos sido empapados de un aprendizaje que creyeron que era adecuado para nuestra crianza, pero efectivamente, no lo fue. Además la crianza de cada persona al llegar a la edad de adolescente comienza a ser un desarrollo social, somos influenciados por nuestro entorno, nuestra cultura, nuestros círculos sociales.

Posiblemente, hemos sido rodeados de personas con este miedo similar, quizá estas personas vivían con el miedo al rechazo, y tal vez al intercambiar opiniones o experiencias nos infundieron este miedo a tener que obedecer siempre para tener esta aceptación del otro y creer que estas decisiones eran las mejores para nosotros. 

Cada quien tiene una vida diferente, cada uno decide sus propias decisiones por encima de las familias, por encima de cualquier persona porque estas decisiones son nuestras, son propias, son personales. 

Es necesario centralizarnos, tener seguridad sobre nuestras elecciones porque así nos convienen o gustan... 

Tenemos que conocernos, identificar tendencias, nuestros rasgos, debemos tomar la autoestima y dejar de lado el perfeccionismo (si, tenerlo, no sirve nada), mejorar nuestra tolerancia hacia nuestra persona, perder el miedo, son solo opiniones ajenas las cuales no deben afectarnos porque cada persona tiene una vida aparte y nadie juzga sus decisiones (¡por lo tanto, ellos tampoco pueden juzgar tus decisiones!)

Si las opiniones de los demás te afectan, debes cambiar tu punto de vista, tu objetivo principal eres tu.