El arte de la guerra

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Capítulo 7: El arte de la guerra.

   ''...La excelencia suprema consiste en romper la resistencia del enemigo sin luchar...''



Harry rodaba los ojos mientras tomaba una bonita daga ceremonial de plata; tenía algunas incrustaciones en piedra lunar que ayudaría mucho para el ritual debido a sus propiedades curativas, entonces se cortó la muñeca con ella, el corte horizontal no permitía que tanta sangre llenara la copa para el ritual pero ciertamente era más fácil de curar, aunque no es como si pudiera morir, por que demonios, ¿Qué parte del asunto de amo de la muerte no se entendía?

Pero en fin, Harry estaba fastidiado por la reprimenda que estaba recibiendo de Severus, quien malditamente no dejaba de decirle que secuestrar a señores oscuros y mantenerlos en el sótano de la casa no era una conversación apropiada para el té de la tarde. ¡Una tragedia! Pero sin embargo continuaron preparando cada ingrediente y runa en un círculo en el suelo del sótano para la resurrección del Señor Oscuro Voldemort.

Su madre los miraba desde un rincón oscuro del sótano, atenta a cualquier eventualidad, aunque sus dotes en pociones habían aumentado considerablemente en el tiempo que estudiaba con su madre en el espacio zero; como había llamado a ésa falla de la dimensión donde no había tiempo, aún no estaba al nivel de un maestro pocionista, por lo que necesitaría ayuda de Severus para ésa parte del ritual, él estaba mucho más versado en las runas, fue lo primero que le enseñó la Muerte y le gustaron tanto que la primera vez que fueron al espacio zero se quedaron un mes entero, tenía un talento especial para runas que venía de su ascendencia Peverell, por ello fue que Voldemort en su línea de tiempo anterior también había resucitado; por su don natural en Runas.


Miró el círculo hecho con sal y diferentes hierbas que servían no solo para sanar el alma sino también el cuerpo, maldijo su estupidez por haber entregado la piedra filosofal en su primer año, todo podría haber sido más fácil con ella, pero no, Dumbledore era un hijo de perra, pero uno muy inteligente, suspiró mientras dejaba lo último de sus ingredientes cerca suyo antes de acercarse a la puerta del sotano que daba a las escaleras que lo dirigían al primer piso.

—¿Qué estás haci...— Severus lo miró ir hacia la única salidad del lugar y posar la mano sobre la madera antes de que una niebla oscura saliera de su cuerpo y que unas protecciones incluso más fuertes que Hogwarts y Gringotts juntas se levantaran alrededor de la habitación.

—Mi tía y mi primo están en la biblioteca teniendo una clase con su tutor, si Tom se sale de control cuando despierte no pienso arriesgar a nadie, por eso mismo usarás ésto— dijo mientras giraba y se acercaba al hombre entregando el manto de invisibilidad al maestro de pociones.

—Maldita sea— comenzó a murmurar mientras encendía las velas para el ritual; estaban en puntos estratégicos del círculo rúnico en los colores blanco, gris y negro —No quería lidiar con Voldemort tan malditamente pronto, pero debe hacerse, al menos así me libraré de un problema o conseguiré un aliado— Harry seguía murmurando para sí mismo. Severus lo miraba casi incómodo por la perorata, pero se mantuvo en silencio observando al chico hacer lo suyo.

El rito fue bastante rapido, un poco parecido a aquél en el que se consiguió un cuerpo físico en su antigua línea del tiempo, pero con el agregado de que también recibiría su alma completa otra vez, con ayuda de su madre recuperó el alma perdida del diario y el que residía en su cicatriz, así que allí estaban, en ése oscuro sótano de la casa Black, con un montón de runas y velas en el piso, los horrocruxs que sobraban fueron puestos alrededor del círculo rúnico y justo en medio; yacía el homúnculo que alguna vez fue Voldemort, dormido gracias a una poción, sin embargo, cuando su alma regrese a su cuerpo despertaría por el dolor.

Ouroboros |Snarry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora