🍁Capítulo 7🍁

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-Quiero que vigiles a la señorita Platino durante dos días. Te confío algo importante para mi.

-La cuidaré como tu lo has hecho hoy, te doy mi juramento.

Fue lo que le respondí antes de colgar. Pero quien iba a pensar que la intuición que tenía no me iba a dejar dormir.

La noche anterior Suván me había llamado de sorpresa. Hablamos durante un par de minutos hasta que me pidió aquello.

Esa misma noche, el presentimiento de que algo malo iba a ocurrir era tan grande que no me dejó dormir en gran parte de la madrugada.

Y para finalizar, al ver a Alune en la enfermería siendo rodeada por un aroma a sangre fresca terminó por afirmar mis sospechas.

-Que fue lo que dijo?.-Le comenté esto a los gemelos Kopku. Todo lo que sospechaba, omitiendo la llamada de Suván, y lo que olfatee en la enfermería.

-Que no entrara.-Le respondí a Konata, apoyándome sobre la columna.

-Ella sabe la razón por la que estamos tan temprano aquí?.-Suspiré, paseando una mano por mi rostro.

—Lo mejor es que no lo..—Alune salió de la enfermería y por el sentimiento reflejado en sus ojos, ella realmente no se esperaba encontrarnos tan temprano.

De inmediato dibuje una gran sonrisa cuando su mirada se posó en mí.

—Buenos días señorita Alune, espero haya podido descansar bien.— La habilidad de Konata para pensar rápido realmente me asombró.

—Te esperábamos para desayunar!! Así que vamos, que se nos hace tarde—Tomé a Alune con la mayor delicadeza posible, por que sabía que estaba lastimada lo malo es que no sabía dónde.

Un sentimiento de culpa se reflejó en mis ojos, aumentando al ver la sonrisa dulce que me dedicó.

—No me has hecho nada, es solo que tenemos que esperar a Suván— Su voz tan delicada y cálida provocó que sonriera nuevamente, pero al analizar mejor sus palabras el nerviosismo me atacó.

—Am.. Respecto ha eso, ella me llamó y me dijo que no podría venir—Mi sonrisa decayó en tamaño, acariciando mi cuello con lentitud.

Al verla esbozar una sonrisa tan débil, idee un plan para hacerla sonreír almenos un poco.

—Pero oye! Tienes a tre caballeros para proteger a la princesa Lun—De inmediato extendí mi brazo y al ella tomarlo comenzamos a caminar.

Konata iba a mi lado y Chui a su lado. Caminábamos por los pasillos de la escuela con rumbo a la cafetería.

Al llegar, Alune y yo terminamos algo "dulces" hasta que desayunamos. Nos habíamos ensuciado con colorante para comida y manjar.

A diferencia de los gemelos, ellos salieron tan pulcros como entraron.

Estaba tranquilamente comiendo, hasta que recordé lo que me pidió Suván cuando desperté.

Limpié mis manos con una servilleta y después de teclear unos momentos, le tendí el celular a Alune con la llamada entrante de Suván.

Yo continúe desayunando aun cuando mis manos picaban por abrazar a Alune. Pasados unos minutos de intercambios de palabras entre ella y Suván, noté que un pequeño se movía en los brazos de Suván.

Realmente me fue inevitable no molestar a Suván, y fue un más inevitable no reírme cuando Chui empezó a toser con fuerza a de cada disparate que salía de mi boca.

—Ve y pide disculpas, el pobre se ahogaba y tú te reías sin ayudarle siquiera—

—Siento que me va a golpear si lo hago—Suspiré, levantándome de mi asiento con una lentitud como quien no quiere la cosa—Señoritas, si muero. Les dejo mi colección de conchas marinas.

NEW MOON: EL ORIGEN DE LAS SIETE LUNAS.☪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora