NEW MOON: EL ORIGEN DE LAS SIETE LUNAS.☪

🍁Capítulo 6🍁

Después de la llamada simplemente subí a mi habitación y con sólo dejar caer r mi espalda en el colchón, me dormí inmediatamente.

Tú.. Cuidarte.. Cuidarle.. Cuidarlos

Mis ojos visualizaban una fuente de color plata.

Una joven de largo cabello negro estaba sentada en el borde, acariciando la fuente.

Ella se voltea y me mira a los ojos.

Me está sonriendo y en un parpadeo está frente a mi.

Su sonrisa es tan brillante que te transmite paz, acaricia mi mejilla y me abraza con fuerza.

El escenario cambia.. Todo se torna rojo y esta lleno de humo, la fuente está rota y mis manos están azules.

Escucho gritos que me nombran, gritos que me herízan la piel y después.. Un vacío.

Alune

Desperté sudando frío, mi cuerpo temblaba contra mi voluntad y mis latidos estaban acelerados. Todo lo que ví, todo lo que sentí, fue tan real que aún puedo oler el humo en el aire.

Momento, humo?

-Alune, no salgas. Él está en la sala, te traeré el desayuno, anda vistiéndote porfavor.-Esa era la voz de mi hermana al otro lado de la puerta de mi habitación.

Caminé hasta la pequeña ventana y observé la luna que aún brillaba cuando el sol estaba saliendo tranquilo.

La neblina aún se sentía y al fijar mi vista en el reloj al costado de mi cama, marcaban las 05:00 a.m.

Suspiré, le prometí a Suván ser fuerte por nosotras y era exactamente lo que haría.

Entré a la ducha con un poco de miedo, ya que el agua estaba fría, hasta que mi cuerpo se acostumbro y pude bañarme con tranquilidad.

Cepillé mis dientes, vestí mi uniforme y empecé a peinar mi cabello. La misma rutina de todos los días.

Al terminar arreglé mi cama y acomodé los libros, que pedí de la biblioteca al salir el día de ayer, en mi mochila ya que los usaría para las clases de lengua extranjera.

-Voy a pasar.-Anunció mi hermana, entrando con una bandeja de madera y mi desayuno en ella.

Lo dejó sobre la esquina de mi cama y jaló la manga de la bata blanca que usaba dentro de la casa cuando él llegaba.

-Come todo esta vez o te acusaré con Suván por no alimentarte bien.-Sabía que ella me cuidaba, que ellas me cuidaban.

-Lo haré, no te preocupes Vi.-Le sonreí y ella me regresó la sonrisa.-No comes conmigo?

-Sólo traje para ti, debo atenderlo y luego comeré.-Acarició mi mejilla y se fue sin decirme nada más.

Volví a suspirar, odiaba cuando el venía de la nada a molestarnos, pero para desgracia nuestra no podíamos hacer nada. Era nuestro padre después de todo.