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Taehyung se despidió de su madre una vez había llegado a su nueva escuela y bajó del auto.

Acomodó mejor la mochila que se encontraba en su hombro y entró a su nueva y horrible escuela.

Comenzó a caminar hacia su salón, con pasos sumamente perezosos. Bostezó para después abrir la puerta de la pequeña habitación.

Suspiró de alivio al ver como su nuevo asiento estaba completamente vacío. La chica rara no estaba allí, y eso lo ponía un poco de buen humor.

No la odiaba ni nada por el estilo, apenas y la conoció ayer. Simplemente tenía mucho sueño ya que odiaba levantarse temprano y no tenía ganas de escuchar las millones de preguntas que seguramente le hubiera hecho si estaba sentada allí.

Caminó hasta su asiento y tiró la mochila en el suelo. Arrecostó su espalda en el respaldo de la silla y cerró sus ojos por un momento, con lentitud.

Luego de apenas unos minutos la puerta, media gastada ya, del salón se abrió por lo cual el rubio abrió sus ojos.

Y la chica de las pegatinas estaba del otro lado...

Cerró con fuerza sus ojos y con rapidez puso sus manos en la banca para después poner el rostro entre éstas, dando a entender que estaba "dormido"

Rosé, dando algunos saltitos, se acercó a su banca y un puchero adornó sus labios al ver a su compañero en ese estado.

Se sentó y dejó sus útiles escolares en la banca. Miró al rubio, que aún estaba en la misma posición que antes, y decidió acercar su silla un poco más.

—¿Estás dormido?—Preguntó en un murmullo. Al no recibir ninguna respuesta por parte de Tae decidió tocar su mejilla con su dedito índice—Despierta. Despierta. Despierta. Despierta. Hay que despertar.

—¡Oye!—Se quejó—¡Es molesto eso!—Dijo entre dientes.

—¡Oh que bien! Despertaste—Le sonrió al mayor, ignorando por completo la mirada de odio que le estaba dedicando Taehyung.

El rubio tronó su cuello y mordió con fuerza su labio inferior. Miró de reojo a la de cabello rosa. Como ella sacaba unas pegatinas y se las colocaba en la cara.

—¿Estás muy cansado?—Preguntó ella con alegría—Lo digo porque al parecer estabas dormido en tu banca. Debes dormir bien, así no tienes ninguna de esas feas ojeras.

—Si, gracias por el consejo. Lo tomaré en cuenta—Contestó con sarcasmo mientras rodaba los ojos.

Rosé asintió con una sonrisa y luego se dedicó a mirar los brazos de Taehyung. Sus ojitos se abrieron de par en par al ver que había en ellos.

Muchos tatuajes...

—¡Oh!—Dijo y con rapidez pasó sus deditos por los brazos del mayor.

—Oye que-

—¡Que bonitos!—Comentó ella como niña pequeña—¡Me encantan!

Al parecer ayer Taehyung había ido con una campera, por lo cual Roseanne no pudo prestarle atención a los tatuajes ni mucho menos verlos, claramente.

—¡Están super cool!—Dijo Park, mirando con detenimiento cada tatuaje.

—Gracias... eso... creo—Murmuró con un poco de incomodidad.

Esta chica tomaba confianza bastante rápido...

—Son super lindos—Volvió a hablar Chaeyoung con una sonrisa y con un sonrojo.

Taehyung asintió con lentitud, ya que no sabía qué hacer o qué responder y, para su gran suerte, la profesora Jihyo había entrado al salón.

Miró de reojo a su compañera de banco. Ella se encontraba con algunas pegatinas en su cara mientras empezaba a escribir en su cuaderno lo que la profesora escribía en la pizarra, con muchos colores.

Cute Girl [Taerosé]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora