Cute Girl [Taerosé]✔

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Al otro día...

Taehyung abrió sus ojos como pudo debido a las irritantes notificaciones de su móvil. 

Se acomodó mejor en la cama, quejándose debido al leve dolor que se instaló en su cabeza. Parecían punzadas. 

—Será la última vez que tomo cincuenta vasos de alcohol...—Bufó, llevando su mano hacia su cabeza.

Agarró su teléfono y lo desbloqueó, encontrándose con miles de mensajes y llamadas perdidas de su amigo Jungkook.

Soltó otra queja más y nuevamente dejó el celular en la mesita de luz, literalmente tirándolo. Desvió un poco su mirada hacia la derecha.

Tragó saliva cuando se encontró a una pequeña pelirosa durmiendo plácidamente a su lado.

Sus regordetas mejillas estaban sonrojadas y sus manitos hechas puñitos, que estaban siendo tapadas casi por completas debido a que llevaba su buzo amarillo.

Mordió con fuerza su labio inferior, tratando de recordar que demonios hizo o dijo anoche.

"¡Me importas más de lo que una persona me ha importado en toda mi maldita vida!"

Suspiró pesado.

"¡Que eres demasiado hermosa! ¡Que todo tú me tiene completamente loco! ¡Eres como un maldito ángel, mierda!"

Los latidos de su corazón comenzaron a volverse rápidos con cada cosa que recordaba.

"Me tienes comiendo de la palma de tu mano y no te das cuenta Park Chaeyoung"

Nuevamente tragó saliva y llevó una de sus manos hacia su frente cuando el recuerdo del beso llegó hasta su mente.

Bueno, más de un solo beso.

Literalmente la besó casi toda la maldita noche.

—Por Dios Taehyung, actuaste como si jamás hubieses besado a una chica antes—Murmuró al aire y se levantó de la cama con pereza.

Todo su cuerpo entró en pánico cuando escuchó leves balbuceos por parte de Rosé, que estaba moviéndose en la cama.

No podía verla a la cara luego de todo lo que sucedió ayer.

Salió rápidamente de su habitación, yéndose al baño. Se daría una ducha de cinco horas hasta que procese todo lo de anoche.

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11:30 pm.

—Este niño no se ha levantado aún—Dahyun se quejó, observando el reloj—Será la última vez que salga de la casa.

La mujer dejó el delantal arriba de la mesada y salió de la cocina, dirigiéndose escaleras arriba.

Una vez llegó hasta la habitación de su hijo, abrió con brusquedad y enojo la puerta.

—Taeh-

Dahyun se calló rápidamente al ver a una pelirosa sentada en la cama, con sus piernitas cruzadas mientras se refregaba sus ojitos.

La mujer frunció su ceño al ver la ropa que tenía puesta la jovencita.

¿Prendas de su hijo?

—Uh, ¿Chaeyoung?—La nombrada levantó su carita, sonriéndole en grande a la mujer.

—¡Señora Kim! ¡Hola!—Rosé salió de la cama con torpeza, acercándose a ella—¡Buenos días!