Ari y Temo tienen un nuevo perrito que se vuelve en su más fiel amigo. Tras descubrir la enfermedad de Temo, Ari no se separa en ningún momento de su novio al igual que su perrito creando un gran lazo entre ellos
La navidad había llegado, la época favorita de todos y eso incluye a la familia Corcega junto a los López. Ellos agarraban todo el mes de Diciembre para festejar realizando posadas y cenas. Pero esta navidad era mucho más especial ya que toda la familia estaba más unida, la homofobia hacia nuestra pareja ya no existía y hubo más amor.
Era nochebuena y faltaban unas horas para navidad, todos se encontraban en el departamento de doña Blanca como el año pasado solo que ahora con los que no estuvieron. Los niños jugaban mientras los grandes platicaban, Ari y Temo estaban de melosos en el marco de la puerta.
-Te amo guapo- dijo Temo dándole un beso a su novio. -Y yo te amo más mi cosita preciosa- dijo Ari devolviéndole el beso-. ¿No es lindo? -¿Qué cosa? -Ver a toda la familia unida y más en esta fecha. -Si. Creo que esta navidad es la mejor que la pasada y fue la primera que pasamos como novios. -Y más adelante tú y yo la celebraremos en nuestra propia casita cuando nos vayamos a vivir a la Ciudad de México.
Se miraron con una sonrisa y volvieron a unirse en un beso, les llenaba de gran ilusión que pronto ambos se irían a vivir juntos a una nueva cuidad para iniciar una nueva vida.
-¡Chiflando y aplaudiendo!- gritó Pancho asustando a la pareja-. Dejen de besuquearse y ya vengan a cenar. -Si Papancho- dijeron los dos sonrojados.
Los chicos se sentaron junto a su familia a cenar. Tal y como lo dijo Ari ese día la familia estaba más unida que nunca, doña Imelda y doña Crissanta se llevaban mucho mejor, Audifaz convivía más con su hijo y yerno, pero sobretodo aceptó que Eduardo fuera la nueva pareja de Polita, los dos jóvenes y Yolo se habían hecho grandes amigos.
-Oye Aris, ¿dónde dejaste la sorpresa de Temo?- preguntó Polita. -Lo dejé en la casa- dijo Ari-. Pero descuida ma, se quedó tranquilo y se lo entregaré cuando abramos los regalos.
La cena se basó en anécdotas y risas hasta que llegó el momento en que todos se fueron a la sala para abrir los regalos. A todos se les veía una enorme sonrisa al abrirlos. Ari sin avisar salió a su casa por el regalo de su novio y a los pocos segundos regresó con las manos detrás de su espalda.
-Feliz navidad amor- dijo Ari mostrándole el regalo a su novio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡Un perrito!- dijo Temo emocionado al verlo y lo tomó en sus manos-. ¿De verdad es para mí? -Si Tahi. ¿Te gusta? -Me encanta, gracias Tahi.
Temo abrazó a su novio y lo llenó de besos teniendo cuidado de no aplastar al perrito. Aun eran jóvenes para ser papás pero ese nuevo perrito sería como su hijo.
-¿Cómo lo llamaremos?- preguntó Ari mientras veía al cachorro jugando con Hermoso. -Pues es juguetón y un perrito muy listo, me gusta el nombre de Alyster- dijo Temo sin dejar de mirar al cachorro. -Me gusta. Este cachorro nos traerá felicidad a nuestras vidas.
El cachorro corrió y se lanzó en las piernas de sus padres para lamerles la cara. Sin duda ese animalito les traería alegría, pero la felicidad no iba a durar para siempre.
