Capitulo 21

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Al salir del hospital todos se fueron a casa, Ari no dejaba de abrazar a Temo ya que aun estaban tristes. Finalmente habían llegado, todos bajaron y entraron a la casa.

-¿Ya estás bien, Temo?- preguntaron los niños con una sonrisa, pero los mayores se miraron entre ellos.
-Iré a mi cuarto, ustedes tienen que hablar con los niños- dijo Temo mirando a Pancho y a Susana.
-¿Quieres que te acompañe Tahi?- preguntó Ari.
-Gracias amor, pero necesito estar solo en estos momentos.
-Está bien, mañana vengo temprano a verte. Cualquier cosa me llamas.
-Claro que si. Ya no estés triste mi amor, te amo.
-Yo también te amo.

Se dieron un beso y Temo se fue a su cuarto, Diego aun no estaba enterado pero por la expresión en todos supuso lo que pasaba y al ver a Ari salir al patio lo siguió.

-Todo va a estar bien Ari- dijo Diego sentándose a un lado de él.
-Quisiera ser yo quien esté ocupando ahorita el lugar de Temo- dijo Ari con la mirada baja-. Él no se merece esto.
-Yo sé que no, pero lo que menos quisiera Temo es vernos tristes y aunque sea difícil para nosotros tenemos que ser fuertes.

Hubo un profundo silencio entre los dos, Ari pensaba en todo aquello pero en lo que más pensaba era en su aniversario con Temo ya que temía que no llegaran al día, pero su corazón le decía que si llegarían.

-Diego, voy a necesitar tu ayuda y la de Yolo- dijo Ari sonriendo un poco.
-Claro Ari, cuentas con nosotros- dijo Diego también sonriendo-. ¿Qué planeas hacer?

Temo estaba sentado en su cama llorando y en ese momento entraron los tres niños llorando, ya les había dicho la triste noticia. Se acercaron a abrazar a su hermano mayor.

-No te mueras Temo, te necesitamos- dijo Julio en medio del llanto.
-No voy a poder ser feliz sin ti hermanito- dijo Lupita llorando-. ¿Ahora a quién voy a recurrir cuando esté triste y me abrace?
-No te quiero perder hermano- dijo Sebas también llorando.
-Perdonenme mis niños, me duele verlos así porque no voy a volver a jugar jamás con ustedes- dijo Temo rompiendo en llanto-. Denme un abrazo.

Los cuatro hermanos se unieron en un abrazo, Temo no quería que sus hermanitos sufrieran así que quería demostrarles que aun los iba a seguir queriendo. Pancho y Susana miraban aquella escena desde la puerta, el primero lloraba porque le dolía perder a su hijo y su esposa lo abrazó.

-Tranquilo Pancho- dijo Susana dándole un beso.
-Ay Susanita me va a doler perder a mi hijo pero sé que va a estar tranquilo con su mamá- dijo Pancho-. Ven, vamos a abrazar a los niños.

Los dos adultos entraron y envolvieron a en un cálido abrazo a sus cuatro hijos para que no se sintieran tristes.

Fiel a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora