Fiel a tu lado

Capitulo 24

El tan esperado día había llegado, hoy Ari y Temo cumplían su segundo aniversario de novios. Ambos no se habían visto en todo el día pero si se mensajeaban.

Temo ya se terminaba de arreglar, su regalo ya lo tenía guardado y ya solo esperaba el momento para irse. Terminó de colocarse la pañoleta en la cabeza y se miró una última vez al espejo, una sonrisa se dibujó en su rostro.

-¿Cómo me veo Alyster?- preguntó Temo y su perro dio un ladrido como afirmación de que se veía bien-. Sin duda será un día especial.

En otro lado Ari ya estaba arreglado y tomó el ramo de rosas para ir a recoger a su novio.

-¿Ya te vas mi Aris?- preguntó Polita.
-Si ma, ya no puedo esperar más para ver a mi Tahi- dijo Ari.
-Disfruten de su noche y hoy más que nunca hazle saber a Temo que lo amas.

Ari sonrió y salió de su casa para ir a la de Temo a recogerlo.

Temo bajó a la sala para esperar a Ari, Pancho miraba con preocupación a su hijo ya que tenía miedo de que pasará algo pero Ari le aseguró que lo llamaría en caso de una emergencia. Pero en su interior algo le decía que iba a suceder algo. Tocaron la puerta y Temo abrió.

-Hola Tahi- lo saludó.
-Hola mi amor- devolvió el saludo y le dio un beso-. ¿Nos vamos?
-Claro. Nos vemos mañana Papancho.
-Si mijo, te cuidas- dijo Pancho sonriendo-. Te lo encargo mucho Aristofanes.

Los muchachos salieron de la casa y subieron al auto que Eduardo les prestó para que se fueran a su cita. Ambos estaban felices y tenían sus manos entrelazadas.

-Te ves muy guapo, Tahi- dijo Temo mirándolo.
-Gracias Tahi, tú también estás guapo- dijo Ari besando la mejilla de su novio.
-¿Y a dónde vamos a ir?
-Ya verás Tahi, te va a encantar la sorpresa?

Después de unos pocos minutos al lugar fuera de la cuidad en la que Ari rentó una cabaña solo para ellos dos. El rizado estacionó el auto y bajaron.

-¿Qué hacemos aquí Ari?- preguntó Temo.
-Aquí vamos a pasar la noche- dijo Ari sonriendo y pasando una mano por su cintura-. Ven, entremos porque adentro hay una sorpresa.

Comenzaban a caminar cuando Temo sintió como si se fuera a caer pero Ari lo sostuvo, al principio pensó que tropezó con algo.

-¿Estás bien Tahi?- preguntó Ari.
-Si Tahi, solo sentí debilidad en mis piernas- dijo Temo.

Ari se preocupó ante ese comentario pero no quería arruinar ese momento y finalmente entraron a la cabaña.

-Bienvenido a nuestra noche, Tahi.