Primera vez

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Taehyung no quitaba su expresión de miedo. Negó con la cabeza y se abrazó a sí mismo con sus bracitos alejándose otro poco de la chica. Podía sentirla, sabía que ella tenía frío, que hace unos minutos se había sentido sola, lo sabía muy bien pero no quería acercarse, no en ese momento en que se sentía al limite. Ella realmente estaba muy linda ante sus ojos, había visto el color rosa en las flores, en el cielo, en las gomitas que ella le daba, en el interior de las fresas...pero la forma en que se veía en ella, le ganaba a todo lo anterior, como si él rosa hubiese sido hecho solo para ella. Lo llevaba en su delicado vestido, en sus mejillas y en sus labios...aumentando mucho más el desesperante deseo por besarlos.

-Tae...lo único que quiero es que confíes en mi, y me hables, me digas lo que sientes...no quiero que me sigas evitando así.-le dijo triste al ver como él seguía alejándose de ella. Aunque tuviese una idea de lo que le pasara a Taehyung, no entendía porque de un momento a otro cambiaba sin siquiera decirle nada.

El chico bajo la mirada haciendo un puchero negando con la cabeza, aún abrazándose así mismo ahora bruscamente, apretando sus bracitos con sus manitos, casi que enterando sus uñas en el suéter, la castaña lo noto y frunció su ceño en preocupación, podía notar lo tenso que él estaba, y se desespero un poco ya que no era su intención incomodarlo.

Ella se acercó a él y puso su mano su cabello, y orejitas, acariciando, buscando alguna manera de calmarlo, de hacerle sentir que todo estaba bien, él saltó un poco en su lugar pero no se movió, y tampoco lo miro, solo se quedó ahí cerrando sus ojitos con fuerza.

La castaña continuó hasta bajar por sus mejillas y acariciarlas, haciendo que él levantara el mentón solo un poco dejándola ver como su expresión se iba relajando aún con sus ojos cerrados. <habrá alguien más hermoso que él> pensaba mientras seguía con su acción. Él chico más calmado, empezó a ronronear, abriendo un poco su boquita llamando la atención de la chica, fijando su mirada en sus pequeños pero gorditos y rosados labios quedando hipnotizada en ellos haciendo que en un impulso su mano se moviera hacia ellos y los acaricia delicadamente con sus dedos. La colita del chico se erizo un poco pero no abrió sus ojos y tampoco se movió, se encontraba en una burbuja donde tenía todos sus sentidos al limite de sensibilidad para disfrutar de los toques de la chica, quien continuó con las caricias en sus labios, pasando su dedo pulgar casi que por la entrada de su boca haciendo que él la abriera un poco más y atrapara su dedo con sus dientes mordiéndolo muy suave, ella sonrió ladina y dejó que lo hiciera mientras tenía su mirada fija en lo que hacía. Él, aún sin abrir sus ojos, con la punta de su lengua tocó su dedo, empezó a lamerlo lentamente,  y tomó la muñeca de la chica para que no se moviera.

Siguió con la acción, hasta meter el dedo índice de la chica en su boca y chuparlo dejándola sorprendida ya que no esperaba que lo hiciera y tampoco entendió porque lo hizo, sin embargo no se negó. Él abrió sus ojos derrepente conectado de inmediato con los de ella, un Azul intenso, mucho más de lo que los había visto, penetraba su alma quemándola por completo, haciéndola la temblar en su lugar.

Simplemente no se resistió y se lanzó hacia él atrapando sus labios en los de ella, besándolo lentamente disfrutando la suavidad de estos, él soltó un pequeño gemido ahogado por la sorpresa pero de inmediato cerró sus ojos besándola igualmente.

Los corazones de los dos chicos eran como dos grandes tambores, él podía escuchar el de ella y ella podía sentir el de él ya que su mano ahora estaba en su pecho acariciandolo, se encontraban envueltos adrenalina y con una necesidad del otro tan grande que sus estómagos empezaban a doler por el revoloteo de dichas mariposas que se movían por todo su cuerpo.
Buscando más de él, la chica empezó a caminar hacia adelante empujando su pecho haciendo que él retrocediera mientras trataba de seguir el ritmo que ahora ella había impuesto en aquel jugueteo de labios que tenían, y aunque él muy bien sabía que estaba perdido no pensaba parar ya que lo que estaba ocurriendo en el su cuerpo nunca antes lo había sentido. Quería más y más de ella. Todo si fuese posible.

Azul | Taehyung |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora