Introvert Shield

capítulo veintiocho

Tomé del brazo a mi hermano y lo metí al departamento bruscamente. Casi lo llevaba arrastrando, ya que era mucho más alto y pesado que yo.

—Auch —se quejó y yo lo callé en el acto—. ¿Pero qué clase de bienvenida es esta? —preguntó enojado.

—Tú sígueme la corriente, ¿de acuerdo? Sólo sonríe y asiente.

—¿Por qué? No quierooooo.

Lo tomé del brazo nuevamente y yo comencé a reírme estridentemente, a lo cual Samuel, como un buen hermano, hizo exactamente lo mismo. No era muy buen actor, ya que se reía con el ceño fruncido y me hacía señas como de que iba a asesinarme, pero algo era algo.

Pasamos de largo del comedor, donde estaban Taehyung y SungRi, y entramos a mi habitación, en ningún momento parando de reír.
Una vez en mi cuarto, Sam se tiró en la cama con los brazos abiertos.

—¿Y eso qué ha sido? Parecía que me estabas escondiendo.

—No tengo idea de lo que ha sido eso, estoy improvisando, pero tienes que seguir haciendo lo que te diga por ahora.

—No. No quiero —susurró porque le hice un ademán para que hiciera silencio.

—¿Tú eres la sorpresa que decía mamá?

—Síiii —sonrió ampliamente y yo me acerqué para abrazarlo.

Amaba tener a alguien de los míos en casa.

—Estoy feliz de que estés aquí.

—Yo igual.

Tratamos de ponernos al día, pero sabrán que cuando pasa mucho tiempo sin ver a alguien, es imposible contar todo de una sola vez.

—¿CÓMO QUE SE BESARON? ¿VIVIENDO SOLOS? Ah, no, yo mataré a ese tipo —se levantó de golpe de la cama, a punto de salir corriendo para asesinar a Tae. Lo detuve con mi mano y volví a sentarlo.

—No Sam, yo quise que pasara. Es que... a mí me gusta... —murmuré con la cabeza gacha—. Taehyung me gusta mucho.

—¿Entonces por eso hiciste esa escena recién? —asentí lentamente y él se rió—. De acuerdo, te ayudaré.

Después de hablar con mi hermano mayor, salimos de la habitación para comer algo y de paso mostrarle el departamento.

—Bueno, y por último, este es el baño.

—Wow, un baño común y corriente. Increíble —bromeó y yo le pegué en el hombro.

Taehyung nos observaba de lejos, no entendiendo nada, pero al parecer no aguantó mucho solamente mirando, porque cuando volteé, ya lo tenía al lado nuestro.

—Lena, ¿podemos hablar un momento? —preguntó Taehyung.

—¡Taehyung! —Sam se acercó a él y lo abrazó afectuosamente—. Mírate, ya eres todo un hombre. Y decir que eras más bajo que yo, y ahora estamos iguales.

En cuanto dijo eso Samuel, lo pellizqué en la espalda y éste por el dolor, se alejó de Taehyung y me devolvió el golpe.

—¿Me conoces? —indagó Taehyung, sorprendido.

—Ah, no, creo que no... —se retractó Samuel, lloriqueando.

—No, es que así no saludamos los ingleses. Somos muy afectuosos con los desconocidos —mentí y él no se creyó ni una palabra.

—De acuerdo... —contestó con desconfianza—. ¿Podemos hablar? Es importante.

Suspiré y lo seguí hasta su habitación.
Una vez allí, él se cruzó de brazos esperando una explicación.

—¿Qué quieres? —me ponía algo nerviosa estar en su habitación y encima los dos solos. Era un ambiente muy tenso.

—¿Quién es ése y por qué lo metes a tu habitación como si nada? No te olvides de la regla de nada de hombres en la casa.

—¿Ahora te acuerdas de las estúpidas reglas? Se supone que según tus reglas yo tampoco podría estar aquí, dentro de tu habitación.

—No es lo mismo. Él es un extraño.

Así que él no recuerda a Samuel.

Pensé en aprovecharme de eso. Como Taehyung no recordaba a Samuel ya que no se veían hace años, se me ocurrió la brillante idea de mentirle y hacerle lo mismo que él me hacía a mí. A ver si así, reaccionaba de una maldita vez.

Date cuenta de que me amas, Tae. Pensé y me reí para mis adentros.

—Mira Taehyung —coloqué mi dedo índice en su pecho —, ya no seguiré cumpliendo tus reglas. ¿Sabes por qué? Porque ya tengo dinero para pagar mi parte.

—¿En serio? Eso es muy bueno —me dedicó una sonrisa que casi me desmaya.

—Sí, sí. Bueno, ya estoy harta de ti y de tu comportamiento de perrito faldero. Me voy con Sam.

—Pero, pero..  ¡estoy seguro de que ni siquiera conoces a ese tipo, y lo dejaste entrar de una a tu habitación!

—Oh, lo siento, el no es cualquier hombre. En realidad es mi novio.

—¿Qué? ¿C-cómo que tu novio? Nunca me dijiste nada de eso. ¿Estás de novia y nunca me lo dijiste? Entonces el beso...

Se calló al instante y seguía de brazos cruzados, con el ceño exageradamente fruncido. Me sentía mal por engañarlo así, pero debo admitir que me daba satisfacción verlo enojado. Ya era hora de que sintiera lo mismo que yo cuando lo veía con su "amiga".

—Convengamos que tú nunca fuiste tan comunicativo tampoco, así que supuse que así era nuestra relación.

—Nunca te mentí —parecía que con sus tiernos ojitos quería comprarme. Me ponía nerviosa.

—Ya no sé qué es verdad y qué no, de todo lo que me dijiste. Ahora, si me disculpas, hay muchas cosas que tengo que hacer con él.

—¿C-como qué? —su rostro palideció y tragó saliva.

—Ya sabes, lo mismo que haces tú con tu novia.

—Yo-

—No quiero tus explicaciones ahora. Adiós.

Volví al comedor y me llevé a mi hermano fuera del departamento. No sabía bien qué hacía, pero ya lo estaba haciendo.

—Bien, ¿qué es exactamente lo que estás haciendo? —preguntó Sam.

—Le dije a Taehyung que eres mi novio.

Largó una fuerte carcajada y negó con la cabeza.

—Eres tan extraña. ¿En serio lo crees tan idiota como para pensar que se lo creerá? Es decir, nosotros somos parecidos y yo no he cambiado tanto como para que se tarde en reconocerme.

—Bueno, pero por ahora no te ha reconocido y no sabe quién eres, así que tengo una ventaja.

Le expliqué detalladamente mi plan y él cada vez parecía menos convencido.

—Ahora que me dices esto, ya no quiero hacerlo. Sólo vine a visitarte. Nada más quiero ser un turista que pasea por todo Seúl.

—¿Quieres que te compre toda la comida de tu estadía?

—No creas que me vas a poder chantajear, Lena —desordenó mi cabello.

—Es una pena, a dos calles de aquí venden una barbacoa tan deliciosa... pero como aún no tienes wones, realmente es una lástima...

—¡TE EXTRAÑÉ MI AMOR! —gritó para que todo Seúl lo escuchara y me reí.

—Eso es, tu sólo sonríe y coopera.