Por otra parte, Noah se encuentra en su despacho en el hotel principal de la cadena Hamilton. Hoy se ha sentido más estresado que nunca ya que están tratando de cerrar un importante negocio con una aerolínea rusa que pondrá a sus hoteles en su lista de recomendaciones. Sin mencionar que la morena que hace poco se mudó a su casa asistirá a la cena.
Desde que vio a la pequeña morena de ojos oscuros y soñadores no ha parado de pensar en ella. Su tía le dijo que la chica era una persona fría, calculadora y detrás de la fortuna Hamilton, pero ahora no sabía que creer. A veces es tan inocente que es imposible pensar que esa chica podría querer su dinero.
Abrumado por la situación y por su poca concentración decide marcharse a casa. Sube al auto, maneja hasta la mansión y llega al mismo tiempo en el que la morena aparcaba su auto.
Cualquiera pensaría que compraría un auto extravagante y que reflejará su nueva calidad de vida, pero fue todo lo contrario. Eligió un auto no muy llamativo, pero que tampoco que pasa desapercibido.
—Buenas tardes —Saluda al cruzar por su lado sin siquiera mirarlo. ¡Dios! Es imposible no ver sus infinitas piernas o su exquisito trasero. Debía dejar de ver esas piernas o serían su condena.
—¿Qué tanto piensas? —Pregunta Dmitri quien está sentado frente a este en el despacho.
—Esta noche tenemos la cena con los rusos y Sky estará allí.
—¿Por qué esa mujerzuela debe estar allí? —Pregunta Agatha entrando en la habitación.
—Porque ella también es propietaria y los contratos necesitan su firma.
—Esto es una deshora para nuestra familia, necesitamos la firma de una mujerzuela para cerrar tratos millonarios, esa mujer trata de buscar ventaja.
—A mí no me parece que sea así —Habla rápidamente Dmitri. Desde la noche anterior donde terminó en el hospital sus pensamientos han estado revueltos.
—No me digas que estas bajando las barreras, esa chica se beneficiará de ustedes —Habla la señora Agatha y sale de la estancia.
Es hora de subir a prepararse para la cena, nadie está de ánimos, pero no pueden dejar de lado los negocios por su enojo con el abuelo.
Noah sabe que no tiene derecho, no era su nieto legítimo, pero con su decisión está lastimado a Dmitri a quien quiere como mi hermano.
Se da una corta ducha. Se viste con un traje oscuro, una camisa blanca y sin corbata. Detesta tanto usar corbata, sólo la usa para trabajar o eventos especiales. El abuelo siempre lo obligaba a usarlas ya que decía que todo hombre de negocios debía usar una, pero nunca le hizo caso. Termina de peinarse, coloca su reloj, perfume y baja al estacionamiento. Sube a su auto y maneja hasta el restaurante.
El segundo en llegar es Dmitri, le siguen los rusos para finalizar con Sky. Su maravilloso cuerpo va cubierto por un vestido rojo que no es muy formal, pero se ve elegante y sencilla.
ESTÁS LEYENDO
Tú mi destino.
Ficção AdolescenteTan diferentes como el día y la noche, tan distantes como el sol y la luna, tan perdidos como todos y a la misma vez, buscándose por cada paso. Así son ellos, Sky y Noah. El día y la noche, la luz y la claridad, la felicidad y la tristeza, el verano...