Al siguiente día, Sky despierta en brazos de el hombre que se ha metido en su corazón y vida. Sus ojos están cerrados suavemente, su cabello despeinado y su boca levemente abierta, se ve tan relajado y tranquilo.
Se levanta haciendo el menor movimiento posible, va a su habitación, se ducha y va al armario. Se viste con una blusas blanca, un jeans oscuro combinados con unos tacones del mismo color y, un saco de cuadros azules y verdes.
—Buenos días —Saluda entrando al comedor donde están su hermano, prima, cuñada, tías y los niños.
—Buenos días. ¿A dónde tan arreglada? —Pregunta su hermano con una sonrisa.
—Debo ir al albergue ya que en dos días es la inauguración.
—¿Podemos ir contigo? —Pregunta Tobías.
—Claro, pero primero debemos desayunar.
—¿Noah no bajará? —Pregunta Candice.
—Debe seguir durmiendo.
En silencio todos desayunan hasta dejar sus platos completamente limpios. Los niños salen de la mansión para esperar a su madre fuera, pero antes de esta poder salir, Agatha la interrumpe.
—Lograste lo que querías.
—¿De qué está hablando, señora?
—Te casarás con Noah, un multimillonario que incrementará significativamente tu cuenta bancaria, ¿Debo creer que es una casualidad?
—No me importa lo que crea o no.
—No permitiré que Noah se case contigo, de eso me encargaré personalmente —Su comentario hace que el demonio interior en Sky se despierte. Se acerca un poco más a la señora ya que Noah, Dmitri y Candice vienen acercándose, y lo último que desea es que escuchen lo que dirá.
—No se meta en mi camino, se lo advierto, no soy la misma chica que entró por esta puerta hace unos meses y eso se lo puedo asegurar. No permitiré que se meta en mi relación con Noah, lo mejor es que no lo intente porque lo perderá a él —Se separa y sonríe cínicamente hasta que mira en dirección a Noah.
—¿A dónde vas, cariño? —Pregunta este acercándose a ella. Le da un corto beso en los labios y permanece a su lado.
—Iré a revisar el albergue, pasado mañana será la inauguración y debo encargarme de todo.
—Está bien.
Sky sale de la mansión, sube a su auto junto con sus hijos y maneja hasta el edifico que ya está muy bien amueblado.
—El lugar es hermoso y está muy bien decorado —Le dice Sky a Sarah quien será la encargada de administrar el albergue.
—Me alegro de que le guste.
—Es perfecto. Mañana vendrán los encargados a preparar el patio trasero y hoy serán entregadas todas las invitaciones.
—Ok.
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Tú mi destino.
Ficção AdolescenteTan diferentes como el día y la noche, tan distantes como el sol y la luna, tan perdidos como todos y a la misma vez, buscándose por cada paso. Así son ellos, Sky y Noah. El día y la noche, la luz y la claridad, la felicidad y la tristeza, el verano...