Al levantarse el sol, todos los habitantes de la mansión despiertan, hacen sus rutinas diarias y bajan a desayunar.
Sky se viste de forma sencilla, pero elegante. Hoy tiene que reunirse con Martín para firmar los documentos necesarios para hacerse cargo temporalmente de los niños, termina de peinarse y va hasta la habitación donde encuentra a los niños sentados en la cama.
—Buenos días —Los saluda.
—¿Sky, vividemos aquí, contigo? —Pregunta Chantal.
—Sí, mande a unos empleados a que preparen una habitación para cada uno y para que les compren ropa. Una chica de servicio los ayudará a vestirse y luego bajarán a desayunar conmigo.
—Está bien.
Sky deja a los niños en compañía de una chica de servicio. Por primera vez, vio a Tobías sonriendo plenamente y este acto hace que la esperanza florezca en ella. Tal vez, sí sea capaz de cuidar a esos niños.
—Hola —La saluda Dmitri interrumpiendo su paso en los peldaños de la escalera.
—Hola. ¿Cómo estás?
—Bien. Noah me contó de los niños y de que hoy debes ir a ver a Martín, ¿Necesitas que me quede con ellos?
—¿En serio harías eso?
—Claro —Responde con una cálida sonrisa.
—Gracias —Sky lo abraza inconscientemente lo que hace que él se tense un poco, pero después le devuelve el abrazo. Después de desayunar con los niños y que Dmitri se los lleve a la playa a jugar, Sky sale de la mansión con destino a la oficina de Martín. —Buenos días —Saluda al ingresar.
—Hola cariño, tengo buenas noticias —Le informa cuando está toma asiento frente a él.
—¿Cuáles?
—Me hice cargo del asunto de los niños y sólo debes firmar unos documentos para obtener la custodia temporal. También me encargué de inscribirlos en un buen colegio y enviar los uniformes a casa.
—¡Eres el mejor amigo! —Lo abraza.
—Lo sé —Acepta alegre. Ese día ha mejorado significativamente, Dmitri al fin la está aceptando y no tendrá que lidiar con asuntos legales ya que sólo debe firmar unos documentos.
Luego de firmarlos decide volver a casa para darles la buena noticia a los niños, pero la escena que ve hace que su corazón de un vuelco.
Dmitri jugando fútbol en la playa con Tobías mientras que Noah juega tiernamente en la orilla con Chantal. Una inmensa felicidad la aborda, al menos, ellos aceptaron a los niños.
—¡Hola! —Grita ganando la atención de todos.
—Hola, Sky —La saluda Chantal corriendo hacia ella. La morena la toma en brazo y besa sus mejillas.
—Tengo buenas noticias para ambos —Me dirijo a los niños. —Ya terminé de preparar los documentos por lo que se quedarán conmigo, el lunes iniciarán el colegio.
—¿En serio? —Reacciona Tobías emocionado.
—Sí.
—¿Por qué no pasamos el fin de semana en la finca? —Pregunta Dmitri haciendo que los adultos se sorprendan.
—¿En serio?
—Claro, sería bueno pasar un fin de semana lejos de la ciudad. Podríamos irnos esta misma tarde.
—¡Sí! —Gritan los niños.
—Está bien.
—Pues vamos a preparar las maletas —El grupo entra en la gran mansión para preparar sus maletas.
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Tú mi destino.
Ficção AdolescenteTan diferentes como el día y la noche, tan distantes como el sol y la luna, tan perdidos como todos y a la misma vez, buscándose por cada paso. Así son ellos, Sky y Noah. El día y la noche, la luz y la claridad, la felicidad y la tristeza, el verano...