Tú mi destino.

27 (Víctor Jaír)💎

Noah ve a su esposa marcharse furiosa, pero no va detrás de ella. Se queda allí, sentado como un idiota pensando en las palabras que acaba de decir su mujer.

—Oye —Entra Dmitri.

—¿Sí?

—Ya va a iniciar la reunión con los rusos. ¿Estás listo?

—Sí —Se levanta, toma los documentos que están esparcidos sobre su escritorio y sale detrás de Dmitri.

—¿Mi hermana ya vino a hablar contigo? —Pregunta cuando entran al ascensor. Noah marca el primer piso donde está la sala de reuniones y el elevador comienza a moverse.

—Sí.

—¿Y qué pasó?

—Me dijo que si fuese cierto que ella se casó conmigo para irse de la mansión, no tendría sentido que la haya escogido como casa matrimonial.

—En eso tiene razón. Amigo, no soy casado, apenas estoy en mi primera relación estable, pero te daré un consejo. Confía en tu esposa porque ella ha confiado en ti. Ambos juraron frente a un padre y Dios confiar el uno al otro.

—Lo sé —Las puertas del ascensor se abren y ellos salen de este.

Van hasta la sala de reuniones donde ya se encuentran los rusos con los que cerrarán un negocio de suma importancia para comprar un terreno en Rusia para construir un hotel allí.

—Buenos días, sean bienvenidos —Habla Dmitri quien será el encargado de presentarle la idea ante los rusos a quien el traductor les traduce todo lo que el castaño habla. —Hamilton Hotels y Resort cerró un muy buen negocio con Smirnov Airlines hace un tiempo. Desde entonces hemos recibido un sin número de turistas rusos que han incrementado significativamente los ingresos al igual que para ustedes, por lo que les tenemos la propuestas de construir un hotel allí, en Rusia donde los recomendaremos y nos gustaría contar con su apoyo e inversión —El traductor les traduce todo y Alexey Smirnov se ve convencido aunque parece que espera algo o mejor dicho a alguien.

—Gde miss Gamil'ton? —Habla este.

—El señor Alexey pregunta, ¿Dónde está la señorita Hamilton? —Le traduce el encargado.

—Se está encargando de asuntos personales y ya no es la señorita Hamilton, sino la señora Santorini —Escupe Noah con odio y rabia.

El traductor le dice a Alexey la respuesta de Noah en su idioma y su estúpida sonrisa se borra, pero en Noah aparece. Tenía que dejar claro que Sky es su esposa y lo hizo. ¿O no? No confío en ella, no creyó en sus palabras, no le dio la oportunidad de explicar las cosas a su manera y eso lo convirtió en un mal esposo. Se encerró en una burbuja por el temor de que aquellas palabras que les dijo Agatha se convirtieran en realidad. Él ama con locura a Sky y no podría perderla, no puede hacerlo.

—Nos encantaría comprar... —Continúa hablando Dmitri, pero se ve interrumpido por el sonido del teléfono de Noah. Mira la pantalla y ve el nombre de su gran amiga, Sarah.

—Disculpen, debo contestar —Informa. Se levanta, se aleja un poco de los demás presentes y contesta.

¡Sarah, amiga mía!
¿Cómo estás?

Noah y Sarah eran grandes amigos, incluso él fue quien se la recomendó a Sky ya que se conocían desde hace muchos años y sabía lo capaz que ella sería.

Noah, necesito que
vallas urgente al
hospital.

¿Qué? ¿Qué pasó?
¿Estás bien?