Tú mi destino.

17 (Algo nuevo)💎

Al Noah despertar, lo primero que siente es un suave peso sobre su pecho y algo que hace cosquillas en su rostro. Abre los ojos y se encuentra a la perfecta morena en sus brazos, cubierta solamente por un edredón.

Sus ojos viajan a sus perfectos pechos, bajan hasta sus anchas caderas y luego a lo que tiene en medio de las piernas. Poco a poco, la morena comienza a moverse suavemente frotándose contra él haciendo que su erección matutina se endurezca más.

—Buenos días —Saluda aún con los ojos cerrados y la voz más ronca de lo normal.

—Buenos días, preciosa. ¿Cómo dormiste? —Pregunta este y se sienta. Ella imita su acto.

—Bien. ¿Y tú? —Pregunta tímida.

—Bien. ¿Pasa algo?

—¿No te arrepientes de lo que pasó anoche?

—No, ¿Tú sí?

—No, pero...

—Si lo dices por la otra vez, fui un idiota y lo siento, pero no me arrepiento ni lo hice en la otra ocasión. ¿Qué harás hoy?

—No lo sé, tal vez... —Antes de que esta pueda responder, su teléfono comienza a sonar por toda la habitación. Lo toma de la mesita de noche y contesta.

Buenos días.

Buenos días, señorita
Sky. Soy Máximo, le
pedí su número a Martín,
espero que no le
moleste.

Está bien, señor
Máximo. No hay
ningún problema.

Responde ganando una mirada de desaprobación por parte del hombre desnudo junto a ella.

Llamaba para invitarla
a desayunar con unos
grandes amigos con los
que estuve hablando sobre
su proyecto y admito que se
han interesado bastante
en su idea sobre el
albergue y les gustaría
ayudar.

Existe una página para
las donaciones y...

Ellos no desean hacer
donaciones. Le explico,
uno de ellos tiene un
hospital público y le
encantaría asociarse
con usted para que los
niños o las personas
que necesiten atención
médica sean trasladadas
a su hospital.

¿En serio? Esa sería
una gran ayuda.

¿Entonces, acepta
desayunar?

No sé si me dé tiempo
de prepararme y...

No sé preocupe, nos
vemos en una hora.

Está bien, muchas
gracias.

Gracias a usted por
interesarse en ayudar
nuestra comunidad.

La llamada se termina y la mirada de Noah se posa inmediatamente en ella.

—¿Qué quería Máximo? —Pregunta rápidamente.

—Me invitó a desayunar con unos amigos que están interesados en asociarse conmigo para ayudar al albergue brindado lo primordial como servicios de salud.

—¿Y asistirás?

—Sería descortés no ir. Además sería una gran oportunidad.

—Está bien —Ambos se ponen de pie. Noah le entrega una camiseta a la morena y cuando ambos ya están cubiertos, ella abre la puerta para salir, pero es sorprendida por Dmitri.