Los días pasan hasta que se cumple una semana en la que la pequeña familia se ha estado quedando en el departamento y aunque el enojo en Noah ha disminuido, aún no se siente listo para volver a casa. A pesar de esto, Sky le pidió que lo haga.
El auto se detiene en frente de la mansión, los niños bajan corriendo ya que extrañan a su tío, pero Noah se queda inmóvil.
—Noah, debes afrontarlo.
—No sé cómo hacerlo. Sky, no puedo volver a pisar esa casa.
—¿Entonces, te alejarás de tu mejor amigo de toda la vida? ¿Alejarás a los niños de su tío? ¿No le permitirás a Jair crecer rodeado de su familia? Noah, querías un hogar donde nuestros crezcan felices y ese lugar está aquí —Señala la mansión.
—Está bien, pero después te tengo una sorpresa.
—Ok —La joven pareja sale del auto y entra en la mansión.
En el ambiente se siente la tensión cuando Noah se encuentra con Agatha.
—Estoy aquí Agatha, pero seré yo quien hable primero —Habla con indiferencia. —Llamaste al asesino de Mario, le diste la dirección donde vivíamos mis padres y yo solo para que él tomará nuevamente a mi madre y la alejara de papá. Tú mejor que nadie sabes todo lo que mi madre sufrió estando bajo el tirano de Mario, tú la viste llorar cientos de veces recordando el infierno que había pasado, tú viste las cicatrices que ese infierno había dejado en su piel. Tú fingiste estar para ella, pero fuiste quien terminó con su vida aunque haya sido Mario que disparó —Habla Noah mirándola directamente a los ojos. —¿Y sabes qué fue lo que más me dolió? Cuando supiste que Sky y yo nos íbamos a casar, te opusiste a muerte, incluso hiciste artimañas para separarnos en lugar de ser amable con la mujer que yo había escogido para mí. Tú me debías eso, era lo mínimo con lo que podías pagarme.
—Noah, me dejé llevar de lo que sentía por Jair, pero nunca pensé que Mario los mataría —Dice la señora. —Sky, como hoy tú amas a Noah, yo amaba a su padre. Él fue el amor de mi vida y temía que si Noah seguía a tu lado, terminaría como su padre. Por eso, quiero pedirte perdón por todo lo que te hice en el pasado.
—Agatha, yo no tengo nada en contra de usted. Es mi tía, nos agrade o no, y fue usted quien salvó a Noah. Usted pudo alejarse de él y dejarlo a su suerte, pero en cambio se convirtió en su madre y le dio un hogar. Un hogar donde fue feliz y se lo agradezco porque gracias a eso lo conocí. No tengo nada que perdonar —Habla la mujer con el corazón más grande del mundo.
—Noah, también quiero pedirte perdón —Habla Agatha.
—Cuando la mujer a la que le hiciste tanto daño fue capaz de perdonarte y agradecerte, yo también lo soy —Por primera vez, desde que Sky llegó a vivir a la mansión, no se siente un aire de tensión sino de felicidad pura. —Sky, vamos.
—¿No se quedarán aquí? —Pregunta Dmitri.
—Tengo algo que mostrarle a mi esposa, luego volvemos.
—Ok.
Los esposos salen de la mansión y Noah maneja hasta una gran mansión de color blanco con aspecto griego.
—¿Qué es esto?
—Queríamos un hogar donde criar a nuestros hijos y que nuestra familia crezca felizmente, este es nuestro hogar.
—¿En serio? —Sus ojos se inundan de lágrimas .
—Sí, mi cielo.
Tienen un hogar, una familia y un gran amor que deben cuidar.
Un años después.
—Hola, princesa. ¿Dónde está tu papá? —Le pregunta Sky a su pequeña hija de seis años quien acaba de entrar en la cocina.
ESTÁS LEYENDO
Tú mi destino.
Novela JuvenilTan diferentes como el día y la noche, tan distantes como el sol y la luna, tan perdidos como todos y a la misma vez, buscándose por cada paso. Así son ellos, Sky y Noah. El día y la noche, la luz y la claridad, la felicidad y la tristeza, el verano...