Capítulo 21: Un giro inesperado

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Narra Jade

Nadie realmente sabe el sobreesfuerzo que estoy haciendo para no dirigirle ni una mirada a Malfoy. Sufrí mucho cuando volvimos de su casa, de verdad pensé que sería otra persona, o al menos conmigo... Pero no, es el mismo idiota de siempre, sin corazón y sin amor.

'Te has vuelto fría como el hielo'

Las últimas palabras que me dirigió el chico fueron como puñales en el corazón pero yo me negaba a seguir permitiendo que me trate como a una basura. Hui de mi vida muggle precisamente por ese tipo de personas que solo quieren hacer daño a los demás, y ya no pienso permitírselo a nadie.

Desde ese día no hemos vuelto ni a cruzarnos por un pasillo, obviamente nos vemos pero no nos miramos. Lo prefiero así. No le quiero como amigo, ni siquiera como compañero.

...

Ya estamos a finales de octubre y, por fin, vamos a comenzar con el torneo de los tres magos. ¡Es emocionante!

-He oído que un chico de la escuela Durmstrang es bastante mono.-Le dijo Hermione a Ginny, lo que causó que Ron se sintiera celoso.

-¿Ah, si? Pues entonces habrá que conocerle.-Dije yo con una sonrisa, a lo que mis amigas se empezaron a reír.

En ese momento, los estudiantes de cada escuela hicieron su entrada triunfal a la sala. Fui corriendo hacia mi asiento junto a Daphne para ver cómo iba a suceder la ceremonia.

-Buenas tarde alumnos, en este momento se va a proceder a la elección de los tres representantes en el torneo de los tres magos. De este cáliz saldrán tres nombres, uno de cada escuela. Comencemos.-Dijo el profesor Dumbledore.

La tensión en la sala era palpable y el silencio era ensordecedor.

-De la escuela Beauxbatons, la señorita Fleur Delacour.

Aplausos.

-De la escuela Durmstrang, el señor Viktor Krum.

De fondo se oía como la gente coreaba su nombre. Creo que este es el chico tan guapo que decía Hermione. Sonreí, a lo que noté como alguien me miraba con cara de asesino. Malfoy.

-Y por último, de la escuela Hogwarts, el señor Cedric Diggory.

Un gran aplauso estalló de entre todos los alumnos de Hogwarts, excepto de la mayoría de los Slytherin. Para ellos, que un Hufflepuff vaya a ese torneo es casi como una ofensa. Idiotas.

En ese momento, apareció otro nombre desde dentro del cáliz, la cara de asombro del señor Dumbledore lo decía todo, de él y de la mayoría de los asistentes.

-¿Un cuarto papel? ¿Eso qué significa?-Preguntó Ginny a su hermano.

-Es algo increíble, nunca había pasado.-Contestó él.

-Al parecer este año será el torneo de los cuatro magos... Sigo impresionado... Y, de la escuela de Hogwarts...

Silencio absoluto.

-La señorita Jade Clarke.

-¿Cómo es posible? No tiene 17 años.-Gritó un chico de Ravenclaw.

-No doy crédito.-Dijo el profesor Snape mirando al señor Dumbledore.

Todos los presentes empezaron a gritarme, a decir cosas de mi sin ningún sentido. ¿Cómo es posible que mi nombre haya aparecido si no lo pude poner en el cáliz? No entiendo nada, quiero huir de aquí ya.

Salí corriendo de la sala y me encerré en los baños. Quería desaparecer.

Narra Draco

-La señorita Jade Clarke.

¡¿CÓMO?! ¿Jade va a participar en el torneo? Esa sucia muggle... ¿Quién se creer que es para poner su nombre en el cáliz?

La miré con cara de asombro, se la veía agobiada e incómoda. La situación le estaba sobrepasando. Va a llorar.

Efectivamente, salió corriendo a llorar. Típico de ella.

Me levanté a hablar con el profesor Snape.

-Profesor, ella no puede participar en ese torneo. Es menor de 17 años. Es imposible. Tiene que hacer algo.-Le dije.

-No se puede hacer nada Malfoy, lo que dictamina el cáliz es lo que se debe hacer.

-Pero es realmente imposible, ella no ha podido poner su nombre.

-No, pero otra persona con más de 17 años sí.

-¿Qué quieres decir?

-Que tendrás que averiguar cómo ha sucedido esto, Malfoy.

¿Yo? ¿A santo de qué? Me importa poco que vaya o no. Aunque va a salir mal parada de esta, estoy seguro.

Narra Jade

La cabeza me daba vueltas, sentía que de un momento a otro me iba a desmayar. Yo participando en ese torneo, si no se hacer ni el Alohomora. Tengo miedo.

Salí del baño tambaleándome, a punto de desplomarme cuando alguien me sostuvo por la espalda para que no cayera.

-Hey, Jade. ¡Jade! Despierta, ¿estás bien? Casi te caes.-Dijo una voz que no supe reconocer.

-Sí, estoy bien. ¿Qué ha pasado?-Pregunté al muchacho que me sostenía. Era Cedric.

-Te has desmayado, no te encuentras muy bien después de la ceremonia de elección...

-Ah sí, eso... Sigo sin entenderlo Cedric, yo no puse mi nombre...

-Lo sé Jade, yo creo en ti.

-Será mejor que vaya a hablar con el profesor Dumbledore, él sabrá que decirme.-A lo que dije y me fui no sin antes agradecerle a Cedric que me ayudase y que confiara en mí.

Fui lo más rápido que pude a ver al señor Dumbledore para buscar respuestas.

-Profesor, necesito explicaciones...

-Jade, ni tan siquiera yo sé cómo es posible... ¿De verdad no pusiste tu nombre en el cáliz?

-Se lo juro señor, nunca haría algo así. ¡Si no seré capaz de pasar una prueba! Créame por favor, ni siquiera quiero ir.-Dije con tono triste.

-Me temo que eso no será posible señorita Clarke, tendrá que participar sí o sí. Y espero que haga lo mejor que sabe hacer.

Amortentia - Malfoy & ClarkeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora