Amortentia - Malfoy & Clarke

Capítulo 42: Comienza la guerra

En cuanto me alejé de Draco fui a buscar a Theodore, tenía cuentas pendientes con él y las iba a solucionar antes del fatídico final que se aproximaba.

-Hey Jade te estaba buscando.-Dijo él.

-Theodore, tenemos que hablar. Me gustas mucho y eso es innegable pero no siento por ti lo que tú sientes por mi. Me da pena, podríamos haber sido una pareja de diez, pero ahora mismo no estoy preparada para relaciones, no puedo pensar en cosas buenas cuando se avecina lo peor. Lo siento mucho.

-No te preocupes Jade, quería hablar contigo sobre esto. Coincidimos, no es el momento. Podrás contar conmigo siempre que lo necesites, no lo dudes.-Me besó la mejilla y se marchó.

Una cosa menos.

Me dirigí ahora en busca de Herms, Harry y Ron.

-Jade... estás...-Dijo Hermione al verme los ojos.

-Ha intentado asesinarme.-Le contesté.

-Tranquila, estás a salvo con nosotros.-Contestó Harry.

-Ese desgraciado de Malfoy las va a pagar caras.-Dijo esta vez Ron.

Les conté lo ocurrido, lo de las varitas gemelas...

-Así que era él quien tenía la otra gemela... ¡Qué casualidad tía!-Dijo Herms.

-Gracias a eso no pudo matarme.-Proseguí.

El tiempo pasaba muy rápido, la amenaza de los mortífagos y Voldemort era cada vez más preocupante. Cada vez se acercaban más al castillo.

Con Hogwarts sin la protección del mejor mago, Albus Dumbledore, estábamos todos los residentes vendidos ante el peligro, pero dispuestos a luchar.

Por el contrario, Harry, Hermione y Ron se marcharon en busca de los horrocruxes para poder destruir a mi queridísimo padre.

Draco se marchó del castillo la noche en la que casi me mata, ha definido por completo su posición y no es precisamente la de mi lado.

Estaba en la biblioteca con Daphne y un grupo más de Slytherins intentando aprender conjuros que nos pudieran ayudar a protegernos y a atacar en el esperado momento cuando alguien irrumpió.

-Señorita Clarke, venga conmigo.

Era el profesor Snape.

Llegamos a su despacho, no estaba entendiendo qué es lo que quería de mí ahora.

-Tome asiento.-Me señaló la butaca al lado de su mesa.

-¿Qué es lo que pasa?-Pregunté.

-No podrá contar lo que voy a transmitirle, es información confidencial, pero creo que usted debe saberla por el bien de todos.

Esperé expectante a que continuara.

-Se de buena tinta que Voldemort tiene como único objetivo acabar con usted, estoy casi seguro de que en tres días llegará a Hogwarts con todos sus secuaces, como mucho cuatro días. Tenemos que afrontar e ir a la guerra Clarke, podremos contra ellos.

Las palabras de Severus calaron hondo en mi corazón, sabía de sobra que la culpable de todo esto era yo y eso hacía que me sintiera la peor persona del mundo. Comencé a llorar.

-Clarke, llorar es de valientes. Pero tenemos que afrontar nuestros errores y los problemas que se nos presentan en el día a día.

-¿Cómo puedes afrontar el asesinato de Dumbledore, Snape?-Solté.

-De la misma forma en la que tú afrontas que la persona que amas ha sido la que más daño te ha hecho, incluso casi te asesina, Jade.

-¿Por qué? ¿Qué te hizo? Él te lo dio todo siempre. ¡Has sido un cobarde!-Le reproché.