Capítulo 29: Por tiempo ilimitado

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Narra Jade

Los días pasaron sin más para el resto de la escuela. Desde la noche de la final del torneo no salgo de mi habitación.

Tengo miedo, estoy verdaderamente asustada, ese señor va a venir a por mí y yo no voy a ser capaz de defenderme. No me mató por compasión aquella vez, pero a la siguiente no habrá más oportunidades.

No hablaba con mis amigos, ni siquiera con Daphne que dormía a dos metros de mi.

Nadie se preguntaba por cómo estaba, o al menos nadie me lo hacía saber.

La muerte de Cedric me afectó muchísimo, sentía que no amaría a nadie como le amé a él.

-Jade, el profesor Snape quiere que vayas a su despacho ahora mismo.-Dijo Daphne, ella me daba los mensajes ya que era la única que podía entrar en mi habitación.

-Gracias Daphne, ahora mismo iré.-Me levanté y fui como cuerpo sin alma por todo Hogwarts hasta llegar al despacho del profesor.

Por donde pasaba todos me miraban.

-Es ella, dicen que está loca. Según cuenta se encontró con quien tu ya sabes, eso es imposible, está muerto.-Escuché decir a una chica Ravenclaw.

-Y si está muerto ¿por qué tienes tanto miedo de llamarle por su nombre? Idiota.-Le escupí.

Ya no iba a ser la Jade de antes del torneo nunca más y lo decidí la noche en la que me enfrenté a la realidad sobre mi vida.

Llegué al despacho, entré y me senté en una silla.

-Buenos días señorita Clarke, hace días que no disfrutamos de su presencia.

-Hola profesor, hace días que dejé de existir.

-No digas eso Jade, vamos a hablar las cosas.-Intervino el señor Dumbledore.

-Adelante, explíquenme que es lo que sucedió aquella noche porque no encuentro respuestas a mis preguntas.

-Está bien, pregúntenos señorita Clarke.-Dijo Snape.

-¿Es cierto... que... bueno, que el señor tenebroso es mi padre?

Albus Dumbledore suspirando con resignación. Su respuesta no me iba a gustar.

-Por desgracia sí querida Jade.

-¿Y ustedes dos lo sabían y no me dijeron nada?

-Creímos que ocultarlo te protegería.-Intervino Snape.

-Vieron que se equivocaron y, de este modo, no supe enfrentarme a mi padre.

-Lo reconocemos Jade, tendríamos que haberte advertido.-Dijo ahora el director.

-Bueno, ahora eso ya es agua pasada. Lo importante es lo que viene a continuación. Él me dejó bien claro que viene a por mí, que va a matarme. ¿Cómo vamos a actuar ante esta amenaza señores?

Mi tono vacilón no podía ocultarse, realmente pensaba que ya no habría solución para esconderme del señorito oscuro.

-Jade, lo hemos meditado y creemos que lo mejor es que, hasta que no acabemos con quien tu ya sabes, deberás volver a tu casa y a la vida muggle. Él allí no podrá encontrarte, por eso no te ha encontrado hasta ahora.-Dijo Dumbledore.

-¿Sí? Pues adelante, mañana mismo me voy a casa. Permítanme que me despida de alguien.

-Por supuesto, a primera hora saldrá su tren.-Dijo Snape.

Y me marché a empaquetar todas mis pertenencias.

No puedo creer que vaya a volver a mi casa en Londres, que ganas de desaparecer y de poder dormir tranquila.

Por la noche fui a despedirme de Hermione, Ginny, Harry y Ron.

-No te preocupes Jade, podrás volver pronto estoy seguro.-Dijo Harry.-Acabaremos con él lo antes posible.

-Amiga, te voy a echar mucho de menos.-Me abrazó Herms, a lo que la siguió Ginny y Ron.

-Tened cuidado, os quiero mucho chicos.

Y me fui intentando no llorar. De la última que me despediría sería de Daphne.

Era ya la hora de dormir, volví a la sala común de Slytherin. Allí estaban Pansy y su grupito de amigas odiosas junto a Malfoy y sus amigos también odiosos (menos Zabini).

Cuando entré todos se quedaron en silencio hasta que Pansy intervino, como no.

-Clarke, ¿es cierto lo que dicen los rumores sobre ti?

-Si me dices cuales son los rumores te responderé Parkinson.

-Bueno, se dice que mañana te vas de Hogwarts y no estarás el próximo curso.

-Pues sí, es cierto, mañana me piro.

-¿Y por qué? Si se puede saber.

-Para no verte la cara Parkinson.- Y le saqué los dedos del medio y la lengua.

Algunos de los presentes comenzaron a reírse.

Algunos menos Draco, el cual parecía bastante serio.

Se levantó, me agarró del brazo y me sacó de la sala común.

-¿Qué es eso de que te vas? Estarás de coña ¿no?-Me dijo él.

-En absoluto, por fin te libras de mi Malfoy y por tiempo ilimitado. Esto sí que es un ofertón.

-Jade, no quiero deshacerme de ti. Nunca he querido.

-No digas chorradas Malfoy, nunca has disfrutado de mi presencia. No vengas a quedar bien ahora que me voy a ir.

-¿Y dónde te vas? Al menos dime eso para poder enviarte lechuzas.

-No puedo decírtelo, me voy precisamente para ocultarme.-Me arrepentí al segundo de contarle eso.

-Jade, no me digas que voy a perderte la pista indefinidamente.

-Es lo que hay, y no me llames Jade. Para ti soy Clarke. Que te vaya bien Malfoy, ten cuidado con lo que tienes en casa.

Y me marché

Narra Draco

Me sentía destrozado, mi ex amiga se marcha sin haber podido arreglar nuestras diferencias pero es que ella no quiere y a veces la entiendo porque me porté como un capullo.

No puedo hacer nada para impedirlo, realmente mi familia está involucrada en esto y, tarde o temprano, me involucrarán a mi.

Lo mejor será que se vaya, olvidar su existencia y que viva tranquila y feliz.

-Draco amor ¿qué es lo que te pasa? ¿No será por Clarke no?

-¡Cállate Pansy! Lo último que necesito es que metas el dedo en la herida.

Estaba irascible, no quería rendirle cuentas a nadie. Empecé a distanciarme de todos. Solo me importaba una cosa.

Mi pequeña Clarke.

Narra Jade

El tren salió bastante temprano, mi familia vino a recogerme a la estación. Estaba feliz de poder verles y de saber que pasaría un tiempo con ellos.

-Tía Amelie, que alegría verte.

-Jade cariño, estás hecha una mujer, estás preciosa. Vente que tu tía te abrace.

Mis hermanos ya eran casi tan altos como yo pero seguían siendo mis pequeñajos.

Sabía que hoy era el día en el que todo iba a cambiar, mi vida muggle de vuelta.

Con todas las consecuencias.

Amortentia - Malfoy & ClarkeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora