Amortentia - Malfoy & Clarke

Capítulo 12: Como en casa

A la mañana siguiente me desperté con un dolor de cabeza horrible. Estuve hasta bien entrada la noche con los ojos como platos sin parar de pensar en las palabras que tuve anoche con Draco. En la decisión de la escuela que me impediría ver a mi familia estas navidades. En qué casa iría a parar...

Me di una ducha, me vestí sin ganas.

Cuando salí de la sala común de Slytherin me dirigí al gran comedor para desayunar aunque no tenía mucha hambre. De un momento a otro dirían a qué casa me voy estas vacaciones.

Me senté al lado de Daphne, ella también estaba nerviosa por saber a quien acogería en su casa.

Una vez todos en el comedor, el profesor Dumbledore se dispuso a asignarnos.

-Buenos días queridos alumnos, ha llegado el momento de la asignación. Conforme os vayamos nombrando, tendréis que salir juntos del comedor, la profesora McGonagall os espera para daros una serie de consejos.

Se hizo el silencio, y procedió.

El profesor Dumbledore fue nombrando a diferentes personas que permanecerían en el castillo de no ser por la situación y prosiguió con una de mis amigas. O eso creía yo.

-Hermione Granger. Usted irá a casa de los Patil.

Bueno, Hermione no ha tenido mala suerte. Me alegro por ella.

-Harry Potter. Usted irá a casa de los Weasley.

Qué alegría ir a casa de un amigo. No recordaba que Harry vivía con muggles.

-Jade Clarke. Usted irá a casa de los...

'Greengrass'

-Malfoy.

Ni de puta broma Dumbledore.

-¿QUÉ? Ni hablar, prefiero morir.

-Señorita Clarke, salga del comedor por favor.-Me dijo el director.

Salí refunfuñando, no pensaba ir a casa de los Malfoy. Dumbledore me dijo que me alegraría la decisión. Una mierda.

-¿Qué le sucede señorita Clarke?-Me preguntó Minerva.

-No pienso ir a casa de este.-Señalé a Draco.

-Ni yo tampoco quiero que vengas a mi casa, estúpida.-Me contestó Draco.

-Calmaos chicos, no es para tanto, son solo dos semanas.-Intentó apaciguar McGonagall.

-Profesora de verdad, no sabe lo que significa para mí estar acompañada de Malfoy. No quiero ir.-Y salí corriendo mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.

Me encerré en los baños para poder desahogarme con tranquilidad. Pero alguien me siguió.

Llamaron a la puerta. No respondí.

Volvieron a llamar, seguía sin dar señales.

Alguien se sentó apoyando la espalda a la puerta.

-Jade soy yo, Herms.

En ese momento, más lágrimas caían por mi cara. Pensaba que había perdido a mi mejor amiga.

-Hola Herms, no tengo muchas ganas de hablar.

-No te preocupes, hablaré yo. Aunque nos hayamos distanciado estos últimos meses, quiero que sepas que puedes contar conmigo para cualquier cosa.

-¿Por qué te distanciaste de mi, Herms?

Un suspiro.

-Jade, pensé que estabas coladita por Ron.

Silencio.

-Deberías haberlo hablado conmigo.

-No parabas de mirarle en el comedor, las clases...-Me reprochó mi amiga.

-No Herms, no miraba a Ron. Miraba a Harry.

Otro silencio.

-¿Estás enamorada de Harry?-Me preguntó.

-¿Estás enamorada de Ron?-Le pregunté.
Contestamos a la vez las dos que sí.

Un mini risita se nos escapó.

-Y... ¿qué hay de Draco?.-Me soltó.

Otro silencio más largo.

-No quiero hablar del tema.

Salí del baño y le di un abrazo a mi amiga.

En ese momento, entró Harry.

-Bueno, yo ya me iba. Hablamos más tarde Jade.-Hermione se marchó.

Nos quedamos solos, Harry y yo, nadie más.

-Jade, ¿estás bien? ¿Draco te molesta? Me encargaré de que te deje en paz.

-No te preocupes Harry, lo tengo todo bajo control.-Mentí.

Harry se acercó y me dio un abrazo largo, de esos en los que te sientes como en casa. Como cuando estás sentado al lado de la chimenea en pleno diciembre.

-No voy a permitir más que te hagan llorar ¿entiendes?-Me dijo.

En ese momento me armé de valor, no soportaba más la idea de sentirle lejos y tenía que decírselo ya. Lo necesitaba.

-Harry, hace tiempo que busco las palabras exactas para decirte lo que te voy a decir. No se si estaré haciendo lo correcto pero debo soltarlo.

Mi miraba con ojos impacientes.

-Harry, yo...

-Yo también, Jade.

Y me besó.