No lograba descifrar si las casualidades me molestaban o me gustaban cuando se trataban de aquel chico desconocido
- ¿Otra vez tu? Si que no aprendes las lecciones – dijo el apuesto guitarrista, mientras regresaba hacia donde estaba y se paraba enfrente de mí, con una sonrisa burlona
- ¿Yo? Al parecer tu no sabes ni caminar - dije. Revisé mi cámara, asegurándome de que todo se encontrara en orden. Presioné por accidente el botón que dejaba ver las fotos tomadas y justamente apareció una del chico
- ¿Ese soy yo? Debí haberte gustado mucho – Dijo mientras se colocaba a un lado de mi y veía hacia mi cámara que aun tenía a la altura de mi pecho. Colocó su mano sobre la mía para acercar la cámara hacia su rostro y para ver las demás fotos. Para mi mala suerte, a continuación, había bastantes fotos de él.
-De hecho, ninguna es buena, no ayudaste en mucho – Dije mientras le quitaba mi cámara de sus manos
- ¿Estas bromeando? Deberías agradecer, te hice un favor
-Tu egocentrismo no sirve de nada
-Pues al parecer sirvió para llamar tu atención
¿Qué este chico no puede ser un poco menos narcisista? Me dediqué a ignorarlo y seguí mi camino
- ¿Ves? Te dejé sin palabras – Gritó desde detrás de mi
Solo lo ignoré y seguí caminando. Seguramente no era a lo que estaba acostumbrado. Un tipo como el debía de tener siempre a un montón de chicas a su alrededor alabándolo y rogando por su atención. Un motivo mas para no desperdiciar mi tiempo con él. Salí del recinto y pedí un taxi para llegar a mi casa. Subí en el y mi mente estuvo divagando todo el viaje. Realmente la había pasado bastante bien, estaba feliz de poder trabajar en algo que me hacía feliz. Lo pensaba muy seguido y me daba cuenta de que soy muy afortunada, he vivido muchas experiencias y conocido mucha gente nueva gracias a lo que me dedico y disfrutaba mucho de ello. Llegué a mi casa y entré en silencio, no me gustaba interrumpir el sueño de mis padres. Cerré con cuidado la puerta y me dirigí a subir las escaleras. Llegué al segundo piso y vi la puerta de la habitación de mi hermana entreabierta y su pequeña cabeza asomándose al pasillo.
- ¿Cómo te fue? ¿Qué aventura viviste ahora? ¿conociste chicos lindos? -Preguntó aun con solo su cabeza asomándose al pasillo
-Bien, nada muy interesante, y ya ve a dormir, es tarde – Respondí una a una sus preguntas, evadiendo la última. Ella era menor que yo, era una adolescente de catorce años y estaba en la etapa donde sus hormonas se encontraban muy alborotadas pensando que todo en el mundo se trataba de chicos lindos.
-Anda, solo cuéntame un poco - Salió de la habitación y se paró frente de mi poniendo sus manos en modo de súplica. Suspiré.
-Brandon Urie es mas guapo en persona que en fotos - dije resignada
Dio pequeños brincos de emoción y la hice entrar en su habitación. Cerré su puerta y seguí hasta llegar a la mía. Me saqué los zapatos, dejé mi equipo en su lugar y me tiré a la cama. No hay momento del día que disfrute más que estar en mi cama. Ese era mi lugar seguro, siempre sentía felicidad al estar enrollada entre todas las sabanas. Mi celular vibró un par de veces así que lo tomé y encendí la pantalla para ver de qué se trataba.
"@luke_patterson te ha seguido" Se leía en la notificación de instagram. Solo por curiosidad entré a ver de quien se trataba. El pésimo conductor otra vez. Su nombre era Luke y me había encontrado sin siquiera saber mi nombre. Por un impulso comencé a revisar su perfil y la verdad tenía fotos bastante buenas. Y el era lindo. Sin tomar en cuenta su pésima actitud, en realidad era muy guapo. Pero de nuevo, no debería estar tomándole tanta importancia, así que mejor arrojé mi celular lejos y me puse mi pijama para ir a dormir.
(***)
Desperté gracias al sonido de mi alarma, tomé mi celular que estaba en un buró al lado de mi cama y lo apagué. La mañana estaba soleada, unos hermosos tonos anaranjados se colaban por entre las cortinas de mi ventana y daban hacia mi cama. El día de hoy tenía trabajo, iría a una sesión de fotos con una banda local. No me dieron los detalles, el trabajo era de un compañero, pero el no pudo asistir así que yo lo cubriría. Tomé una ducha, me vestí y me maquillé. Salí de mi casa sin desayunar, cargada con todas mis cosas caminando hacia el centro de la ciudad. Una de las ventajas de vivir cerca del centro es que podía llegar caminando a todas partes, y era algo que disfrutaba bastante. El ir con mis audífonos sintiendo la brisa del aire y la luz del sol empapándome era muy satisfactorio. Después de algunos minutos, llegué al edificio donde se encontraba el estudio en el que trabajaría. Entré y me dirigí al ascensor. Subí en el y un chico llegó corriendo, impidiendo que las puertas se cerraran y subió en él. El ambiente se sentía tenso de alguna manera, había mucho silencio, ni siquiera había esa típica música de ascensor.
-Lindos pantalones – dijo el chico apuntando a mis pantalones y le sonreí
-Lindas botas – dije, mirando hacia abajo, en realidad el estilo del chico era bastante bueno; una camiseta blanca y pantalones negros se complementaban bien con una camiseta roja con negro de cuadros atada a la cintura y botas negras. Además, parecía agradable.
-Reggie, mucho gusto – estiró su mano hacia mí
-Blair, encantada – estreché su mano y las puertas del ascensor se abrieron, bajamos ambos de el
-Al fin, ¿Dónde te habías metido?
Esa voz me sonaba familiar, miré hacia enfrente y vi que era él otra vez.
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𝘊𝘖𝘕𝘎𝘌𝘓𝘈𝘋𝘖 // Luke Patterson // JATP // *en edición* TERMINADA
Fanfiction¿𝘘𝘶𝘦 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘢𝘣𝘪𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥𝘦𝘴 𝘩𝘢𝘺 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘦𝘳 𝘢 𝘵𝘶 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥𝘦𝘳𝘰 amor 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘤𝘢𝘴𝘪 𝘵𝘦 𝘢𝘳𝘳𝘰𝘭𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶 𝘢𝘶𝘵𝘰? 𝘗𝘶𝘦𝘴 𝘢𝘴í 𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘓𝘶𝘬𝘦 𝘗𝘢𝘵𝘵𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯 𝘭𝘭𝘦𝘨ó...