𝘊𝘖𝘕𝘎𝘌𝘓𝘈𝘋𝘖 // Luke Patterson // JATP // *en edición* TERMINADA

dieciocho

10 pm

Salí corriendo de mi casa, Reggie y Alex ya estaban ahí, con la camioneta encendida esperando a arrancar. Subí rápidamente en ella y Alex conducía a varios kilómetros por hora por arriba de lo permitido. Nadie hablaba. El único sonido que había era el de los autos que hacían sonar el claxon como molestia de lo mal que Alex estaba conduciendo. No sabía cómo se la estaban pasando los demás, pero yo no me había permitido si quiera llorar. No sabía como procesar todo eso, solo seguía en shock.

10:10 pm

No pude esperar a que la camioneta terminara de frenar cuando bajé de un salto y corrí hacia la entrada del hospital. Me dirigí hacia recepción y con la respiración agitada comencé a preguntar por Luke

- Patterson, Luke Patterson, ¿Dónde está? – Reggie llegó a los segundos y se quedó al lado de mí, viendo a la señorita de recepción con el mismo gesto de angustia que yo

- LUKE PATTERSON, ¿DÓNDE ESTÁ? – mi voz se comenzaba a alzar inconscientemente, mis intenciones no eran ser grosera, pero necesitaba asegurarme de que Luke estaba bien

- Reggie – una mujer apareció de repente, me sorprendió lo mucho que se parecía a Luke, ella debía ser su mamá. Al verla, Reggie fue a abrazarla y ella cayó destrozada en sus brazos. Alex llegó y se quedó a poca distancia de ellos. Cuando la mujer vio a Alex, se dirigió a abrazarlo también a él. Cuando ella aun tenía su barbilla sobre el hombro de Alex me vio, y no supe que hacer. No sabia que decir, su hijo estaba quien sabe como y nunca la había visto antes. Pero si mi mundo se estaba derrumbando, ella debería estar peor.

- Yo... lo siento, yo soy... - comencé a decir, pero ella me tomó la mano y me vio a los ojos

- Se quién eres, linda – me abrazó y mi mente había terminado de poner las cosas en su lugar. Al darme cuenta y ser consiente de todo lo que estaba pasando, por fin rompí a llorar. Estaba sacando todo lo que tenía acumulado, y, debió de ser bastante intenso porque Alex y Reggie se acercaron a mí y me rodearon con sus brazos. La mamá de Luke estaba admirando la escena, mientras nosotros, la familia que Luke había conseguido sin esperarlo, estábamos cayendo.

10:20 pm

Nos instalamos en la sala de espera y la mamá de Luke, de nombre Emily, junto con su papá, nos pusieron al corriente de lo que sabían hasta el momento. Al parecer alguien chocó el auto de Luke y este se volcó, encontraron a Luke inconsciente y en ese momento aún seguía así. Emily no pudo darnos más detalles porque sus lágrimas y sollozos comenzaron a cortarle la voz, mientras su esposo la estaba consolando, y nosotros tampoco queríamos incomodar. Nos limitamos a darles todo nuestro apoyo y nuestra fuerza. Lo único que nos quedaba era esperar.

11:00 pm

Aun nada. Ni un doctor se había acercado para darnos alguna noticia. Mi mente se había perdido, a pesar del largo día no tenía sueño, hambre, no sentía nada, ni siquiera me sentía vivía. Solo necesitaba saber que Luke estaría bien, que nosotros estaríamos bien y que no terminaría así.

12:00 am

Llegó otro par de amigos de Luke, al parecer con ellos trabajaba. Cuando llegaron, se ofrecieron a traer café y eso hicieron. Uno de ellos se sentó frente a mí, "tu debes de ser Blair", dijo. Solo asentí levemente y eso fue todo. Nadie tenía ganas para entablar alguna plática, todos teníamos el mismo sentimiento de desesperación.

1:00 am

Durante la última hora había estado observando a la mamá de Luke, se veía tan destrozada y quería ir a decirle que todo saldría bien, que en cualquier momento alguien nos diría que podríamos ver a Luke, pero no sabía cómo. Ella y Luke ya tenían meses sin hablar, habían terminado en malos términos y ahora ella no sabría si volvería a ver a su hijo. Pensar en eso me rompió el corazón. Yo también había peleado con él horas antes, pero nada se compara a sentir que tu hijo se está yendo y no poder hacer nada. Decidí dejar de torturarme con eso y dejar que mi mente se volviera a perder.

3:00 am

Lágrimas. Gritos. Sollozos. Todo se estaba mezclando en ese lugar donde habíamos pasado horas esperando buenas noticias. Pero lo que habíamos recibido había sido todo lo contrario.

"Lo sentimos, hicimos todo lo que pudimos"

La mamá de Luke estaba en el suelo, sus gritos eras desgarradores, era todo un mar de lágrimas. El papá de Luke estaba abrazándola arrodillado a un lado de ella. Ambos suplicaban por otra oportunidad, no podían estar perdiendo a su hijo, no de esa manera. Tenían cosas que arreglar y el destino no se los permitió. Cuando escuché esas palabras del doctor mi cuerpo dejo de reaccionar, pero mis piernas me dirigieron a la silla en la que estaba antes y me senté, con mis rodillas dobladas hasta mi pecho, y hundí mi cara entre el hueco que quedó en ellas. Mis lágrimas eran silenciosas, pero ahí estaban. Sentí que una parte de mi se fue igual de rápido que como llegó. Alex y Reggie estaban unidos en un abrazo de tristeza, ambos lloraban de una manera tan desgarradora, no solo habían perdido a un amigo, habían perdido a un hermano. El otro par de amigos estaban dando vueltas con las manos sobre la cabeza y las lágrimas también los acompañaban. No volveríamos a ver a Luke, no volveríamos a verlo arriba de un escenario con esa sonrisa y esa energía que iluminaba a todo el que lo veía. No volvería a cantar las canciones de la radio mientras conducía. No volvería a ver las estrellas con él. Pasaron varios minutos antes de que Alex y Reggie se acercaran a mi y me acogieran entre sus brazos. Todos nos quedamos en la sala de espera asimilando lo que acaba de pasar mientras los papás de Luke estaban arreglando algunos papeles. Dejamos que las horas pasaran antes de volver a la realidad. Una realidad en la que Luke Patterson ya no existía.

6:00 am

Estábamos frente a mi casa. Después de algunas horas por fin pudimos movernos de nuestro trance. Los papás de Luke nos pidieron que fuéramos a nuestras casas a descansar, ellos aun tenían que arreglar algunas cosas más. Alex y Reggie me llevaron a mi casa, el camino fue aun mas silencioso que el que tuvimos cuando apenas íbamos de camino al hospital. Teníamos varios minutos estacionados y aun nadie tenía los ánimos ni la intención de decir algo. Sentí que mis piernas comenzaban a reaccionar y salí de la camioneta. Caminé con paso lento hasta la entrada de mi casa, y cuando llegué volví a ver hacia atrás. Los chicos seguían ahí, igual que Luke lo hacía asegurándose de que entrara a mi casa. Pero en esta ocasión Luke no estaba ahí, y no volvería a estarlo.