Los gritos y el ruido ensordecedor del metal chocando contra metal era algo característico de las ferias. Llegamos al estacionamiento y me bajé del auto, seguida de Luke.
- Espero que no hayas comido nada, no quisiera algún accidente- dijo Luke, mientras comenzábamos a caminar y pasaba su brazo sobre mis hombros. Lo volteé a ver de una manera desaprobatoria y lo quité de encima
- Ni lo creas, que yo estoy aquí por una amenaza - dije
- ¿Amenaza? ¿así llamas a nuestra amigable conversación? - me respondió
- Yo diría que fue mucho más que eso
Entramos a la feria y había niños corriendo por todas partes, una pequeña montaña rusa y varios juegos de azar. Al lado de nosotros había un puesto de algodones de azúcar y Luke compró dos, uno para mi y uno para él. Me dio el mío y comenzamos a caminar.
- Qué opinas, ¿dardos primero?
- Yo te sigo – respondí cuando comenzamos a caminar en dirección al puesto del juego de darle a los globos con un dardo.
Luke era realmente malo, no daba a ninguno y comenzaba a avergonzarme de él, ¿Cómo podía traerme a una feria y ser malísimo en esto? Debía de enseñarle una lección
- Esta bien, basta, apártate – lo hice a un lado y tomé los dardos que estaban en la mesa. Comencé a tirar. Uno, dos, tres, cuatro. Uno a uno iban cayendo y dejando salir el aire con el que habían sido inflados. Me dieron un pequeño oso de peluche y sonreí triunfante al ver la cara de asombro de Luke. Me miraba como si no se lo hubiera esperado, luego, sonrió y comenzó a aplaudir.
- Ahora me siento humillado, pero bien hecho, Blair – seguía aplaudiendo y yo hice una pequeña reverencia. Reímos un poco y nos alejamos del juego.
Comencé a ver a mi alrededor. El ambiente era bastante agradable y el clima también. El cielo comenzaba a tomar un tinte naranja con un poco de rosa, eso solo podía significar algo. Miré la hora en mi celular y me di cuenta de que tenía que apresurarme.
- Ven, quiero mostrarte algo – Luke me miró extrañado, pero me siguió. Nos dirigímos hacia la gran rueda de la fortuna y subimos a uno de los columpios
Mantuvimos el silencio hasta que llegamos a la cima y el juego se detuvo. El atardecer desde ahí arriba se veía mejor. La luz dorada pegaba de una manera tan placentera, la mezcla de colores en el cielo era especial, no había un atardecer igual a otro, siempre eran diferente, siempre era único. Estaba tan adentrada en mis pensamientos, hasta que la voz de Luke me devolvió a la realidad
- Es hermoso – dijo
- ¿Verdad que sí? Nunca me pierdo uno, es mi hora especial
Seguía viendo hacia la línea que marcaba el horizonte y podía sentir la mirada de Luke sobre mí, tenía ese tipo de mirada que pesaban, y no lo sabía disimular
- Entonces, una banda, eh – dije para tratar de romper el silencio
- Si -Luke rió un poco- nos conocimos hace varios años cuando comenzamos la secundaria, un día fuimos a casa de Reggie a jugar videojuegos y en su cochera tenía una vieja guitarra que pertenecía a su papá. La tomé y comencé a tocar un poco cuando Reggie salió corriendo y minutos después volvió con un bajo. Alex comenzó a tocar un ritmo con sus manos sobre sus piernas y nos dimos cuenta de que teníamos una conexión. Al día siguiente volvimos corriendo después de clases a la cochera de Reggie e instalamos nuestros instrumentos, y fue ahí donde decimos formar Sunset Curve.
Luke hablaba de una manera tan ilusionada viendo hacia el cielo. Cualquiera que lo escuchara hablar sobre su banda diría que esa era la cosa que mas amaba en el mundo. Y era verdad, tenía muchísimo talento y la banda tenía el potencial para llegar muy lejos. Luke volteó a verme y me sorprendió mirándolo, desvié mi mirada hacia cualquier lado menos hacia él. Una pequeña sonrisa se escapó de sus labios.
- Entonces, fotógrafa, eh – imitó lo que le había dicho unos minutos antes y me causó un poco de gracia. Aunque ahora ya no se sentía como un silencio que necesitase ser roto. Ahora solo éramos nosotros, acompañándonos uno al otro.
- Algo así, nunca supe que era buena en eso, fue hasta antes de tomar la decisión de entrar a la escuela en la que estoy. Nunca lo había visto como una opción, aunque me gustaba hacer retratos de vez en cuando. Un día solo me di cuenta de que era algo que siempre estuvo ahí y que lo disfrutaba. Entonces decidí seguir mi intuición que me decía que la escuela de artes era para mí, y ahora estoy acá, conociendo lugares y personas nuevas haciendo lo que más me gusta.
- Gracias a eso te conocí – Luke me miró de una manera seria, como si fuera un momento importante, sentí una pizca de terror y decidí cortar el momento
- Eso no es cierto, ¿no recuerdas que casi me matas? – Luke rió
- Eso no fue culpa mía, tu ibas sin cuidado, ni siquiera miraste si venía algún auto – Luke hizo varios ademanes con los brazos demostrando la injusticia que sentía al intentar acusarlo
- No tengo excusa, iba tarde al concierto – reí un poco recordando aquel momento
- Te veías graciosa molesta – clavó su mirada en mi al mismo tiempo que yo en él. El juego se comenzó a mover haciendo que diera un pequeño salto. Volteé a lo lejos, ahí por donde se estaba metiendo el sol, la hora dorada había terminado. Nuestro columpio llegó hasta abajo y Luke se puso de pie para abrir la pequeña puerta
- Ven, vamos – se paró a un lado esperando a que bajara. Puse mis dos pies en el suelo y volteé a verlo.
- A que te gano en llegar a la montaña rusa – dije y comencé a correr escuchando los quejos de Luke desde atrás
- Hey! Eso no es justo – dijo, y él igual comenzó a correr
(***)
Luke estaba estacionándose fuera de mi casa. Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que decidí hablar
- Gracias por hoy, me la pasé muy bien – lo miré dedicándole una pequeña sonrisa, a la cual él me correspondió
- No hay de que, supongo que llegaré a tu balcón algunas veces más – supuse que mi mirada reflejaba bien el miedo que me dio al escuchar eso ya que Luke comenzó a reír
- Tranquila, era una broma, fue muy divertido el día de hoy – se calló en seco, parecía que quería decir otra cosa, pero lo interrumpí
- Creo que es mejor que entre a mi casa, se está haciendo tarde – me quité el cinturón de seguridad y abrí la puerta del coche. Salí de el, cerré la puerta y me incliné para asomarme por la ventana. – Que descanses – sonreí y comencé a caminar hasta mi casa. No escuché el auto arrancar hasta que cerré la puerta de la entrada. Luke se había ido, y, por alguna razón, sentía una especie de vacío dentro de mi.
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𝘊𝘖𝘕𝘎𝘌𝘓𝘈𝘋𝘖 // Luke Patterson // JATP // *en edición* TERMINADA
Fanfiction¿𝘘𝘶𝘦 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘢𝘣𝘪𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥𝘦𝘴 𝘩𝘢𝘺 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘦𝘳 𝘢 𝘵𝘶 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥𝘦𝘳𝘰 amor 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘤𝘢𝘴𝘪 𝘵𝘦 𝘢𝘳𝘳𝘰𝘭𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶 𝘢𝘶𝘵𝘰? 𝘗𝘶𝘦𝘴 𝘢𝘴í 𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘓𝘶𝘬𝘦 𝘗𝘢𝘵𝘵𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯 𝘭𝘭𝘦𝘨ó...