once

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El sol comenzaba a molestarme en los ojos y había una suave brisa que olía a naturaleza. La brisa comenzó a sentirse con mas fuerza e hizo que abriera mis ojos por el frio repentino que recorrió mi cuerpo. Estaba desorientada, no sabia en donde estaba hasta que recordé la noche anterior, Luke y yo hablando por horas con el paisaje de la ciudad amenizando el momento. Un momento. No volví a mi casa. Estoy muerta. Rápidamente me enderecé buscando mi celular para ver la hora, eran las 8 de la mañana y yo entraba a clases a las 9am. Diablos. Volteé hacia un lado y vi a un Luke totalmente diferente a como lo veía todos los días. Él normalmente es pura energía, un tornado arrasando con todo lo que hay a su paso en ese momento, con la respiración tranquila y su cara relajada parecía un ángel. Nunca había prestado la suficiente atención como la que le estaba en ese momento admirando su mandíbula, que estaba bien marcada, sus labios en forma de corazón, sus cejas pobladas del color de su cabello y la manera en que se rizaban sus pestañas. Descansaba un brazo debajo de su cabeza y el otro me había estado abrazando, por lo que ahora se extendía por encima de una de las colchas. La espalda me dolía un poco por haber dormido en el suelo, pero eso era lo ultimo en lo que pensaba, lo único que pasaba por mi mente era Luke. Odiaba tener que despertarlo, quería quedarme admirando su rostro por más tiempo, pero se estaba haciendo cada vez mas tarde. Comencé a sacudirlo suavemente mientras decía su nombre en voz baja. Poco a poco el fue abriendo los ojos, tapando la luz que llegaba a ellos con sus manos. Aun con los ojos adormilados comenzó a buscarme con la mirada y cuando sus ojos se toparon con los míos dibujó una gran sonrisa en su rostro.

- Hola linda, buenos días – estiró su brazo hacia mí, aun estando acostado y pasó un mechón de cabello por detrás de mi oreja. Le dediqué una pequeña sonrisa.

- Hola guapo, ¿Qué tal dormiste? – estaba inclinada sobre él, admirando la forma en que se iba despertando. Se veía tan tranquilo e inocente que no pude evitar sonreír.

- Tú hiciste mi noche perfecta – seguía recostado y aun tenía sus ojos clavados en mí, el color verde dorado de sus ojos resaltaba gracias a los rayos del sol de la mañana, los hacia más brillantes y transmitían una gran paz.

- A decir verdad – continuó él – se me está encajando una piedra – Reímos en conjunto y Luke se levantó. La ciudad se podía ver claramente con la luz del día. Aunque las luces de la noche estaban ausentes, por la mañana también se podía apreciar una belleza diferente, más pura. Mientras admirada la vista podía sentir una mirada sobre mí, volteé hacia Luke, y no me equivocaba. Le sostuve la mirada, hasta que volví a caer difícilmente en la realidad.

- Odio tener que romper el momento, pero debemos irnos, tengo que ir a la escuela – Luke hizo unos pequeños pucheros y un gesto de desagrado cuando dije la palabra "escuela"

- ¿No puedo hacer nada para que te quedes? – puso su mano sobre la mía, dirigí mi mirada hacia lo que estaba haciendo, luego volví a mirarlo a él

- Hoy no, aun tengo que lidiar con mis padres – Me puse de pie y extendí mi mano hacia Luke, para que hiciera lo mismo. Comenzamos a recoger lo que habíamos usado para dormir y nos dirigimos hacia el auto.

El camino hacia mi casa fue bastante divertido. Luke era el tipo de personas que se saben todas las canciones que pasan en la estación de radio con temática de rock. Iba cantándolas a todo pulmón conmigo haciéndole coros en las canciones que conocía. Le pedí que se estacionara una cuadra antes de mi casa para poder pasar desapercibida y así lo hizo. Llegamos hasta allí y paró el auto.

- Gracias por lo de anoche, y por traerme, me la pasé muy bien – comencé a abrir la puerta del auto y Luke me detuvo tomándome de la mano

- Te veo pronto – dijo y me guiñó el ojo, me pareció algo sospechoso y creo que mi cara reflejó mi confusión ya que él se rio y suavemente soltó mi mano.

𝘊𝘖𝘕𝘎𝘌𝘓𝘈𝘋𝘖 // Luke Patterson // JATP // *en edición* TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora