¡¿Te enamoraste?! ¡¿De ella?! [Stray Kids - HyunJin]

Desquitate.

Durante el camino a la casa, ninguno de los dos decía nada, Felix no quería meter la pata diciendo algo que lastimara a su prima, y Luna solo miraba la ventanilla del auto, viendo los árboles pasar, las casas, pero a pesar de estar intentando distraerse con el paisaje, sus pensamientos no se iban, seguían haciéndola sentir mal, inferior, con decepción, Felix conocía a su prima y estaba seguro de lo que pasaba por su cabeza en esos momentos, tuvieron que frenar en un semáforo, miro a Luna y noto que tuvo un espasmo, apoyo su mano en su muslo, Luna se giró a mirarlo.

- Tranquila, él es un idiota, debió pensar antes de actuar. – Dijo y luego palmeo suavemente su cabeza con una pequeña sonrisa, ella solo pudo encogerse de hombros, no podía hablar ya que, si lo hacía, estallaría en llanto.

Siguieron el camino hasta la casa, sin hablar, Felix sabía que ella no se sentía bien para hablar, al rato llegaron a la casa, Luna bajo del vehículo, se adentró en la casa y fue directo a su habitación, cerró la puerta y se acostó en su cama, miro el techo y por último, cerro sus ojos sintiendo como las lágrimas caían...

Hola cariño, ¿Por qué no lo haces? Desquítate, desquítate con vos misma, acordate que siempre sirve eso.

Algo que hiciste bien el día de hoy fue... No comer nada, ¿Sabes lo que significa? Vas a adelgazar.

Vamos, él no te quiere por gorda, por fea, por loca y por inútil. Sos una mierda cariño y lo sabes.

Luna abrió los ojos rápidamente, sentía su cuerpo temblar, tenía miedo ya que desde que llego a Corea no había escuchado esas voces, ¿Por qué? ¿Por qué tenían que aparecer? Se levanto temerosa de la cama, miro por toda la habitación y ahí los encontró, estaban en una esquina, ella se quedó paralizada y ellos le dedicaron una sonrisa.

Luna intento salir de la habitación, pero ella apareció delante de la puerta, Luna retrocedió y se sentó en la cama, con sus rodillas cerca de su pecho y escondió su rostro en ellas.

- ¡Váyanse! ¡Déjenme sola! – Luna escucho sus risas, esas risas que la aterraban.

No lo vamos a hacer, te extrañamos Lunita. ¿Vos a nosotros?

- ¡No! ¡Largo! – Chillo y levanto la mirada, sus ojos comenzaban a enrojecerse de todas las lágrimas que caían, su voz era entrecortada y fuertes sollozos salían de ella.

Si te lastimas... Prometemos irnos. Vos lo necesitas, nosotros lo necesitamos, dale, desahógate.

Y al decir esas palabras, Luna se comenzó a rascar el brazo, tenía uñas largas y eso era una ventaja, creyó que así podría sentirse mejor, cuando sintió que una pequeña parte de su brazo ardía, miro y vio algunos puntitos de sangre salir, se detuvo. Miro a su alrededor y ya no estaban, suspiro y se levantó, abrió la puerta y bajo las escaleras, ahí estaba Felix, la miro un poco preocupado.

- ¿Estás bien? ¿Dónde vas?

- Voy al parque que está cerca.

- ¿Vas sola? – Felix escaneo a su prima y se detuvo en su brazo, lo miro detenidamente, acto que Luna noto y escondió su brazo detrás de ella. – ¿Puedo saber cómo te hiciste eso?

- Me caí en la casa de los chicos... - Murmuro sin mirarlo a los ojos.

- ¿Y crees que soy estúpido? Cuando estábamos en el auto no tenías nada.

- Y-yo... B-bueno lo que pasa es que... - El chico se acerco a ella y tomo su mano.

- ¿Luna? ¿Qué paso? Hace mucho no lo hacías... ¿Aparecieron...? – Luna lo único que pudo hacer fue asentir levemente con la cabeza, sin mirarlo, Felix suspiro y lo único que pudo hacer fue abrazarla. – Vamos juntos al parque, y te compro un helado, ¿Te parece?