Descubrimientos

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En la Ciudad de Nueva York, el sol estaba comenzando a sacar sus primeros rayos, en señal de que estaba comenzando a amanecer.

Y en la casa Stacy, para ser mas específico en el cuarto de Gwen, la joven rubia con ojos azules estaba comenzando a despertar a causa de la alarma de su despertador y los primeros rayos del sol.

La chica comenzó a abrir poco a poco los ojos, ya que se estaba comenzando a acostumbrar a la luz solar, y una vez que los pudo abrir mejor, apagó la alarma de su despertador y se empezó a levantar.

Una vez que se levanto de la cama, Gwen soltó un bostezo para luego irse directo al baño. Ya estando ahí abrió el lavamanos para echarse agua en la cara y quitarse así lo adormilada.

Una vez que se lavo la cara, Gwen se acercó a agarrar una toalla para secarse, una vez que termino de secarse la cara, iba a dejar la toalla en su lugar, pero grata fue su sorpresa al ver que no se la podía quitar de la mano.

-¿Que? -pregunto Gwen a la vez que trataba de quitarse la toalla de su mano. -¿Que me esta pasando? -pregunto nuevamente para si misma no entendiendo bien lo que pasaba.

Al final, la chica se pudo despegar de la toalla, pero podía ver que había partes de la misma toalla en su mano, lo cual la tenia entre intrigada e inquieta.

-¿Porque me esta pasando esto? -se pregunto Gwen nuevamente a si misma para luego dirigirse a su habitación.

Lo que ella no sabía, era que lo que le estaba pasando, era tan solo el comienzo.

El comienzo de un gran cambio en su vida.

...

Ya era un nuevo día en la Ciudad de Nueva York, y en estos momentos Peter se encontraba de camino a la preparatoria de Midtown.

El castaño se encontraba estirándose a la vez que caminaba directo a la escuela, anoche su patrullaje había sido no solo productivo, sino que también fue lo que podría conocer como el estreno de su nueva faceta como héroe.

Después de presentar su renuncia ayer con el Dr. Warren como pasante, el se había quedado a reflexionar sobre lo que iba a hacer ahora en cuanto a su vida como Spider-Man.

Se daba cuenta de que a pesar de todo, no siempre iba a poder darse el lujo de tener que dejar limpios a los criminales, algunos como del calibre de Shocker o hasta de Sandman necesitaban de un incentivo mas fuerte que solamente ser encerrado y esperar que con suerte se puedan rehabilitar.

Era claro que a el no le gustaba mucho la idea de tener que ser así de agresivo, aun si es gente que no le importa el quebrantar la ley, pero en el fondo sabía que a veces las cosas no iban a poder resolverse con solo palabras, a veces la única opción viable iba a ser por medio de los puños.

Aunque algo que en definitiva lo dejo descolocado anoche fue cuando obtuvo sus aguijones.

Eso fue algo que en definitiva era considerado un momento indescriptible.

...

En este momento, Peter se levantando de su cama con una mirada que reflejaba determinación.

Hace apenas unos instantes que el había tomado la decisión de ya no huir de su lado arácnido, de lo que en un principio veía como sus demonios personales.

Sin embargo, en ese mismo momento Peter comenzó a sentir como de sus brazos comenzaba a salir algo, a lo que se va al baño para de ese modo quedar frente al espejo.

Una vez que estuvo frente al espejo, sus ojos se abrieron como platos por lo que estaban viendo sus ojos.

De sus brazos habían salido un par de filosos aguijones de hueso pero que a simple se veían metálicos.

El Espectacular Spider-Man: Un Mejor RumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora