***
Vi como mi mejor amigo entregaba su billete de avión, intercambió unas cuantas palabras con el guardia de seguridad y siguió su camino. No volvió a mirar hacia atrás, pero yo tampoco quería que lo hiciera. Las lágrimas seguían saliendo de mis ojos, de seguir así, terminaría deshidratada. Sin embargo, aquello me importaba muy poco, mi amistad con Shawn estaba colgando de un hilo sobre un abismo sin salida.
Por el ventanal que daba a la pista, se podía ver como la gente abordaba el avión, pero no me quedaría para ver como despegaba. Sin prestar atención a Nash, que había estado todo el tiempo a mi lado, comencé a caminar hacia la salida. Me detuve al momento de pensar en que no sabía dónde estaba la camioneta, pero pronto mis dudas serían aclaradas. Nash caminó con paso acelerado hasta llegar a donde estaba yo, se veía preocupado, pero más que todo arrepentido. No quería hablarle, no quería mirarlo, no quería saber de él por un buen rato, pero sabía que eso sería difícil.
— Lo siento...
— Una disculpa no arregla las cosas.—respondí con seriedad, Nash sostuvo su mirada en mí por un rato, pero al notar que le era indiferente decidió ceder el paso y dirigirse al auto.
Lo seguí en silencio, y agradecía que él tampoco dijera nada. Subí al asiento de copiloto y dejé que él condujera una vez más, ya que anteriormente él había estado al volante por petición mía. Mi única meta era lograr que Shawn no se fuera, pero al parecer fallé como era de esperarse.
El camino a casa se me hizo eterno, tal vez por el hecho de pensar en que perdería a mi mejor amigo o, seguramente, por la cortante tensión que reinaba entre Nash y yo. Sentí al ojiazul suspirar un par de veces, eso además de las repetidas ocasiones en que volteaba a mirarme. Resistía ante la tentación de verle también, pero esa vez no cedería, el debía entender muchas cosas y, una de ellas, era aprender a cerrar la boca de vez en cuando.
— ______...—murmuró, aparcando en frente de la casa.
Tomé mi bolso a punto de salir pero, como era de esperarse, Nash no me dejaría. Bajó los seguros de las puertas y jaló mi brazo para hacerme mirarle. Su mirada era de tristeza, y pedía a gritos ser disculpada. Bajó su fuerte mano hasta llegar a la mía, entrelazó nuestros dedos y se preparó para hablar.
— No fue mi intención haber dicho eso, sólo salió.—agachó la cabeza, haciéndome sentir vulnerable ante el tono de sus palabras.
— Lo que dijiste fue muy duro, Nash.
— Lo sé, y créeme que de no ser por el incómodo ambiente que se creó me hubiera callado.—insistió.
— A pesar de las mil y un disculpas que inventes nada será igual, lo más probable es que Shawn no quiera volver a hablarme. Siempre me recordará como la peor amiga del mundo.—suspiré, sintiendo de a poco como mis ojos se llenaban de lágrimas.
Nash me abrazó y yo me dejé hacer, lo único que quería era sentir la protección que alguien me brindaba, sentir el calor humano de alguien más, y Nash, llenaba muy bien ese espacio.
Besó mi frente un par de veces, apretándome más contra él. Acarició mi espalda mientras yo intentaba controlar los intensos sollozos que salían de mis labios. Respiré un poco y me alejé lentamente de él. Mordió su labio inferior y acarició mi mejilla, no podía ser tan dura con él, debía alejar un poco mi rabia y dejar los asuntos pasados en su lugar.
— ¿Me perdonas?— susurró, besando mi mentón al son de su voz.
— Lo que hiciste afectó mi relación con Shawn, sabes que lo que pasó no fue cómodo para ambos.
Nash asintió.— Lo sé, sé que intentabas que las cosas no fueran peor, pero sabes que si yo no meto la pata una vez a la semana nuestra vida no sería la misma.
ESTÁS LEYENDO
Operación: Niñera [Nash Grier y tú]©
FanfictionOperación: Niñera Season 1♡ 09/07/15' #28 en Fanfic. #07 en búsquedas de "Nash Grier". Editando. El hecho de vivir lejos de sus padres era un completo reto para ______ Brooks, independientemente que fuera su compañera de piso y mejor amiga (Shirley...