tres

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JiMin dejó salir un pesado suspiro entre sus labios, por fin había terminado de traer las cosas necesarias de su apartamento. No habían sido demasiadas pero aún así eran algunas que otras cajas pesadas, sobre todo de ropa. 

La habitación que YoonGi le había ofrecido era inmensa, más grande que incluso la suya de su propio apartamento, lo que más le gustaba era el gran ventanal que había. Según el pálido era algo molesto un lugar por el que entraba tantísima luz por la mañana, por eso al mudarse eligió la otra habitación, dejando esta para los invitados. 

Bien, la situación era una mierda, pero por lo menos su nueva habitación era acogedora. 

Algo cansado se tiró hacia el colchón de su cama, revotando un poco sobre este ¿Y si se ahogaba con la almohada? No lo veía tan mala idea. 

-- Bombón, llegó tu hombre. -- Dijo el rapero entrando en el amplio apartamento.

Nada más escucharle, el más joven no pudo evitar lloriquear ¿Por qué había tenido que llegar tan pronto? ¿No podría haberle atropellado alguien por el camino? 

-- Que alegría... -- Murmuró con su rostro pegado al colchón. 

-- ¿Estás cansado? Te dije que iría contigo a tomar las cajas de tu hogar, pero no me dejaste. -- 

JiMin alzó su rostro para poder mirar al pálido que se encontraba recargado en el marco de la puerta de su habitación. -- Claro que no, no te voy a llevar a mi apartamento. Además, lo puedo hacer yo solo. Ahora vete. -- 

-- No seas testarudo, bebé ¿Te ayudo a desempacar? -- 

-- ¿Puedes dejar de llamarme de esas formas? Tengo novio, no me gustas, ni me gustarás. -- Sentenció colocándose de rodillas sobre la cama, poniéndose alerta en cuanto la sonrisa lasciva se dibujó en los labios del pelinegro. 

En cuanto vio como el más mayor se estaba acercando al colchón, tomó uno de los cojines, iba a golpearle si seguía acercándose de esa forma. 

-- ¿Hablas de ese chico granjero? ¿Qué te ofrece que tanto te gusta? -- Inquirió sentándose al lado del precioso modelo, dirigiéndole una mirada divertida con una de sus cejas alzadas. 

¿Qué le ofrecía TaeHyung? Bueno, más bien es "que le había ofrecido con anterioridad". Ese chico humilde le había querido cuando él no era nadie, cuando la gran mayoría de personas no confiaban en sus capacidades. Así que lo amaba, lo hacía de la forma más sincera que alguien podría imaginar. 

Sin embargo ahora ¿Qué es lo que le retenía a su lado? Si lo pensaba bien, siquiera TaeHyung le demostraba que lo quería de esa forma, era siempre él quien iba detrás suyo para los besos, el sexo, las casi inexistentes citas... -- Es como estar casado con un muerto porque no recibo nada a cambio a pesar de lo que yo de...-- Susurró el de labios abultados no siendo demasiado consciente. 

La risa del mayor resonó por la habitación y las mejillas de JiMin se calentaron ¿Cómo había dicho eso en voz alta? -- ¿Eso es lo que te ofrece? ¿Una relación muerta? -- 

-- ¡Calla ya! Deja de atosigarme, no me conoces. -- Exclamó ahora si dándole con el cojín en su torso, necesitaba soltar toda la tensión contenida por algún lado, y YoonGi parecía tener la cara más bonita de saco de boxeo en estos momentos. 

-- Quiero conocerte, déjame hacerlo. -- 

Había sonado tan en serio, tan dispuesto, que el modelo se quedó unos minutos mirándole a los ojos, esas dos perlas negras que no parecían estar diciendo algo en broma; sin embargo rió de forma irónica al final. -- ¿Para qué? Deja de joder, Min Suga. -- 

París || Yoonmin KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora