ocho

2.7K 370 119
                                    



Eran las nueve de la mañana y el modelo ya se encontraba despierto, perfectamente peinado, con unos tejanos holgados y una suéter amarillo pollito andando de aquí para allá por el ático. Había colocado la maleta con ropa y algunos cosméticos en la puerta, y mientras esperaba a JungKook, se dispuso a prepararse un café. 

No existía persona en la tierra que pudiera borrarle la sonrisa en este momento, incluso viéndose desde fuera se parecía estúpido a si mismo, estaba ahí solo en la cocina sonriéndole a una taza de café caliente. -- Ash, tengo tantas ganas de verle... -- Murmuró dándole un sorbo al líquido. 

-- Ya estoy aquí, no tienes que esperar más por verme, mi amor. -- Dijo un YoonGi aún adormilado, con los cabellos alborotados y pijama que consistía en unos simples pantalones cortos de deporte y una camiseta blanca tres tallas más que la suya.

-- Ya quisieras... -- Le respondió el rubio rodando sus ojitos, aún así sonriendo. -- ¿Cómo es que despertaste? Pensé que me iría y ni te darías cuenta, no eres alguien al que precisamente le guste despertar temprano. --

Escuchando al más joven, el rapero se sentó en uno de los asientos alrededor de la isla de la cocina, tirándose sobre esta totalmente rendido, tenía demasiado sueño. -- Me desperté porque quería ver a mi bombón antes de que se fuera. No nos veremos en casi dos semanas. -- 

-- Ahá ¿Y qué? No es como si compartiésemos demasiado tiempo juntos, YoonGi-ssi, qué más da ¿No te emociona tener la casa sola durante casi dos semanas? Podrás hacer lo que quieras, incluso traer a alguien para tener sexo, así dejas de molestarme cuando vuelva. -- Dijo con gracia terminándose el café y seguido poniéndose a lavar la taza usada. 

-- Te recuerdo que frente a todo el mundo entero estoy en una relación con Park JiMin, no puedo llamar a nadie porque se haría un escándalo, para tu mala suerte tienes que soportarme. -- Fue lo que respondió el rapero, con sus ojos centrados en la espalda del precioso chico que pronto no estaría allí. 

Apenas llevaba algo más de un mes con el modelo allí en el ático y aunque, tal y como él había dicho, no es que pasaran demasiado tiempo juntos, si que era muy diferente a su vida anterior. YoonGi era feliz, no creía tener depresión de nuevo o algo así, pero si era cierto que pasaba demasiado tiempo solo. 

Cuando trabajaba estaba en su solitario estudio a no ser que tuviera alguna colaboración, y al llegar a casa nadie estaría esperando por él. Ahora que vivía con Park, nadie estaba esperándole tampoco, pero por lo menos sabía que no se encontraba solo en el lugar. Le bastaba con escuchar a JiMin tararear dentro de su habitación, o cuando por casualidad se encontraba de buen humor y cenaban juntos. 

Sí, el pálido era alguien que se conformaba con esas pequeñas cosas. 

El sonido de la puerta principal abriéndose y un saludo bastante animado les hizo saber que JungKook ya se encontraba allí. -- ¡JiMin-ssi, vamos, tengo el auto mal aparcado! -- Gritó asomándose por la puerta de la cocina. 

-- ¡Si! -- Totalmente emocionado el nombrado se acercó al perchero de la entrada para colocarse su abrigo, siendo seguido cual gatito cariñoso pero dormilón por Min YoonGi, mientras Jeon se había llevado su equipaje al auto. 

-- Bueno, YoonGi-ssi, nos vemos en una semana y cinco días ¡Byebye! -- 

-- Hasta entonces, bombón, no te olvides de mi estos días. -- 

El rubio rió; y aquello hizo que una risa se contagiara enseguida en el rostro del más mayor. -- No te preocupes, no me puedo olvidar de una pesadilla tan grande como tú en menos de dos semanas. -- Min, aunque lo hubiera llamado de esa manera, solo podía mirarlo sonriente, llegando a avergonzar incluso un poco al joven. -- Yah, deja de mirarme así, debo de irme ya, cuídate. -- Dijo después de darle un suave golpe en el hombro, dejándole allí como hacía un mes que no estaba. 

París || Yoonmin KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora