catorce

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JiMin no recordaba nunca antes haber sido acosado tanto por los paparazzis, desde que habían llegado al aereo puerto Sur Coreano para partir del país, tuvieron a demasiadas personas echando fotos e intentando descubirir hacia donde se podrían estar dirigiendo. 

El rapero era quien se encargaba de apartar a los reporteros, rodeando la cintura de su acompañante con uno de sus brazos, era de madrugada; habían tardado un poco más de la cuenta... según JiMin era demasiado complicado terminar de hacer la maleta con cierto pálido besando cada pocos segundos su cuello, estando pegado a su espalda. 

Fue demasiado ajetreado conseguir llegar estar dentro del avión, desde la prisa por creer que no llegarían al haberse distraído demasiado, hasta las masas de personas persiguiéndoles, pero por fin, se encontraban en sus asientos de primera clase. 

Era la primera vez que Park estaba sentado en uno de esos; él era famoso, pero más bien dentro de Corea del Sur, así que los viajes hacia el extranjero no eran para nada habituales, de hecho apenas había hecho uno y fue cuando estaba en secundaría. 

-- Oh Dios, YoonGi ¿Podemos pedir Champagne? -- Inquirió emocionado al leer la carta con las bebidas, aquellos licores y vinos tenían muchas varias cifras detrás de sus nombres. 

-- Puedes pedir lo que quieras, hasta que te canten "Estrellita donde estás" Para dormir si lo quieres, bonito. ¿Qué te apetece? -- 

Con una pequeña sonrisa escaneó cada uno de los nombres, él no entendía demasiado sobre vinos, pero sabía que el mayor sí. -- Sorpréndeme, pídelo tú por mi, hyung. -- Dijo y miró directamente hacia la ventanilla, observando como el avión iba despegándose del suelo. 

Para YoonGi incluso fue emotivo verle sonreír de aquella forma infantil que tan ausente solía ser en su rostro, se atrevía a decir que era la primera vez que se encontraba junto a un calmado Park JiMin. Sin querer hacerle esperar demasiado, ojeó la carta y cuando una de las azafatas pasó por su lado, pidió dos copas; un Chateau Ausone de 2009 para él y un Hennessy Paradis Imperial para el modelo. 

Las horas iban a ser largas, era un viaje de muchos kilómetros y además a diferencia de YoonGi, el menor no estaba acostumbrado a viajar, después de todo el rapero cuando hacía tours se llevaba mucho tiempo en vehículos, él no. 

Aún así, no fue demasiado malo, ir en primera clase sin duda lo hizo más llevadero. Pudo pedir tanta comida deliciosa como quiso, ver series y beber más de ese champagne que el pálido había escogido por y para él. Pero sí, el rubio agradecía no ir en turista porque hubiera terminado tirándose por la puerta de emergencia.

Así es como después de casi once horas, por fin pudieron pisar suelo Maltés, donde nadie los esperaba en la puerta y pudieron respirar paz.

-- Estoy cansado... pero si me duermo ahora siento que esta noche no podré dormir, nunca sentí el jetlag. -- Murmuró el de mejillas regordetas mientras tiraba de su maleta hacia fuera del aereo puerto, a lo que el azabache respondió con una sonrisa. 

-- Tranquilo, siéntate ahí mientras llamo al taxi. -- 

Y no fue necesario que YoonGi se lo pidiera dos veces para que el modelo lo hiciese, se sentó en los escalones de la entrada del lugar y esperó pacientemente a que el músico hablase por teléfono. No tardó dos segundos en bostezar, sorprendiéndose al sentir como algo se rozaba con su pierna. --Oh ¿Qué haces por aquí, michi? -- Preguntó como si el minino pudiera responderle, acariciando su cabecita con cuidado y una sonrisita escapándose de sus labios. 

¿Cómo estarían los gatitos que nacieron hacía poco en la granja? Ese pensamiento le trajo de nuevo a TaeHyung a la cabeza, pero se obligó a no ponerse triste, no cuando estaba celebrando su cumpleaños en un lujoso lugar. 

París || Yoonmin KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora