Maestra del Mal (María Hill & Stephen Strange) [Concluida]

13er Capítulo

— ¡Buenos Días Joanne!—saludaba Valerie al abrir las cortinas de la tienda perteneciente a la hermana menor de Jacob, no la encontró pero si su ausencia— ¿A dónde habrá ido?—susurraba Beauchamp, quien llevaba para su única amiga una manzana.

No había más nada que hacer, se marchará para volver luego, tal vez en otra oportunidad ella se encuentre, fue hacia la mesa principal dejándole una manzana en su escritorio, cuando estaba a punto de dejarla ahí estaba un sobre blanco con el nombre de aquella mujer y una brújula digital, primero tomo el sobre sin pensarlo dos veces, en donde encontraba dejó la manzana a simple vista, tomo la brújula y el sobre.

Se marchó de la tienda, se sentó sobre aquella roca que se encontraba al frente de ella, se sentó abrió el sobre, adentro se encontraba un mensaje solo para ella, abrió por completo la hoja, Uds. leerán el contenido de esta epístola.

"Valerie, si estás leyendo esto, ya me habré marchado iré a una tarea en la cual no tuve elección, lamento no dejarte la carta personalmente pero no hubo tiempo; me habría encantado que volvieras para platicar más sobre nosotras, tal vez conocernos más, mi motivo para informarte a través de esto, es que tengo una noticia muy alentadora que te hará feliz, pero antes de decírtela no debes decírsela a nadie, dependerá de ti en salvarnos, tú hermana se encuentra viva en esta isla, mi misión es acabarla, tienes que venir al lado norte de la isla, apresúrate tienes que hacerlo, de lo contrario no tendré más alternativas, espero que me disculpes por esta difícil decisión.

P.D: Toma mi brújula digital que se encuentra en mi escritorio, detrás de esta hoja están las coordenadas exactas en donde me encuentro.

Atentamente Joanne"

  Orkde'a se levantó, coloco la carta dentro su abrigo, corrió, siendo su único "motor" la esperanza por ver a su hermana viva, teniendo la guía la brújula que Joanne le ha dado, esperemos que no ocurra como a Anna Marie, hablando de ella su paradero aún es incierto, pero eso no le dio motivos a María Hill en tener pesadillas con ella.

  No lo malentiendan, despertó de aquel sueño, tuvo un presagió que le hizo pensar momentáneamente, tanto así fue esto que se encontraba con Evangeline en la cocina, degustando de una taza de chocolate caliente hecho con mucho amor por la anfitriona, ambas tomaron aquella bebida, siendo su primera probada, dejaron las tazas en la mesa.

—La pesadilla que tuve no fue por Stephen, sino por alguien, muy cercano a mí, verás... Tengo una hija de un futuro lejano, vine a enterarme de la peor manera, se llama Anna Marie, es el nacimiento de mi matrimonio con Strange, para no hacerte largo el cuento, me salvo en la Dimensión Oscura, por desgracia este rescate, llego a tener las heridas letales de un hombre lobo, ahora mi hija está sufriendo ante una enfermedad que no tiene cura y no puedo salvarla—confesaba Hill, quien sacaba una lagrima. 

— ¿Se debió esto a la pesadilla que tuvo?—pregunto Evangeline.

—Tal vez, fue extraño todo, la tenía en mis brazos, parpadee, ya no encontraba, trate de buscarla hasta que la encontré, no de la mejor manera, estaba muerta en el suelo, de ahí desperté—María dijó.

—Creía que esto era por Strange, Ud. debe dejarlo, por desgracia acudí a él, sigue muy inmaduro—argumentaba Welsh.

—Dime algo que no sepa, es extraño lo que diré, lo amo, pero sus mentalidades me hacen olvidarlo—dijó María Hill, quien afirmaba aun amarlo.

—Disculpa lo que diré pero eso no es amor, eso es una obsesión, uno de los dos terminará mal, temo por su vida, ya estando así, no podré salvarla de nuevo—dijó Welsh.