Capítulo 10

877 82 13
                                    

Daniel me ve de pies a cabeza, y eso hace que me sonroje, escucho que suena el timbre y él sale de la habitación. Después de unos minutos, entra a la habitación con una bolsa, él me la da, y ahí hay ropa para mi. Él se vuelve a ir y no dice nada mas, miro la bolsa, y todo es exactamente de mi medida. Y yo me pregunto como lo sabe, dejo de pensar en eso y me visto.

Salgo de la habitación, me doy cuenta lo grande que es esta casa, busco las escaleras y las encuentro. Las bajo y me encuentro en la sala, huele a comida y mi estómago empieza a gruñir de hambre.

- Ven a comer. - me dice Daniel tras de mi, y me asusta, ni siquiera sentí cuando llego, volteo pero chocó con su pecho, él me toma por la cintura y me dice.

- Perdón. - dice él, y yo arrugó un poco mi ceño

- Perdón ¿Por qué? Aunque no recuerdo bien lo que pasó, pero Daniel, no tienes que pedir perdón, al menos que te arrepientas de algo, vamos somos adultos, y aunque no entienda como fue que llegamos a esto, yo no me arrepiento. - él me abraza, y es la más dulce sensación que he sentido durante mucho tiempo. No entiendo como es él, el único que me hace sentir así.

- por supuesto que yo no me arrepiento. Solo me da rabia, pensar en lo que pudo pasar si no hubiera llegado. - dice él y lo miró a los ojos. - no Mariam nunca me arrepentiría de estar contigo, aunque me pongo a pensar en cómo llegamos a esto y te prometo que lo voy averiguar.... - pongo mi dedo índice en sus labios.

- Ya no pienses en eso, de ahora en adelante, me cuidare más, solo agradezco que hayas sido tú y no otra persona... - mi estómago gruñe, interrumpiendo nuestra charla.

- Será mejor que desayunemos. - dice y asiento con la cabeza.

Daniel y yo desayunamos en completo silencio, ninguno de los dos dice nada, solo sé escucha el ruido de los cubiertos.
Terminamos de desayunar, yo realmente lo único que quiero es salir de aquí, así que lo único que pienso es en inventar una escusa para irme.

- Yo... Tengo irme Daniel, de seguro mis amigas deben de estar preocupadas por mi, será mejor que me vaya, nos vemos luego. - digo saliendo de su casa a como puedo, sin darle oportunidad de decirme algo más.

Para mi buena suerte, después de caminar unos minutos pasa un taxi, y subo en el, es ahí donde me doy cuenta que mi bolso se quedó en su casa, pero no estoy dispuesta a regresar, no ahora, lo mejor será pensar en lo que paso entre nosotros.

- Señor disculpe, la molestia, pero ¿podría dejarme hacer una llamada? - digo apenada, observando su teléfono, gracias al cielo él accede y le marco a mi amiga, para que me espere y pueda pagar el taxi por mi.

Natalia paga al taxista, su mirada me interroga, pero decido no decirle nada, hasta que llegemos al departamento.

- Mariam, que pasó a noche - me dice Mel, apenas me ve cruzar la puerta.

- Oh, yo se lo que pasó tu cuello me lo dice todo. - dice Natalia y yo me sonrojo y me siento con ellas.

- En realidad no sé cómo pasó, solo sé que él y yo terminamos teniendo sexo. - digo y ellas se miran

- y ¿él? - pregunta Mel, y yo niego con la cabeza, ellas también parecen recordar.

- Él tampoco recuerda mucho. - me quedo pensando en ello, y por más vueltas que le doy al asunto, no doy que sea.

- Lo tengo. - dice Mel, haciendome mirarla.

- Tú estabas bebiendo cuando él llegó, y te lo arrebato, y él se lo acabo, puede ser que esa bebida tuviera algo y al ambos ingerirla les afecto.

- Cierto, él se lo termino, que tal y esa bebida tenía alguna droga - las miro un poco incrédula.

- ¿Se sienten bien? ¿Quien demonios querría drogarme? No tengo enemigos, o eso creo. - digo y ellas me miran.

¿Podrías Volver A Amarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora