¿Podrías Volver A Amarme?

Capítulo 13

Narra Mariam.

No he de negar que la llamada de mi madre me alegro más el día, ella dice que vendrá después de que nazca el bebé de mi hermano, que quiere hablar conmigo, ella me dijo algunas cosas, y de verdad que me sentí tan feliz al escucharla. Porque no solo me dijo eso, también me dijo que ella está feliz porque estoy con Daniel. Pueden creerlo, cuando la escuché, creí que estaba en un sueño. Sé que todos en esta vida cometemos errores, todos somos humanos y yo adoro a mi mamá a pesar de nuestras diferencias.

Daniel y yo llegamos al club, mis amigos están aquí, y en cuanto nos ven entrar mis amigas me llevan a la barra para pedir nuestras bebidas, pero hoy no quiero alcohol, hoy quiero disfrutar mi cumpleaños al máximo, pues todavía tengo mis reservas con lo sucedido tiempo atrás.

— Mar, que hermosa te vez con ese vestido. — dice Natalia y yo ruedo lo ojos.

— Tomen las fotos que quieran, porque no me verán con otro de nuevo, saben perfectamente que no me gustan, no son de mi agrado. - las tres reímos, porque sabemos que a mí, para nada me gustan los vestidos, aunque haya o aviones que los tengo que usar, pero bueno.

— Entonces dime ¿Cómo es que traes puesto ese hermoso vestido? — pregunta ruedo un oco los ojos.

— Es culpa de Daniel, la que me arreglo dijo que me lo midiera, solo para ver como me quedaba, pero Daniel ya lo tenia todo planeado y no me quedo de otra, más que quedarme con esto. — me señaló toda y ellas ríen.

— ¿pero no entiendo, pudiste cambiarte la ropa. — definitivamente mis amigas no conocen el alcance de mi novio.

— ¿Cómo iba ser eso? la chica se llevo mi ropa, cuando me ayudaron a subir el cierre, Daniel les dijo que hicieran eso, para que así no me quitara el vestido, y no me quedó de otra, qué quedarme con el, aunque me enoje por ello, Daniel no dio si brazo a torser, y amenos que quisiera salir solo con ropa interior, tuve que aguabtrem, ahora que lo pienso, lo hubiera echo. Tal vez así Daniel me daría mi ropa. — ellas me miran perpleja y las tres reímos al unísono. Nos dan nuestras bebidas y nos vamos a la mesa donde se encuentran los demás.

Estoy pasando una noche maravillosa, pues hoy baile hasta agotarme. Creo que este día he bailado más que en toda mi vida, no he tomado ni una sola gota de alcohol, a pesar de que las chicas insisten, pero no quiero beber, hoy no. Daniel me ha sacado a bailar un par de veces y me ha sorprendido, pues el no sabía bailar, pero me dijo que cuando nos veía bailar a mi hermano y a mi, él quería estar en el lugar de Robert y fue por eso que aprendió y muy bien por cierto.

Ya son las dos de la mañana, todos decidimos terminar la rumba que llevamos hasta ahora. Mis amigas me dejan con Daniel. Jack se despide de nosotros al igual que Luis y los demás.Daniel y yo, nos vamos a su casa.

Narra Jack.

Hoy es el cumpleaños, de mi hermana, estoy en la habitación de mi madre, tratando de consolarla, todos los años es lo mismo, ella se lamenta no haber cuidado bien a mi hermana, y aunque uno le diga que no es su culpa siempre lo hace, y mas hoy este día, el día en que la trajo al mundo, siempre tiene su ropita de bebé en sus manos..

— Mamá por favor ya no llores, estoy seguro que pronto la encontraremos, ya lo veras. — digo tranando de darle ánimos a mi madre, cuando escucho a mi padre entrar a la habitación.

— Se que estos años han sido difíciles mujer, pero creo que ya es tiempo de que la dejemos ir, y hacernos a la idea de que ya no está entre nosotros. — dice él y a estas alturas me dan ganas de golpearlo, pero es mi padre y lo respeto, pero él sigue hablando.

— A mí, también me duele que hayamos perdido a nuestra hija, pero ya han pasado muchos años, sin saber de ella..

—!!!Callate!!! — grita mi madre, interrumpiendo a mi padre.

— Callate Raphael, jamás vuelvas a intentar decir eso, yo sé que mi hija está viva, y voy a encontrarla, aunque sea lo último que haga en esta vida. — le dice mi madre, y yo ya no aguanto más, ya estoy harto de su indiferencia, ya me canse que no muestre un poco de respeto de lo que mi madre siente, es lógico que se sienta así, ella fue la que la trago en su vientre durante nueve meses, ella fue la que sufrió en el parto, y no entiendo porque mi padre no entiende eso. Me paro en frente de él y hablo

— Te respeto porque eres mi padre, pero ya estoy harto. Esto es tu culpa, si tu no hubieras buscado una amante, esto jamás hubiera pasado, jamás hubiéramos perdido a mi hermana, si hubieras sido un verdadero hombre y hubieras mantenido tu bragueta cerrada, nuestra hermana estuviera con nosotros.

— Tú... ¿Cómo te atreves a faltarme el respeto? Soy tu padre, que no se te olvide eso. — contesta enojado.

— Ya estoy cansado de todo esto, ni siquiera te muestras arrepentido de lo que paso y como dicen por ahí. La verdad no peca pero incomoda, ahora te pido que salgas de aquí, si no tienes nada bueno que decir, será mejor que salgas, ya mi madre a sufrido mucho por tu culpa puedes al menos dejarla en paz. — mi madre solo nos mira, le da una mirada a mi padre que no sé cómo interpretarla, mi padre sale de la habitación y llegan mis abuelos, saben que mi madre se pone muy mal este día. Ya que mis abuelos están acompañando a mi madre, yo me voy a la oficina.

Así como mis abuelos lo culpan yo también, no pudo tener su bragueta cerrada, y se busco una amante hace 30 años. Luego mi madre trajo al mundo a mi hermana, y como mi padre se nego a seguir con esa mujer, ella juro vengarse y lo hizo con mi hermana.
Juro por dios que si nunca la encuentro, jamás se lo perdonaré, hemos vivido con este inmenso dolor durante todo este tiempo, mi pequeña hermana solo tenía un mes de nacida, cuando esa mujer se metió a la casa y se llevó a mi hermana, y aunque la atraparon ella nunca reveló, lo que hizo con ella, odio a mi padre por eso, porque no tuvo los suficientes pantalones para enfrentarla y hacerla que dijera el paradero de mi hermana. Es mi padre, eso no lo puedo negar, pero lo odio, porque por su culpa mi madre, mi hermosa madre a sufrido mucho, y estuve a punto de perderla, me da rabia y tampoco entiendo como mi padre pudo engañarla.
Yo solo pido, encontrar sana y salva a mi hermana, no descansaré hasta encontrarla, pienso igual que mi madre. Siento que mi hermana sigue viva.

Narra Raphael.

Discutí con mi esposa e hijo, ellos aún no pierden las esperanzas de encontrar a nuestra Evangeline.
Maldigo la hora en la que cometí el error, de meterme con esa maldita mujer, maldigo la hora en la que le fui infiel a mi esposa. Sé que todos en esta casa me odian, porque Jack tiene razón es mi culpa, todo esto que pasó es mi culpa, cuando Charlotte me dio la noticia de que tendríamos otro bebé, corte toda relación con esa mujer, pero ella juro vengarse de mi, jamás en mi vida creí que cometiera tal cosa, porque destruyó mi felicidad, la felicidad de mi esposa, la felicidad de toda mi familia.
Ellos no lo saben, pero he buscado a Evangeline por muchos años, sin suerte alguna, me he resignado a que ella tal vez ya no esté en este mundo, o ya no sé qué pensar, porque lo acepto esto es, fue y será mi culpa, por no saber controlar mis impulsos hacia una mujer hermosa y no medir las consecuencias de mis actos.

Estoy arrepentido, solo espero que al algún día, mi familia me perdone por todo el daño que les he causado.