Capítulo 35

720 70 17
                                    

Narra Daniel.
Se me prende el foco como un rayo, diablos por qué no lo pensé antes. No se en donde anda Jack y Robert, pero no quiero perder más el tiempo, así que salgo de inmediato para allá.
Después de un rato llego al edificio hace mas de un año que no pongo un pie aquí, así que subo por el ascensor hasta el piso de su departamento, toco la puerta, pero no hay respuesta, así que toco desesperado, esperando que ella esté aquí.
Ella abre la puerta y al verla mi corazón se quiere salir de mi pecho, ella está sana y salva, ella me ve y yo lo único que hago es abrazarla.
— hay amor, no sabes lo desesperado que estaba por encontrarte. —le digo retrocediendo y cerrando la puerta.
— me puse como loco, cuando las enfermeras dijeron que no estabas en tu habitación, y que te habían buscado y no te encontraban. — digo y ella suspira.
—Daniel yo... 
— Lo sé chaparrita, se por todo lo que has pasado, perdoname por ser tan idiota, por no estar ahí cuando mas me necesitabas. — digo interrumoiendola. Siento alivio cuando, ella por fin responde a mi abrazo. — se que en estos días han pasado muchas cosas, yo debería haber estado ahí para ti, pero no lo hice, John me ha dicho que...
—Ya se la verdad y también he recuperado la mayoría de mis recuerdos. —- dice ella y lo miró asombrado, John tenía razón en lo que me dijo.
— Mariam yo ese día... — ella niega con la cabeza.
— Ese día ya no importa Daniel, lo que importa es el hoy, nuestro presente, también se el motivo por el cual no habías ido a verme, por desgracias escuche a mi madre hablar con mi hermano. — la miró y puedo ver en su rostro la tristeza.
— chaparrita hermosa, perdoname - le digo de nuevo atrayendola a mi. — perdóname, no supe como actuar, cuando supe lo que mi madre había planeado. — me mira desconcertada, así que decido contarle todo. —  Hace unos días Samantha llegó y entre Jack y yo la atrapamos, queríamos saber porqué había actuado de esa forma, y ella nos dijo que fu mi madre quien la contacto, para que hiciera eso y también tu hermano atrapó a Samuel. — ella me mira perpleja.
— ¿Has dicho Samuel? Pregunta y asiento con la cabeza.
— Así es Mariam, el hombre que chocó contigo era Samuel, nosotros lo supimos antes, pero evidentemente alguien lo ayudó a escapar, gracias a Dios tu hermano se había puesto en contacto con su madre y ella fue quien lo entregó. — ella me mira sorprendida. Terminó de contarle todo, y es por esto que amo a Mariam.
— Comprendo cómo te sientes Daniel, pero ni tú ni yo somos culpables, o tal vez si, somos culpables de amarnos como lo hacemos. — sonrio, por esto amo a esta mujer.
— Lo sé, mi chaparrita hermosa, pero con solo el hecho de pensar que mi propia madre quizo acabar contigo me pone mal, ya no se ni cómo me siento respecto a eso, se supone que debería alegrarse, porque tengo a mi lado a una mujer maravillosa, pero en lugar de eso solo quiere destruirte sin darse cuanta que me destruye a mi también. Te extrañe demasiado, verte en esa cama, dormida todo el tiempo, a penas y pude sobrellevarlo, porque tenía la esperanza de que tu despertaras. — sin querer una lagrima rebelde se escapa de mi ojo izquierdo.
— Hey no Daniel. — dice, secando con su pulgar mis mejillas. — aquí estoy Daniel y no me importa que tu madre quiera separarnos, nunca dejaré de amarte, y se que los dos saldremos de esto.
— Te amo demasiado. Pero mi madre tiene que pagar, por todo lo que a hecho, y no descansaré hasta que Samuel hable, solo necesitamos su declaración, aunque te seré sincero por más que lo intente, no puedo dejar de sentirme mal. — ella me abraza, por estas cosas y muchas más es que siempre ha estado en mi corazón.
— Lo sé, te comprendo. Yo estoy  aquí, para apoyarte Daniel, se que no será fácil, pero juntos lo podremos sobrellevar. — yo suspiro y le doy un beso en su frente.
—  Dime una cosa amor. ¿Qué harás con tu verdadera familia? — pregunto, y ella se queda callada y se aparta de mi.
— Supongo que tengo que darles una oportunidad. — sonrío.
—  Eso sería genial, ellos te quieren demasiado, yo soy testigo cuanto te buscaron, pues Jack no perdía la esperanza al igual que su madre de encontrarte.
— Sí, es lo que me han dicho. — dice ella y suspira. — Esta a punto de hablar cuando mi telefono suena, al ver al remitente, me doy un sape mental.
— Robert, lo siento tu hermana esta bien, estamos en su departamento. —  le digo y este suspira al escucharme.
— ¿Por que no nos habías avisado antes Daniel? — pregunta enojado. Estoy a punto de contestar pero Mariam me quita el teléfono y habla ella.
— Hermanito perdoname, disculpa por preocuparlos, pero ya no quería estar en el hospital. — dice ella y no se que es lo que el le dice, pero después de un rato se termina la llamada.
— ¿Ya has comido? — le pregunto y ella siente. — ¿Segura? En el hospital dijeron que no habías comido nada desde ayer. — pregunto, y ella sonríe.
— Si señor gruñón, ya comí hace un rato, antes de que tu llegaras. — la observo, y niego con la cabeza.
Esta mujer me vuelve loco, y muero de ganas, por tenerla entre mis brazo, pero siento que es muy pronto aún, aunque no se si mi auto control siga intacto, con la cercanía que tenemos en este momento.
— ¿Qué? ¿No me crees? — pregunta y yo asiento.
— En el hospital dijierom que...
— Sé lo que dijieron, pero entiende, había muchas cosas las cuales tenía que pensar y no me dio hambre, pero en cuanto llegue aquí, comí. — suspiro y la abrazo.
— entiende pequeña que te amo tanto. Que si te pasa algo... — silencia mis labios con su dedo.
— No me va a pasar nada. No mientras estemos juntos. — dice robandome un beso, el cual enciende todo lo que mi corazón y cuerpo siente por ella.

¿Podrías Volver A Amarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora