6._Silencio

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Me hizo un descuento del 6.5%, con la condición de que volviera a comprar ahí. Ahora que no sé si me dio la rebaja por mis argumentos o porque lo incomode, al morder el extremo del pocky. Para el caso no importaba, yo me retire de buen humor. No así Rox que me reprocho mi conducta.

-No hacia falta que le coquetearas a ese sujeto- me dijo con mucha seriedad-¿Y por qué no me dijiste que conocías al dueño?

-¿Conocer? Hmm yo no diría eso. Solo vivimos en el mismo departamento, ya te lo había dicho- le respondí mientras cruzamos la calle.

-Te seré honesta...creí que estabas bromeando. Es tan temerario, por no decir otra cosa, ponerte a vivir con alguien que no conoces- me dijo.

-Sí, supongo que si, pero tú te ibas a dormir con tus cita de Tinder y tampoco es que los conocieras mucho ¿O si?- le dije en revancha mientras ponía el último pocky en mi boca.

-Contigo todo es una competencia- murmuro con fastidio- De todas formas no debiste hacer eso, él podría...Que digo seguro ya se esta haciendo ideas equivocadas. Porque no te gusta ¿Verdad?

La mire algo desconcertada.

-No-conteste-¿Por qué lo preguntas?

-Porque es raro verte actuar así- señalo- ¿Quieres un café?

-No gracias, tengo que terminar trabajo del curso- le dije como pensando en otra cosa y al rato la deje para volver a casa.

Volví cerca de las 11:30 con algunas compras y de ahí, de cabeza a los libros hasta cerca de las cinco. Avance bastante. Solo quedaba la última parte. Tomé el libro que tenía que acabar de leer y me recosté en mi sofá para sumergirme en esa densa lectura. Claro que a veces no entendía del todo el contenido del libro por lo que recurría a buscar definiciones de conceptos, explicaciones de los argumentos y entre tantas cosas, olvide que había dejado mi ropa en la lavandería del edificio. Cerca de las nueve de la noche tiraron de mis auriculares con bastante brusquedad y eso me hizo ver a mi costado a Bills, que sostenía un cesto con ropa que dejó caer sobre mi abdomen sin nada de cuidado.

-¡La próxima vez, ve tú por tus trapos! ¡Yo no soy tu sirviente!- me dijo.  

Bueno supongo que subir la escalera con ese cesto y todas las bolsas que llevaba fue bastante molesto. Además que la encargada de la lavandería de seguro le hizo un comentario nada grato. Era una mujer algo desagradable, que hacia su trabajo de mala gana y siempre se paraba en la puerta a gritar que retiraran la ropa.

-Gracias-le dije dejando mi libro al costado y es que bien pudo dejar la cesta tirada por ahí.

Se dio la vuelta y fue por las bolsas, para llevarlas a la cocina. Yo tuve que llevar mi ropa a mi habitación. Necesitaba un sitio donde guardar mis prendas, en la maleta no era cómodo. Tania hambre y había comprado algunas cosas por lo que fui a  preparme un sandwich. Desde la cocina vi a Bills, sentado en su sofá, viendo una película mientras metía la mano en un paquete de papas fritas. Me quede mirando la TV, hasta que lo oí decir:

-Si quieres ver la película, no hace falta que te quedes ahí. Puedes acercarte.

Se veía interesante así que me aproximé llevando mi sandwich. Me senté del otro lado del sofá y me quede mirando la película,
pero sentía sus ojos sobre mí, así que le mire y él volteo a la televisión como evitando mi mirada.

-Y... ¿te gustan las películas de terror?- me preguntó sin mucho interés.

-Si, aunque son, prácticamente, todas iguales-le dije.

-Entonces has visto bastantes-comentó abriendo una segunda bolsa de papas.  

-Sí, he visto muchas, así que eso hace que todas las tramas me resulten predecibles- le dije y levante mi sandwich, para darle una mordida- Al menos la mayoría.

DesatinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora