Comenzó la siguiente canción, una rápida. Las parejas se separaron y bailaron moviéndose sin tocarse al ritmo de la música. Jungkook no lo soltó. Se limitó a acelerar ligeramente el ritmo mientras lo apartaba de las otras parejas.
—Estás enfadado —dijo Jungkook por fin.
—¿Qué ha pasado con tus amigas?
—¿Qué amigas?
—La pelirroja explosiva y la rubia sexy.
—No son mis amigas, estaban sentadas a mi lado, eso es todo.
—Pues parecían muy cariñosas.
Jungkook lo sostuvo contra él y le preguntó en un tono que a Jimin le resultó excesivamente tierno:
—¿Y crees que yo tengo la culpa?Jimin permaneció en silencio, negándose a contestar. Al final, preguntó:
—¿Quién eres en realidad?
—La persona que te dije que era.
—Jeonguk.
—Sí.
—¿Y tienes apellido?
—Jeon.
Lo hizo girar rápidamente, siguiendo el ritmo de la música.
—¿Eres mozo de cuadra?
—No, y tampoco dije que lo fuera. Lo diste por sentado.
—Y no te tomaste la molestia de desmentirme. ¿Vives en Los Ángeles?
—Hace años que no. Tengo una propiedad en Carpintería, no muy lejos de Santa Bárbara. Vivo allí la mayor parte del tiempo. También tengo un piso en Londres y un apartamento en París.
—En ese caso, no tendrás ningún problema para comprar ese caballo que dijiste que querías.—Ninguno en absoluto. Pero quiero un caballo en particular.
—A ver si lo adivino, ¿es uno de los míos?
—Orión.
Jimin tomó aire. En su sueño, Jungkook había aparecido montando a Orión.
—No voy a venderte a Orión.
Aquello era un poco mezquino y lo sabía. Por no mencionar un mal movimiento desde la perspectiva del negocio. Jimin criaba caballos para su venta, para compradores que los apreciaban, establecían un vínculo especial con ellos y valoraban su belleza y su peculiaridad. El mercado de compradores era escaso, puesto que pedía un alto precio por sus caballos. Podía estar enfadado con Jungkook, pero este sabía de caballos y los adoraba. Lo más inteligente era no rechazarle como posible comprador.
—Ahora mismo no tengo ganas de hablar de mis caballos contigo.—Has sido tú el que ha sacado el tema.
La siguiente canción fue más lenta. Jungkook se adaptó al cambio de ritmo sin aparente esfuerzo. Mientras bailaba, bajó la mirada y la fijó en la boca de Jimin como si planeara besarlo, un movimiento atrevido que haría bien en no intentar siquiera.
—Lo he sacado para ilustrar tus mentiras. A lo mejor no me has mentido de palabra, pero sí por omisión. La primera vez que te vi, estabas barriendo el establo y Gilbert parecía conocerte, ¿qué otra cosa podía pensar, salvo que te había contratado?
—Gilbert estaba bromeando conmigo. Me vio barrer y me preguntó que si necesitaba trabajo. Taehyung nos había presentado el día anterior. Tu hermano sabe que me encantan los caballos y quería que tuviera oportunidad de montar mientras estaba aquí. Yo le dije que esperaba poder comprar uno de tus sementales y me propuso que hablara contigo.
—¿Mi hermano y tú sois amigos?
—Sí, a Taehyung le considero un amigo.
Jimin pensó otra vez en la pelirroja y en la rubia que habían estado coqueteando con él. Jungkook parecía haberse tomado sus atenciones como si fueran una obligación.
—Eres un Don Juan, como Taehyung.
—Estoy soltero. Disfruto de la vida y me gusta estar acompañado de mujeres atractivas y hombres sensuales.
—Eres un Don Juan—insistió él.
—No estoy jugando contigo, Jimin — le sostuvo con firmeza la mirada.
Había algo en aquel aplomo que lo excitaba. Y no quería encontrarle excitante.
—Has estado jugando conmigo desde el momento en el que agarraste esa escoba y fingiste ser alguien que no eras.—Todo lo que te dije es cierto, todo. Sí, es verdad que he conseguido muchas cosas, pero comencé en Los Ángeles desde la nada. Mis padres murieron y tengo una hermana.
—¿Y a los dieciocho años estuviste trabajando en un rancho?
—No, pero visitaba ese rancho muy a menudo. Le caí en gracia a mi jefe. Él se dedicaba a comprar y restaurar casas para su posterior venta y me contrató como trabajador. Aprendí el negocio desde abajo, comencé con las propiedades más baratas de East Los Ángeles.
—¿Quieres decir que aprendiste rápido? —no lo sorprendía.
—Antes de que estallara la crisis, compraba y vendía en los principales mercados. Conseguí sobrevivir al colapso con mucho dinero ahorrado. Ahora me dedico a controlar mis inversiones y, durante el resto del tiempo, hago lo que quiero. ¡Ah, por cierto! Conozco a ese primo tuyo que vive en Bel Air. He hecho negocios con Park Johan en un par de ocasiones. Es un buen hombre.
Lo estrechó ligeramente contra él. Jimin se lo permitió, aunque sabía que, probablemente, no debería. Estuvieron bailando en silencio durante un par de minutos.
—Deberías habérmelo contado todo desde el principio —dijo por fin.
—Sí, ahora me doy cuenta.
Parecía muy sincero, pero Jimin intentó no ablandarse.
—Entonces ¿por qué no lo hiciste?
—Jimin, yo... —se interrumpió bruscamente.
—¿Te has quedado sin palabras? No me lo creo. Vamos, dímelo, ¿por qué no fuiste sincero conmigo desde el primer momento?
—La verdad es que no lo sé. Supongo que era divertido. Me gustaba bromear contigo.
Jimin empezó a sonreír, pero se contuvo.
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How Marrying With A Prince?[ADAPTACIÓN KOOKMIN]
FanficJimin quería todo lo que Jungkook podía darle, y no estaba dispuesto a conformarse con menos Park Jimin debía aprender a comportarse como un auténtico príncipe. Se acabaron las escapadas que terminaban apareciendo en la prensa. Sin embargo, el n...