How Marrying With A Prince?[ADAPTACIÓN KOOKMIN]

Capítulo 18

Jungkook no había vuelto a abrirle la cabeza a nadie desde hacía seis años. Pero, en aquel momento, ardía de ganas de abrir una: la de Taehyung, para ser más exactos.
   
Al ver su expresión, Hannah se apartó de su camino. Jungkook salió disparado hacia la sala de estar.
   
—Jeonguk, por favor, espera... —le pidió Jimin.
   
Pero Jungkook lo ignoró, cruzó el vestíbulo, el pasillo y la cocina y entró en la sala de estar, donde Lucy y Taehyung les estaban esperando. Lucy se levantó de un salto. Taehyung también se levantó, pero más lentamente.
   
—¿Qué demonios estás haciendo aquí, Taehyung? —le espetó Jungkook.
   
Jimin llegó a su lado.

—Jeonguk, ¿puedes hacer el favor de tranquilizarte?
   
—¿Tú tienes algo que ver con esto? —le preguntó Jungkook con una mirada glacial.
  
 —¡Ya basta, Jeonguk! —le advirtió Lucy—. Jimin no sabe que le he pedido ayuda a Taehyung.
   
Jungkook se volvió entonces hacia su hermana.
   
—¿Es que te has vuelto loca? No puedes...
   
—¡Sí, claro que puedo, Jeonguk! Y pienso hacerlo. Taehyung tiene una casa en la que puedo quedarme y va a prestarme el dinero que necesite.
  
Jungkook estaba tan furioso que parecía a punto de perder el control.
   
—¿Por qué? —le preguntó a Taehyung—. ¿Es por Jimin? ¿Esta es tu forma de vengarte porque quiero casarme con tu hermano?
   
—Por supuesto que no, idiota. No seas ridículo.

—Debería... —Jungkookdio un paso hacia Taehyung.
   
Jimin le agarró del brazo.
   
—Jeonguk, no...
   
Al mismo tiempo, Lucy se colocó delante de Taehyung, como si pudiera protegerle.
   
—¡Ya basta, Jeonguk! Lo digo en serio —le gritó a su hermano.
   
—Tranquila, Lucy —dijo Taehyung.
   
La agarró por los hombros y la apartó. Su guardaespaldas, que estaba en la puerta, dio un paso adelante. Taehyung le hizo un gesto para que retrocediera.
   
—Fui yo la que le llamé —insistió Lucy—. Le llamé para suplicarle que me ayudara. ¡Es mi amigo!
   
—¡Oh, sí! El príncipe Taehyung es todo un héroe —exclamó Jungkook con expresión burlona. —. El Príncipe Mujeriego solo quiere ser tu amigo.
   
—¡Es mi amigo, Jeonguk! Solo mi amigo, y un buen amigo. Y, sí, también es un héroe para mí, porque está dispuesto a ayudarme y a enfrentarse a ti. No se deja cegar por el miedo y es capaz de verme tal y como soy ahora. Y es consciente de que he estado esperando durante toda mi vida a que llegara este momento —las lágrimas la ahogaban y hacían resplandecer todavía más sus enormes ojos castaños.
   
En ese momento, Jungkook comenzó a sentirse como un monstruo. Lo cual era una locura. Él era el único que comprendía el riesgo que corría su hermana.
   
—Jeonguk —Jimin posó la mano en su brazo—, ¿podemos sentarnos y hablar como adultos civilizados?
   
—Hazle caso a Jiminie, Jeonguk —le urgió Hannah—. Lo quieras o no, Lucy se irá mañana por la mañana. Lo que tienes que hacer ahora es empezar a asumirlo.
   
Jungkook la miró. Hannah le sostuvo la mirada sin pestañear y, al final, Jungkook no pudo soportarlo y cerró los ojos.
Vio ante él el rostro de su padre riéndose y abrazando a su madre antes de ir al trabajo como cualquier otro día, sin saber que ya no volvería nunca más.
   
Sacudió la cabeza y parpadeó ante aquella imagen, pero entonces vio a su madre con el rostro muy pálido, empapada en sudor por culpa de la fiebre e insistiendo en que no necesitaba ningún médico porque solo tenía un resfriado.
  
Jimin continuaba sujetándole del brazo. Tiró de él y le condujo hasta una silla.
   
Jungkook se dejó caer. Se sentía como si aquello fuera un sueño. Jimin se sentó a su lado, le tomó la mano y entrelazó los dedos con los suyos. Jungkook se lo permitió porque aquella mano era un contacto sólido, fuerte, seguro. Y, en aquel momento, Jimin era lo único que le parecía real.

Lucy y Taehyung se sentaron también. Jungkook se oyó entonces preguntarle a Taehyung:
   
—Cuando llamaste para pedirle disculpas a Jimin, ¿ya habías planeado todo esto?
   
—No, Lucy me llamó un par de días después.
   
Jimin se aclaró la garganta y le preguntó a Lucy:
   
—El miércoles por la mañana, cuando fui a tu habitación para invitarte a venir a Los Ángeles, ¿estabas hablando con Taehyung?
   
—Sí —contestó Lucy con orgullo.
   
—¿Qué? —Jungkoom le dirigió a Jimin una mirada acusadora—. ¡Y no me dijiste nada!
   
—Estuve escuchando a escondidas y decidí que no era asunto mío. Si Lucy no hubiera dejado la puerta entreabierta, yo no habría oído nada.
   
—Deberías habérmelo dicho — insistió Jungkook.