𝘝𝘢𝘭𝘦𝘯𝘵𝘪𝘯𝘢 𝘝𝘢𝘭𝘥𝘦́𝘴.
estar a centímetros del diego y que me este quemando la espalda por el horno, no ayudaba para nada a mis nervios.
Me quería lanzar, pero tenia la inseguridad de que solo era webeo para el.
y tampoco queria pintarme las patas.
Y asi era, se separo riendo, automáticamente me aleje del horno para no seguir quemándome para nada.
en un impulso pegue mi boca a la del Diego, duro menos de un segundo porque me acorde de su polola, yo como weona diciendo que nunca me meteria con alguien con novie y le di un piquito a mi ape que tiene polola.
— eh, olvida esa wea —dije yéndome a mi pieza, me valió medio pico dejarlo solo en mi casa, luego llegaria el Mateo y ellos son amigos.
después de un rato en el que pensé que se fue, fui al patio en busca de mi gato.
por suerte estaba tomando el sol en su camita— quien es la guaguita mas linda del mundo, si tuuuu —mimar a este gato era mi pasion, el problema es que esta muy malcriado— porque tu dueña tiene que ser tan weona en la vida —despues de decir eso me empezo a ronronear.
— ¿Vale?
— ¿Cleme? —Mire atras mio y efectivamente estaba mi apoyo emocional, llamado Clemente por sus papas.
— ¿Qué te paso? No viniste en toda la semana y tampoco me respondiste —me abrazo intentando no aplastar a la Mota— ¿tas bien chiquita? —asenti escondiendome en su cuello, tenia ganas de llorar por el Diego y eso causo que me pusiera sentimental con el crecimiento de mi gato.
el Cleme sabia que paso con mi "papa" pero como buen amigo nunca preguntaba por eso.
Nos echamos en el pastito con mi cabeza en su pecho y la Mota en mis piernas hecha bolita.
— piojo, el Diego... —el Mateo salió al patio con el Diego atrás— hola Cleme —saludo nervioso.
¿no que se había ido?
— ¿Vale podemos hablar? —pregunto el Diego.
no tengo intenciones de hablar con el Diego y no voy a cambiar mi opinión.
— ahora no —no quería mirarlo, me sentía culpable por su polola y quizás se haga una idea de que ando loca por el.
— txiuuuuu —el cleme alargo la 'u'—Me tení que poner al dia bebe —me susurro para que no escucharan en el oido.
— ¿Qué tanto susurro? —por un momento pensé que el Mateo diría algo, pero fue el Diego quien hablo.
— queti —después de decir eso el clemente le saco la lengua como un niño de cinco.
— ¿subimos? —ignore al par de weones para centrarme en el Cleme, tenia nervios, verguenza y miedo.
miedo porque me rechace sutilmente y quedar "humillada".
el Cleme asintió y nos paramos a la cocina para buscar cosas de comer, tomamos galletas, después unos Doritos y por ultimo pedimos alitas de pollo al kfc por antojo mío.
subimos y pusimos una pelicula de comedia y mientras le contaba todo lo que paso, este no paraba de gritar cosas y reirse con la pelicula.
— ¿estai clara que si tuvieras algo con el Diego probablemente te cagaria? —me pregunto— osea, si lo hizo contigo fácilmente lo puede volver a hacer.
— yo fui la que le dio el beso.
— Ya, pero porque te jotea. O te dice esas cosas si tiene mina. Te puso contra el horno mi reina y esa wea yo no lo haria con una amiga.
y era verdad. Toda la verdad.
se habia pasado por la raja su relación.
al rato llego la comida y nos quedamos toda la noche comiendo de todo mientras el Clemente intentaba consolarme
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Ape Culiao
Teen FictionDonde la Vale cree que su apé sólo la ve como una amiga. (bajo de edición)