otro día. Otro día en el que estoy encerrada en mi pieza, durmiendo o simplemente llorando.
no iba a clases desde ese día, solo tenia fuerzas para bajar a comer de vez en cuando. comia maximo una o dos comidas diarias, mi estomago se cerraba.
mis ojos estaban muy hinchados y no bajaba su hinchazon por mas que no llorara en horas.
mi vida estaba arruinada, no queria ver a nadie, no queria hacer nada.
baje mas de ocho kilos por mi mala nutricion, en la noche se escuchaba solamente como lloraba o recordaba esa conversación con ella.
mi mamá intentaba sacarme de la cama, pero al rato se rendia y me dejaba divagar en mis recuerdos, en cosas horribles, recuerdos tormentosos.
no encontraba felicidad en ningun lado, nada podia hacer asomar una simple sonrisa en mi rostro. De cierto modo estaba nadando en un mar de gritos, cuando salia a flote el agua me llevaba al fondo.
desde cero.
mi pieza era un desastre. Traté mal a la gente que me quería ayudar por cobardía.
querian que fuera a un psicologo, en la casa vivian con el miedo de que intente algo mortal como lo hizo el Bigotes.
dormir era lo peor para mi, estar despierta era igual o peor. De cualquier modo recordaba todo, recuerdos pasados, emociones enterradas.
veia al bigotes sonriendome, bailando con la Ana felices de sus planes a futuro, siendo felices sin importar nada mas que ellos. la escena cambio a llantos, fuertes golpes y cosas rompiendose. ahí lo vi, al mino que fue mi hermano con una pistola en la boca sufriendo por todo, yo viendolo sin poder hacer nada, sin movilidad o simplemente en shock.
un disparo.
como caia al piso muerto, sin vida, sin alma.
Un disparo resonaba, y yo corría hacia él, esperando que siguiera a mi lado. Pero no fue así; estaba sola, abandonada en un acto egoísta o desesperado.
me habia dejado sola, con esa gente de mierda, en este mundo de mierda. Me habia abandonado, llevandose con el las mil promesas de nunca dejarme.
y ahora estaba sola, sin que nadie me pudiera comprender. Con un vacio que nunca iba a sanar, con un daño en mi corazon que tampoco iba a irse.
estaba vacia, completamente hueca. Sin necesidad de seguir viva o hacer algo con ella.
pero no podia perderlo, no podia perder a mi pilar, a mi todo. No de nuevo, no podía permitirlo.
— ¡Bigotes! ¡NO PORFAVOR NO ME DEJES PORFAVOR NO! —le gritaba esperando que habrá sus ojos color miel— no me dejis sola por favor, no puedo sin ti acompañándome, Agustín.
— Vale —era el Mateo mirando desde la puerta sin creer la escena— lo mataste.
NO, NO, NO.
habia sido su decisión, no mia. Pero no lo ayude, no lo apoye. No hice nada por cambiar su decisión, por frenar ese dolor que cada dia lo consumia mas.
casi como me estaba consumiendo a mi la decepción, la traición. La culpa de no haber sido suficiente para mi hermano, y muchos menos para el Mateo.
— No, no, no —balbuceaba mientras me sacudían. Desperté en mi habitación, la Nadia mirándome con preocupación y mis hermanos detrás, con expresiones casi tan desoladas como la de mi amiga.
— no fue mi culpa, Nadia. yo lo amaba, creeme por favor —suplicaba llorando.
suplique y suplique esperando verlo, o aunque fuera calmar ese dolor. Pero no podia, no podia hacer nada ni por el, ni por mi. Porque estaba vacia.
verlo sufrir abrió una herida que creí había cerrado con mucho esfuerzo y tiempo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.