año escolar nuevo y crisis existenciales desbloqueadas.
¿cómo lo evitó en el liceo?
todavia no tengo solucion pero sere madura y actuare como una niña de mi edad; enfrentare mis problemas.
me levante de mi cama a ordenar todas las cosas que tendre que hacer durante el día, tome mi uniforme junto con mis zapatillas negras para ir a bañarme.
busque la colonia mas dulce que tenia, me puse desodorante, mis aros redondos medianos, puse mis coles del pelo en mi muñeca para no sentirla desnuda.
por ultimo fui a la pieza del Arturo y busque el poleron negro con rayos morados que le daban un toque eléctrico, me lo puse encima de la polera dandole otro toque al uniforme.
me peine y deje mi pelo mojado para no perder mas tiempo, mi día empezo bonito y eso me lo agradezco mentalmente.
baje con el exquisito olor a pan caliente guiandome a la cocina donde ya estaban mis hermanos desayunando, de seguro mi mamá ya se fue a trabajar. Me sente y empece a comer pan con huevo y un tecito de manzanilla sin azucar para no hincharme.
el ruido de la puerta del patio provoco que todos miraramos hacia allá, vi al Gustavo entrar con una caja de carton mediana y con mi gata nueva en la caja.
— Vale... — hizo una pausa dramatica— eres abuela —dejo la caja en el piso y vi muchas manchas plomas que se movían.
mas específicamente, gatitos recien nacidos.
NOOOOO.
— AAAA —grite agachandome a ver los mini gatitos plomos que eran igual a la Mota— pero que preciosuras de gatos tuviste tu —le hable con voz mamona a mi gata cuando la tome en brazos.
solo mire a los gatitos, no quise tocarlos para respetar a la Mota.
me encanta esto.
— son seis gatos —me informo el Gustavo— yo te dije que la gata estaba muy gorda —apunto con su indice a la gata.
— ¿los puedo tomar? —pregunto la Lucy al Gustavo.
— no porque los puede matar, pero la Vale tiene su olor a que si no hay problemas —explico tomando en Upa a mi gato mas grande el Félix. Si, le pongo nombres raros a mis mascotas.
aplaudí cuando deje abajo a la Mota y acaricie con mi dedo indice a uno de los gatitos llegando a tocarlos solo con la yema de mi dedo.
— lamento arruinar su momento abuelidad, pero las clases empiezan en siete minutos con dieciseis segundos, dieciocho segundos... —le di un wate al Mateo y tome mi mochila de la silla.
odiaba cuando se ponia odioso, aunque últimamente andaba muy asi.
le di un besito en la cabeza a la Mota y al Félix, les susurre que se porten bien. Unté un pan con palta y agarre mis cosas para subirme a la camioneta del Gustavo que estaba lista para salir.
despues de todo fue muy bueno que el Gustavo y mi mamá dieran el paso para que viviera con nosotros, al principio fue raro, pero con los días ha sido super comodo para todos porque respeta todos los espacios y nos ayuda en lo que puede.
aparte que siempre nos va a dejar donde le pidamos, eso es lo mejor.
padrastro soñado.
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